Quiénes fueron los legisladores que faltaron alguna vez a las votaciones en el Congreso
Casi todos los diputados y senadores se ausentaron del recinto en el tratamiento de alguna ley, según surge de la aplicación Congresoscopio
"Los diputados están obligados a asistir a todas las sesiones desde el día en que fueren recibidos". El artículo 16 del reglamento de la Cámara baja es tan conciso como claro, pero su cumplimiento es relativo. Al menos si se miden las presencias en el recinto a la hora de votar.
Casi todos los diputados de todos los partidos han faltado por lo menos a una votación durante este año parlamentario, el primero de la gestión de Mauricio Macri. Así lo reflejan los números: de los 257 legisladores, sólo 24 (menos del diez por ciento del total) tuvieron asistencia perfecta en las 48 votaciones que hubo (hasta el 3 del noviembre).
En el Senado, que tiene su propio reglamento, la realidad no fue distinta: de los 72 senadores, sólo cinco (7 %) participaron en las 36 votaciones relevadas (hasta el 19 de octubre).
Los datos -que surgen de la aplicación de noticias Congresoscopio de LA NACION y están basados en las actas oficiales de cada votación parlamentaria sobre proyectos de ley- toman relevancia a pocos días de que el Poder Legislativo estuviera prácticamente paralizado por el viaje de una nutrida comitiva a Estados Unidos por las elecciones que terminaron con la victoria de Donald Trump.
Eso obligó a que faltaran legisladores a debates clave -en comisiones del Senado comenzó a tratarse el Presupuesto- o que se postergara directamente la votación de iniciativas -por ejemplo, el proyecto de emprendedores, que facilita la creación de nuevas empresas, en Diputados-.
Los diputados que más faltaron
El ranking de ausencias en la Cámara baja lo encabeza el diputado catamarqueño Amado Quintar, del oficialismo. Según los datos oficiales, faltó en 45 votaciones (el 93 por ciento) y sólo estuvo en tres, incluido el acuerdo con los holdouts, de mediados de marzo.
En su despacho en el Congreso se limitaron a responder a LA NACION que el diputado se encuentra "con licencia médica".
Según el reglamento interno, las licencias se conceden por tiempo determinado. "Ningún diputado podrá faltar a las sesiones sin permiso de la Cámara. Esta decidirá en votación especial si las licencias solicitadas se conceden con goce de dieta o sin él", reza el artículo 17.
La segunda en el ranking de faltas es la peronista Dulce Granados, mujer del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados. Tuvo el 87,5 por ciento de faltas: sólo participó en seis votaciones. En la Cámara baja no atendieron a los llamados de este diario.
Tercera en el listado aparece una importantísima figura de Cambiemos: Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica-ARI y socia de Macri. De las 48 votaciones, la diputada se ausentó en 36 (75%) y estuvo en 12 (25%).
Carrió faltó a muchas sesiones parlamentarias por problemas de salud; de hecho, a principios de octubre fue sometida a una angioplastía que la obligó a tener varias semanas de reposo.
"Es importante destacar la recomendación de reposo de los médicos, que no siempre fue respetada por ella, pero que la obligó a irse antes de las sesiones maratónicas y no poder votar", dijeron a LA NACION asesores de Carrió. Para contrarrestar las ausencias en las votaciones, allegados a la diputada aseguraron que la comisión de Relaciones Exteriores, que ella preside, "despachó 120 expedientes y llegó a recibir a la canciller Susana Malcorra".
Entre los diez legisladores más faltantes a las votaciones aparecen otras espadas legislativas de renombre: el ex gobernador kirchnerista de Misiones Maurice Closs (60,4% de inasistencias), el titular del bloque del Movimiento Evita, Leonardo Grosso (58,3%), y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa (58,3%).
Si se pone la lupa sobre los números, se puede observar que 31 diputados faltaron por lo menos a la mitad de las votaciones, de los cuales casi la mitad (13) fueron del kirchnerismo, incluido el ex ministro Julio de Vido.
Lo que pasa en el Senado
El podio de las ausencias en la Cámara alta, lo integran tres peronistas, aunque de espacios distintos, y un oficialista.
Primero aparece el ex presidente Carlos Menem, de La Rioja, que integra un monobloque. Faltó a 31 votaciones (86 %) y estuvo sólo en cinco (14 %). Llegó a votar el acuerdo con los holdouts y la incorporación de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como jueces de la Corte Suprema.
Menem, que en los últimos años tuvo distintos inconvenientes de salud, a principios de 2016 utilizó su despacho del Senado para recibir a la Justicia por distintas indagatorias. Tuvo que declarar por el atentado a la AMIA y por la muerte de su hijo Carlos Menem Jr. LA NACION pidió una respuesta a los allegados del senador, pero no obtuvo declaraciones al respecto.
En el ranking aparece segundo el delasotista Carlos Caserio (Córdoba). Se ausentó en más del 70 por ciento de las votaciones. Como en el caso anterior, este medio intentó, sin éxito, comunicarse con el legislador. El tercer puesto lo comparten el radical Oscar Castillo y la kirchnerista María Laura Leguizamón. Ambos faltaron en 24 votaciones y estuvieron presentes en 12.
"Ella atravesó parte del año pasado y de este un embarazo de riesgo por su edad, que felizmente culminó el 23 de mayo con el nacimiento de su hijo", explicó a LA NACION uno de los asesores de la senadora Leguizamón.
"Bajar al pedo"
Como se vio, a la hora de buscar una explicación sobre las ausencias en las votaciones, los argumentos tuvieron que ver con cuestiones personales o de salud. Otras fuentes parlamentarias, que explicaron el fenómeno en términos políticos o burocráticos, cuestionaron que se tome el porcentaje de votaciones y no el de sesiones.
Vale aclarar que en una misma sesión puede haber varias votaciones, ya que en un mismo día pueden tratarse distintas iniciativas legislativas como declaraciones, resoluciones o leyes. Incluso, un legislador puede sentarse en su banca al inicio de la sesión, pero irse del recinto durante alguna votación.
"Nuestro diputado tuvo mucha presencia en las votaciones clave, pero no baja para votar fiestas pedorras. No baja al pedo", dijo a LA NACION el asesor de un legislador que asegura haber pasado gran parte del año dentro del edificio del Congreso.
Más diplomática, la diputada massista Graciela Camaño apuntó: "Para algunos votar una declaración sobre una ciudad o un pueblo puede ser importante, pero para otros puede ser absurdo".
Aclaración
Por su parte, la senadora Liliana Negre de Alonso quiso aclarar que faltó a una única sesión debido a que se encontraba fuera del país formando parte de la comitiva que viajó en representación del Senado a la OIT. Ese día, 8 de junio, se votaron 8 proyectos de ley, pero su ausencia se limitó sólo a esa fecha.
En tanto, la titular de la Fundación Directorio Legislativo, María Barón, consideró que las ausencias en las votaciones son menos significativas que las faltas en las comisiones, reuniones donde realmente se tejen los proyectos que luego bajan al recinto.
"Es más preocupante que falten a los debates de comisiones, donde está más la cocina. Ahí se gesta verdaderamente un proyecto de ley", apuntó Barón. Y agregó una explicación que pinta de humanidad a los diputados y senadores: "Muchas veces las sesiones duran quince horas, entonces los legisladores se levantan, van al baño o a comer algo y quizás en ese ínterin se vota algo y el tipo está ausente".
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