"Nueragate": el hijo de Bachelet destapó la olla y embarró al oficialismo

SANTIAGO, Chile.- En un tablero de ajedrez, Sebastián Dávalos sería capaz de poner en jaque a cualquiera. Ocurrió con el "Nueragate", que debilitó al gobierno de su madre, Michelle Bachelet, y que volvió a dejar vulnerable al oficialismo, luego de su tercera declaración judicial en el caso.

Esta vez el propio Dávalos pidió comparecer ante el tribunal que investiga la operación de compraventa de predios y otorgamiento de un millonario crédito bancario a la empresa de su esposa, Natalia Compagnon. Lo hizo para explicar por qué pidió que eliminaran los datos desde su computadora cuando renunció a su puesto como director del Área Sociocultural de La Moneda, en febrero pasado. El "Nueragate" (se investiga presunto cohecho y tráfico de influencias) está entre los dos mayores escándalos de corrupción del último tiempo en Chile y la declaración de Dávalos lo trajo de nuevo a la primera línea, al acusar a un sector de Nueva Mayoría de haber montado una operación política en su contra.

"La información del caso Caval fue conservada y utilizada por parte del G90, o un sector del PPD, para utilizar este caso y su cobertura mediática para bajarle el perfil al caso Soquimich, que los involucraba", dijo el hijo de Bachelet.

El G90 es un sector al cual pertenecía el ex ministro del Interior y brazo derecho de la presidenta, Rodrigo Peñailillo, que salió del gobierno salpicado por "Soquimich", un megacaso de financiamiento ilegal de la política. "Todo esto [el comienzo del caso Caval] vino a agravar aún más la conflictiva y distante relación que yo tenía con el ex ministro del Interior, Peñailillo, dado que yo no seguía sus líneas políticas: introducir en cargos a personas idóneas y sus ansias de manejo de poder que, según mi parecer, se orientan a llegar a ser presidente algún día", agregó Dávalos.

También explicó que al destaparse el caso, él estaba de vacaciones en el sur de Chile, con "una pésima señal de teléfono celular".

"Yo recibía intermitentemente información desde Santiago de lo complejo de la situación, pero Peñailillo no enfrentaba el tema con la suficiente fuerza, por lo que estimo que él dejó que el tema se descontrolara", explicó.

Esa mala relación habría hecho sospechar a Dávalos de un posible complot en su contra. "Al momento de dejar mi cargo, decidí pedir a funcionarios de informática del Palacio de La Moneda que borraran mi perfil de usuario y password, porque no quise exponerme a que fuera manipulado, introduciendo información en el computador en el cual yo trabajaba, pues tenía temor fundado de que así podía ocurrir", señaló. En Chile, la ley prohíbe a los funcionarios salientes borrar datos desde sus equipos.

Ayer, Rodrigo Peñailillo no llegó a su nuevo lugar de trabajo, en Flacso, y en su círculo indicaron que no se va a referir al tema por el momento, como signo de lealtad a Bachelet.

Desde el oficialismo, el senador Guido Girardi, aludido por Dávalos, dijo: "No hay ninguna operación contra él y lamentablemente acá hay un intento de eludir responsabilidades. Nosotros no teníamos ningún conocimiento del caso Caval". El ex ministro Bitar, también mencionado en la declaración, tildó de "inverosímiles" las palabras del hijo de Bachelet. Agregó que tampoco conocía el caso, hasta que se enteró por la prensa. En La Moneda se excusaron de comentar y sólo en el PS calificaron todo como una "intriga desafortunada".

Diego Paulsen, diputado opositor e integrante de la comisión que investiga el caso, opinó que la declaración "reafirma que hubo un cartel entre los funcionarios públicos, los ministros y los parlamentarios, para poder proteger a la familia presidencial por Caval".

Mientras desde la oposición pidieron que Peñailillo y la presidenta declaren en el juicio, los medios destacaron que este "Davalazo" cierra el peor año de Michelle Bachelet. El analista político Max Colodro se adentró en sus efectos negativos y comentó en el diario La Segunda que Dávalos "está fuera de control político, tratando de defenderse (...) es tal su malestar por sentirse abandonado, que está dispuesto a culpar a Peñailillo de una operación política, aun a costa de sacrificar a su mamá".

Un hijo en el banquillo

Sebastián Dávalos

Hijo de Michelle Bachelet

El ex funcionario del Palacio de la Moneda está acusado de gestionar un crédito millonario para la empresa de su esposa, apenas su madre ganó las elecciones presidenciales de 2013

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