Detrás de la última tapa de Rolling Stone con Andrés Calamaro, hay un gran portfolio fotográfico que muestra cómo es la cuarentena para los músicos, que suelen estar acompañados por varias personas y tocar frente muchísimas más y que, hasta la reciente habilitación para volver a las salas de ensayo y estudios de grabación, estuvieron solos o con sus familias en sus casas durante 80 días.
Lograr ese registro de "un momento histórico", como lo define el editor de fotografía de la revista Ignacio Arnedo, fue un proceso intenso, con muchas horas de trabajo, tanto en la preproducción como en las sesiones, que tuvieron que ser sin el despliegue técnico y de personal que suele tener cualquier sesión de fotos de nuestra revista. "Lo más importante era contar no solo al personaje sino la escena en la que está viviendo", dice el fotógrafo Eugenio Mazzinghi sobre el resultado que buscó al trabajar en esta modalidad, con poco tiempo por artista.
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