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Plebiscito en Chile: silencio y resignación en el Gobierno tras la derrota de un aliado regional

Fuentes diplomáticas hablan de un “golpe” para el presidente Boric; para el expresidente Macri, “ganó la sensatez”

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Jaime Rosemberg
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Alberto Fernández y Gabriel Boric en la Cumbre de las Américas
Alberto Fernández y Gabriel Boric en la Cumbre de las AméricasMaría Eugenia Cerutti

Refugiados en el silencio, desde el gobierno de Alberto Fernández evitaron expedirse sobre la dura derrota del presidente de Chile y aliado regional, Gabriel Boric, en la votación sobre la nueva Constitución en el país vecino.

“Es un golpe para Boric. La diferencia va a agrandar a la ultraderecha que quiere seguir con la misma Constitución y no cambiar nada”, expresaba una alta fuente diplomática cuando los resultados ya otorgaban una ventaja irremontable para el rechazo a la propuesta de una nueva ley fundamental para ese país.

Desde la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero y la embajada argentina que conduce Rafael Bielsa evitaron sentar posición pública sobre el proceso electoral, pero fuentes relacionadas con el vínculo bilateral reconocían que la propuesta avalada por Boric era “una propuesta de máxima”, y que en contra se expresaron “distintos no”, no necesariamente compatibles entre sí, como la despenalización del aborto, los derechos mapuches o la denominación de “estado plurinacional” vigente en Bolivia.

“El electorado chileno ya venía girando hacia el centro, el 80 por ciento de octubre del 2020 fue un pico, después empezó a bajar el apoyo a la reforma”, comentaba otra fuente del kirchnerismo.

En tren de relativizar la victoria del no a la nueva norma, que incluía profundas reformas sociales, desde el oficialismo afirmaron que, por obra y gracia de la pandemia, es esta una etapa “de victorias cortas y derrotas cortas”. De todos modos, reconocían que “Boric primero no se quiso meter, y cometió un error: se metió y quedó herido”, evaluaban. Desde Chile, aliados regionales aseguraban que la difícil situación económica influyó negativamente a la hora de la votación, y que el presidente chileno iniciará una ronda de diálogo con todos los sectores políticos para consensuar las reformas.

Más allá de las especulaciones, en el Gobierno recordaron que el buen vínculo con Boric seguirá su curso. El lunes pasado, de hecho, el presidente Alberto Fernández recibió en Casa Rosada las cartas credenciales de Bárbara Figueroa, nueva embajadora de Chile en Buenos Aires.

Mientras el oficialismo lamentaba el resultado, desde la oposición de Juntos por el Cambio aparecieron voces que destacaban la “sensatez” de los votantes.

“Una Constitución es un acuerdo consensuado, no la imposición de unos sobre otros. En Chile prevaleció la sensatez. Queda abierta la oportunidad de dictar leyes inmediatas y pensar en una futura reforma constitucional para consolidar el progreso y la justicia en el país hermano”, tuiteó el expresidente Mauricio Macri, quien durante su gestión sostuvo un buen vínculo con el antecesor de Boric, Sebastián Piñera, quien en 2019 diera inicio al proceso de reforma para una nueva constitución. “Resulta una gran victoria contra la izquierda populista. Una brisa de esperanza para la región”, afirmó el diputado Ricardo López Murphy.

Jaime Rosemberg
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