El futuro de River después del Mundial de Clubes: posibles bajas y refuerzos, y una agenda cargada

Son horas de sentimientos encontrados dentro del plantel de River . No hay cabeza ni corazón que pueda olvidarse o dejar de lado la gran alegría conseguida hace 10 días en Madrid: la conquista de la Copa Libertadores frente a Boca, el triunfo más importante de la historia del club. Pero, al mismo tiempo, no hay cabeza ni corazón que no sienta pena, desazón o bronca por la oportunidad que se escurrió muy rápido, casi sin que nadie se diera cuenta de lo que se escapaba.

La derrota frente a Al Ain , de Emiratos Árabes Unidos, por penales, en las semifinales del Mundial de Clubes , duele y tiene atenuantes –eternos y recientes– que aplacan en parte el dolor. Y especialmente abre la puerta del futuro: ya sin posibilidades de ser campeón, resta jugar el próximo sábado por el tercer puesto ante Kashima Antlers, de Japón, o Real Madrid [se medirán este miércoles, desde las 13.30] para que comiencen las vacaciones, que traerán renovación y nuevos desafíos.

"Lamentablemente no pudimos conseguir el objetivo. El gran tema era cómo hacíamos para enfocarnos. Nos faltó esa determinación para jugar un partido ante un rival que parecía inferior. Ganas y entusiasmo, había. El tema era la concentración. Uno como DT tiene que tratar de que eso no nos invada. Fue muy fuerte lo que se logró. Todos estábamos en una situación de felicidad y había que tratar de saber diferenciar y meterse de lleno. Era un partido peligroso y en los momentos favorables no lo supimos definir", comentó el técnico Marcelo Gallardo.

"No nos defendimos bien. Tuvimos desatenciones y malas decisiones. Cuando pasa esto es una responsabilidad general… tiene mucho que ver con lo que estábamos viviendo. Era una de las peleas internas. Pero bueno, ya está, ya pasó. Desde mi parte, traté de tocarlo de la mejor manera. Hasta era difícil para uno también. Todo es aprendizaje. La derrota te deja enseñanzas, ¿no? Para mí, para los futbolistas, para todo nuestro entorno… tiene que seguir el festejo. Lo que se logró hace una semana es histórico. ¿Queda manchado por esta derrota? No. El deseo de todos era poder llegar a la final del Mundial de Clubes. Ahora hay que seguir", agregó el DT.

"Ahora hay que seguir". El mensaje final de Gallardo es claro. Nada termina en las tierras árabes. La caída golpea, pero no es definitiva. El tiempo pasará, el público se reencontrará con los campeones de América en el regreso a Buenos Aires –los dirigentes realizan gestiones ante los organismos de seguridad de la Ciudad para abrir el Monumental el domingo 23–, el plantel y el cuerpo técnico pasará las fiestas en familia y comenzarán tiempos de rearmado para River. No será una reconstrucción absoluta ni masiva, claro. Llegarán retoques puntuales, pero incisivos. Y que pueden ser determinantes para lo que se vendrá.

Habrá bajas en el plantel millonario que obligará al cuerpo técnico a incursionar en el mercado de pases. Sin saber aun cuántas terminarán siendo las salidas, la más notoria será la de Gonzalo Pity Martínez, quien el sábado próximo jugará su último partido en River para luego emigrar a Atlanta United, de la Major League Soccer, que desembolsará los 15 millones de euros que señala la cláusula de recisión. Al mismo tiempo, en Núñez se sigue de cerca los futuros pasos de Exequiel Palacios, otra de las figuras de relieve: Real Madrid lo tiene desde hace un tiempo en la mira, aunque ahora no hay una oferta concreta.

¿Otros nombres que podrían partir? El defensor Gonzalo Montiel, una de las promesas jóvenes más importantes, y el colombiano Juan Fernando Quintero, de quien se especula que tendría una suculenta oferta del fútbol de China. Las señales no son alarmistas, en las últimas horas el propio jugador confirmó que desea permanecer en el club.

Con el año futbolístico sin terminar, todavía no hay negociaciones iniciadas para el mercado de verano que se acerca. Pero en River ya comenzaron a circular nombres conocidos, de la casa, que tendrían el deseo de volver: Matías Kranevitter, Sebastián Driussi y Manuel Lanzini son algunos de ellos. Con los dos primeros en Zenit, de Rusia, y el tercero en West Ham, de Inglaterra, un regreso inmediato parece más fantasía que realidad.

"No sabemos nada sobre posibles vueltas. El deseo y las puertas abiertas para éstos jugadores están. Sé que a Kranevitter le gustaría volver, pero ellos ganan un dinero muy importante en Europa", dijo el presidente Rodolfo D’Onofrio, hace un puñado de días. Más allá de los apellidos, el equipo parece necesitar al menos un defensor central, dos volantes –uno interior y uno de creación– y un delantero para potenciar el recambio de un plantel que por momentos sufrió esos huecos.

Tres años atrás, en Japón, la caída en la final ante un soberbio Barcelona resultó el último episodio de un capítulo. River, junto con Gallardo como estratego, se reinventó, un valor que el entrenador sacó a relucir en varias oportunidades. Como cuando después de caer con Boca, en el Monumental, en diciembre de 2016, dejó una frase en su estado de whatsapp que sintetiza su filosofía: "Que la noticia no tape la historia!!!".

La agenda para 2019

River se reencontraría el 4 de enero –se confirmará al regreso de EAU– para iniciar la pretemporada que tendrá su tramo más fuerte en el complejo Solanas, de Punta del Este. El calendario será más que exigente, con cuatro partidos pendientes de la Superliga y la Copa Libertadores en el primer semestre.

La agenda de partidos en el Monumental empezará el domingo 19 de enero, ante Defensa y Justicia (postergado de la fecha 8); miércoles 23, recibirá a Unión (de la jornada 12 ) y el domingo 26 ante Patronato (16ª fecha). Tres juegos en una semana, un inicio de año que promete ser intenso y con el desafío de volver a ser competitivo, tras un 2018 al que solo le faltó el broche de oro.

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