El protocolo de seguridad, la polémica detrás de la muerte del trabajador del subte
El gremio asegura que no existe un procedimiento para que los trabajadores estén resguardados; la compañía dijo que se revisa periódicamente
La muerte del trabajador de 24 años por la que hoy no funciona el subte puso en tela de juicio el protocolo de seguridad durante las tareas de mantenimiento de este servicio de transporte porteño.
Los cruces entre la concesionaria Metrovías y los sindicalistas no tardaron en salir a la superficie horas después de que se conociera que el operario Matías Kruger falleció electrocutado. Se cree que recibió una descarga de 1500 voltios mientras revisaba el sistema de aire acondicionado de una formación de la línea H en el taller Colonia, en Parque Patricios.
Justo ayer, en la subsecretaría de Trabajo porteño, Metrovías y delegados de la Asociación Gremial de Trabajadores de Subterráneo y Premetro (AGTSyP) discutieron un "protocolo de procedimiento general para el corte y reposición de tensión seguros en las líneas de contacto de los talleres", presentado por el gremio, según el acta de la audiencia a la que tuvo acceso LA NACION.
Y hace poco más de un mes, el 1 de noviembre pasado, la Dirección General de Protección del Trabajo inspeccionó el taller situado en la intersección de las calles Colonia y Los Patos. Entre otras cosas, el inspector constató "los procedimientos de trabajo seguro de los puestos de trabajo", apunta el acta de inspección a la que también accedió este diario.
"En principio no existe un protocolo en los talleres. Y si existe no está homologado. Ayer mismo lo presentamos y Metrovías no lo quiso discutir. Dijo que no había problemas", contó a este diario Christian Paletti, delegado de taller de la línea C, que estuvo ayer en la reunión.
"Se inspeccionaron los 39 talleres y la policía del trabajo redactó 53 fojas mostrando la precarización laboral", denunció.
Según Paletti, Kruger anoche estaba solo al momento de subir al techo de la formación para revisar el aire acondicionado, cuando tendría que haber estado acompañado por otro operario. También apuntó a que sus superiores son los que deberían haber cortado la corriente eléctrica.
Metrovías, por su lado, respondió a través de un comunicado de prensa. Aseguró que "existe un protocolo de seguridad obligatorio para todos los colaboradores que realizan tareas que requieren el corte y reposición de energía" y que este se revisa periódicamente. La empresa que explota el subte y premetro dijo que el protocolo cumple la norma ISO 9001:2015.
"Para la realización de dichas tareas la empresa capacita a todo el personal involucrado para asumir esta responsabilidad, que debe revalidarla todos los años en pos de reforzar el conocimiento y la aplicación del protocolo de seguridad", resaltó Metrovías.
#Subte Metrovias informa: pic.twitter.com/1yGRxn1lS1&— Metrovías (@Metrovias) 7 de diciembre de 2016
Desde el gremio acusaron a la concesionaria de "desoírlos". Roberto Pianelli, de los metrodelegados, apuntó en radio Vorterix que en los últimos ocho años ya hubo cinco muertes por circunstancias similares a las que sufrió Kruger.
Según Paletti, la muerte de quien era jugador de futsal de Boca Juniors se podría haber evitado si se seguían las cinco reglas contempladas en el protocolo de seguridad –presentado por el gremio– a la hora de realizar las tareas de mantenimiento: "Que se corte toda fuente de tensión, que se bloquee el acceso a la fuente de tensión, que se constate la ausencia de tensión, que se ponga una descarga a tierra en caso de que haya un salto eléctrico y que se señalice la zona de trabajo".
Más allá de la discusión, el paro de subte aún continúa y recién sería levantado cuando finalice la peritación en el taller de Colonia. Al mediodía, diez horas después de su muerte, el cuerpo de Kruger todavía yacía allí.