Apareció en una obra en una zona desértica y huía de la ayuda hasta que se animó a confiar: “Se derritió en mis brazos y cerró los ojos”
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LA NACION
Esa mañana llegó a trabajar a la nueva obra que le habían designado. Su oficina, instalada provisoriamente en una zona deshabitada del desierto, era la encargada de administrar los nuevos desarrollos de viviendas que se estaban construyendo. Y nadie, con excepción de su equipo de trabajadores, estaba autorizado a estar allí. Por eso se sorprendió cuando de pronto vio dos ojitos mirándola a través de la puerta que comunicaba con el exterior.
Se trataba de un perro de tamaño pequeño que, de alguna misteriosa forma, había aparecido en ese inhóspito lugar y esperaba que alguien lo viera. “Evidentemente quería llamar la atención porque necesitaba ayuda”, escribió en su cuenta de Facebook Suzette Hall, fundadora de Logan’s Legacy 29, el emprendimiento personal a través del que ayuda, asiste, rescata y rehabilita a perros y gatos perdidos, abandonados o en condiciones desfavorables.
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“Huía cada vez que alguien se acercaba”
Con linces y coyotes acechando en los alrededores, todos sabían que el tiempo era esencial para salvar a la perrita que bautizaron Sage. Jeanean Gillespie y su equipo intentaron durante varios días atrapar a la perrita. Pero ella huía cada vez que alguien se acercaba. Por eso, después de varios fracasos y ya frustrados, decidieron que lo mejor era convocar a Suzette Hall, con amplia experiencia en rescates. Mientras, para que Sage entrara en confianza, se aseguraron de dejarle comida y agua fresca junto a la puerta de la oficina donde había aparecido. De esa forma, también podrían monitorearla de cerca.
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Sage estaba asustada, pero entendía que estaba segura bajo su cuidado. Mientras todos aguardaban la llegada de Hall, Sage descubrió cómo acercarse lo más posible a ellos manteniendo la distancia. “Por la noche dormía afuera de las puerta de la oficina. Todos intentaron ayudarla, pero ella no dejaba que nadie se acercara”, detalló Hall.
De todos modos, no bajaron los brazos y, finalmente, una tarde lograron que caminara hasta interior de la oficina. Hall llegó poco después y supo de inmediato cómo manejar la situación. “Cuando llegué, ella estaba muy asustada pero, al mismo tiempo, tenía ganas de confiar y dejar que la ayudáramos. Realmente estaba agotada de mantenerse alerta durante tanto tiempo”.
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“Se derritió en mis brazos”
Con palabras dulces y movimientos delicados, Hall calmó a la asustadiza perra y la recogió con éxito poco después de llegar. Por muy asustada que estuviera Sage, instantáneamente se sintió reconfortada en los brazos de Hall. “En unos minutos, ella se derritió en mis brazos. Sage sabía que estaba a salvo de la soledad y que había llegado el momento de confiar y relajarse”.
La subió al auto y se dirigieron juntas al Camino Pet Hospital en Irvine, California, Estados Unidos. Después de días de sobrevivir sola en el desierto, Sage logró el descanso necesario. “Se quedó profundamente dormida en el camino de regreso. Creo que esa fue la primera vez que cerró los ojos sin miedo en días. Había sido rescatada y lo sabía”.
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Luego de algunas semanas desde el rescate, Sage todavía se está recuperando de la terrible experiencia. En los próximos días tiene programadas una limpieza dental y una esterilización y, para más adelante, una cirugía para extraerle un tumor (que aparentemente es benigno). Aunque está saludable en líneas generales, su espíritu todavía está destrozado. “La pobre Sage no se siente bien. Sus análisis de sangre resultaron normales, pero está muy triste. Ella necesita amor”. Luego de la cirugía, Hall espera encontrar una familia para la dulce perrita. Hasta entonces, seguirá colmando a Sage con el amor que siempre mereció.
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