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Gustavo Alfaro deberá administrar un plantel de jerarquía en Boca. Es prematuro imaginar cómo jugará, con qué sistema táctico y qué idea colectiva, aunque sí proyectar qué detalles buscará el DT para darle su fisonomía a un equipo que estará obligado a ser protagonista.
¿Cómo juegan los equipos de Alfaro? Por lo general con línea de 4. Si se toman como referencia los esquemas utilizados en Huracán, su último club, aplicó el 4-4-2, el 4-1-4-1 y el 4-2-3-1, tres dibujos de la misma familia; con apenas algún cambio en la característica puntual, pero puede ubicar delanteros como volantes externos (Gamba, Noir, Pussetto), aunque éstos deberán también sacrificarse defensivamente para colaborar en el retroceso. El último éxito individual de Alfaro fue reinventar a un Ignacio Pussetto que fue vendido a Udinese en casi diez millones de dólares.
El estilo de juego es simple. Es de los entrenadores que suelen planificar bien los encuentros en función de las fortalezas propias y las debilidades que encuentra en el adversario de turno, pero sobre todo también le gusta practicar hasta jugadas preparadas de laterales ofensivos, para crear una situación de riesgo con apenas tres toques de ser posible. La pelota parada en córners y tiros libres también está en su pizarrón, aunque en el actual torneo con Huracán no pudo convertir por esa vía y sí sufrió tres en contra.
Si el de Guillermo Barros Schelotto era "el Boca de los delanteros", todo indica que –con orden y pragmatismo–, el de Alfaro tenderá a ser más "el Boca de los mediocampistas", no tanto porque le guste un juego de posesión, sino por la batalla que buscará dar en la zona desde la presencia de los volantes. Y no habría que descartar un sistema con doble 9, con Benedetto - Ábila . En la mayoría de los equipos donde estuvo probó bastante ese recurso. Centrodelanteros no le van a faltar. También tiene a Tevez y Zárate. Claro, todos juntos no van a jugar.