Pro buscó dar una imagen de unidad luego de una tensa reunión de sus líderes, que no resolvieron sus diferencias

Las tensiones internas no pudieron ser resueltas, pero al menos los principales dirigentes de Pro lograron cerrar filas detrás de un discurso de unidad de cara al turno electoral del próximo domingo, luego de una reunión en la los presidenciables Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich mantuvieron un tenso cruce de palabras con Mauricio Macri como espectador de lujo.

Más allá de las fuertes diferencias que cruzan a la escudería amarilla, al final se decidió continuar conversando y mostrar unidad hacia afuera, en vistas de los comicios provinciales del próximo fin de semana, en los que Juntos por el Cambio tendrá cinco pruebas exigentes en las elecciones de Tierra del Fuego, Salta, San Juan, Tucumán y La Pampa.

“Vamos a seguir trabajando unidos porque el domingo tenemos cinco elecciones y en algunas tenemos muchas chances de ganar”, afirmó el diputado santafesino Federico Angelini, presidente del partido y uno de los asistentes a la reunión.

En la misma sintonía se manifestó otro de los contertulios, el diputado y precandidato a gobernador bonaerense Cristian Ritondo. “Pro y Juntos por el Cambio tienen unidad y vamos a trabajar juntos para elaborar las mejores propuestas juntos”, afirmó.

No pasó desapercibido que los voceros del encuentro hayan sido dos dirigentes alineados con Bullrich, mientras que el larretismo eligió guardar silencio.

La mesa de la reunión, que duró casi dos horas, se completó con María Eugenia Vidal, Fernando de Andreis y Diego Santilli, también precandidato a gobernador bonaerense.

Tampoco hubo una definición sobre la posibilidad de darle luz verde a la incorporación de José Luis Espert a Juntos por el Cambio. El diputado nacional tiene el visto bueno de la Coalición Cívica y del radicalismo, pero los líderes de Pro no acordaron nada esta noche.

“Conceptualmente estamos de acuerdo con la ampliación de Juntos por el Cambio, pero tenemos que tener una charla con Espert”, dijo Angelini al término de la reunión. Se entiende la resistencia si se toma en cuenta que el diputado criticó a Macri en la red social Twitter al ubicar al expresidente en el podio de los dirigentes políticos más denunciados en el fuero penal, detrás de Julio De Vido y Cristina Kirchner. Además, los aliados de Bullrich ven en la incorporación de Milei una jugada de Larreta para limarle adhesiones en las PASO.

Si bien la decisión de la cúpula fue tratar de establecer un freno a la exposición de la interna a través de los medios, en la reunión se trataron temas que generan división, como la situación en la Ciudad de Buenos Aires. En ese sentido, se habló de la necesidad de terminar con los gestos desafiantes, como los que viene realizando Larreta y que han generado malestar en Bullrich y, sobre todo, en Macri, que se bajó de la carrera presidencial pero no de su rol de decisor dentro del partido del que es fundador.

Por lo pronto, en el encuentro celebrado esta tarde en el barrio de Palermo, a pocas cuadras de Plaza Serrano, se llegó a una suerte de tregua por los próximos veinte días para volver a tratar la cuestión porteña. La idea, según confió uno de los presentes, es analizar como avanzan las candidaturas de Fernán Quirós y de Jorge Macri con la intención de definir un precandidato para enfrentar al radical Martín Lousteau en las primarias del 13 de agosto.

El encuentro se convirtió en una suerte de continuidad de la cena celebrada la semana pasada en la casa de Jorge Triaca, en San Isidro, a donde concurrieron representantes de cada uno de los principales referentes del partido.

Las divisiones internas en torno a la Capital y Buenos Aires tienen que ver con cuestiones internas, pero también guardan relación con la presencia de los libertarios de Javier Milei en la contienda electoral.

Tal como lo planteó el precandidato a gobernador radical Maximiliano Abad en diálogo con LA NACION la semana pasada, la dispersión de votos entre varios candidatos de Juntos por el Cambio en las primarias podría dejar a la coalición en tercer o cuarto lugar en suelo bonaerense. Esto atentaría contra la intención de buscar el voto útil para tratar de arrebatarle la provincia al kirchnerismo.

La idea empezó a permear en Pro, pero Larreta no parece dispuesto a compartir con Bullrich a su candidato Santilli, que es el que mejor mide en suelo bonaerense.

Más allá de algún reproche, los voceros se encargaron de apaciguar los ánimos, al menos en el contacto con los medios. “Fue una reunión amena”, dijo uno de los participantes, quien contó que el encuentro comenzó con bromas entre los presentes por el superclásico del último fin de semana y un guiño de Bullrich a Ritondo. “Ahora tienen un presidente en serio”, le dijo la exministra de Macri el diputado nacional, en alusión a Néstor Grindetti, intendente en uso de licencia del municipio de Lanús y desde hace un mes al frente del Club Independiente tras la renuncia de Fabián Doman

En lo que sí hubo unidad fue en las críticas a Javier Pretto, quien el fin de semana saltó de la presidencia de Pro de la provincia de Córdoba para convertirse en candidato de la alianza que conduce el gobernador peronista Juan Schiaretti: Pretto será compañero de fórmula del peronista Daniel Passerini, que intenta alcanzar la intendencia de la capital provincial.

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