Los despidos en el Estado y la pesca ilegal, alrededor de dos sonoras renuncias en el Gobierno

Mientras la canciller Diana Mondino recorre las últimas jornadas de su gira oficial de diez días por el sudeste asiático, un escándalo en torno a la pesca ilegal de merluza negra terminó con la renuncia de dos funcionarios, y pedidos de explicaciones en el Congreso. La ola de despidos ordenada desde la Casa Rosada a todos los ministerios y reparticiones, que se llevaría a cabo en los próximos días, y la pesca de merluza negra por parte de un pesquero con dueño chino y capitales argentinos, son otros de los vértices de la polémica, que amenaza con extenderse.

El ya exdirector de Pesca, Julián Suárez, militante porteño de La Cámpora que cumplió ese papel durante el gobierno de Alberto Fernández, renunció horas atrás a su cargo, aduciendo que órdenes superiores le habían impedido ejercer sanciones sobre el buque Tai An, de la empresa Prodesur, por presunta pesca excediendo las cuotas permitidas de merluza negra en aguas adyacentes a Ushuaia, Tierra del Fuego. También afirmó que le pidieron una lista de 50 personas de su área a ser despedidas, y se negó.

Como Director de Control y Fiscalización Pesquera, el propio Suárez, según publicó la revista Puerto, se hizo eco de una denuncia de empresas competidoras Argenova, Estremar y Pesantar, de capitales españoles y noruegos, y ordenó que el buque Tai An volviera al continente. Fue frenado, según el mismo relato, por Pablo Ferrara, funcionario de tercera línea pero de confianza de Mondino en la Cancillería, quien le habría pedido que diera de baja la orden.

¿Cómo terminó el hecho? El subsecretario de pesca, Juan Antonio López Cazorla, al ponerse al tanto de la situación, emitió una nota en la que requirió al buque que abandonara la zona de pesca de merluza negra. Según fuentes de la empresa contaron a LA NACION, “la merluza negra hoy fue descargada en el puerto de Ushuaia. Está en una bodega refrigerada a la espera de la decisión de las autoridades nacionales”. Desde Prodesur, que tiene inversiones en Tierra del Fuego y vínculo directo a través de su dueño, Liu Zhijiang, con el gobernador fueguino Gustavo Melella, agregaron además que “no hay ningún sumario hasta el momento”. “El Tai An vuelve a salir a pescar mañana”, sostuvieron.

De todos modos, una vez que trascendió el áspero intercambio, fue Ferrara quien decidió renunciar a su cargo, el martes por la noche. Fuentes de Cancillería dejaron trascender a LA NACION que “Ferrara puso a disposición su renuncia”, y que la Canciller “se está interiorizando de los detalles para poder considerarla”, mientras sostiene su visita a Vietnam.

Ferrara, conocido de Mondino de los claustros universitarios, se desempeñaba hasta ayer como coordinador general de la Comisión Nacional de la Plataforma Continental (Copla), a las órdenes de la secretaria de Malvinas, Paola Di Chiaro. Más allá de desconocer los términos del intercambio de Ferrara con Suárez, todo hace suponer que Mondino le aceptará la renuncia para terminar con el escándalo, que roza a la Cancillería, ya que ocupa un asiento en el Consejo Federal de Pesca.

El diputado nacional Manuel Aguirre (UCR-Corrientes) presentó un proyecto de resolución que busca arrojar luz sobre la renuncia repentina del director de Control y Fiscalización Pesquera. “Es necesario investigar a fondo esta situación para verificar los hechos y determinar si se ha cometido un delito”, afirmó el legislador en su pedido. Desde el Senado, el también radical Pablo Blanco (UCR-Tierra del Fuego) pidió que Mondino y el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, den explicaciones “por las razones por las cuales no se cumplió la normativa vigente en relación con el control pesquero en el caso del buque chino de bandera argentina por una captura indebida de merluza negra”. Blanco reclamó además “las razones por las cuales un funcionario de la Cancillería ejerció presiones para propiciar el incumplimiento antes mencionado y cuáles son las medidas a tomar para que no vuelvan a repetirse actos depredatorios y de corrupción como el sucedido”, según reza en la presentación legislativa.

Más allá del conflicto puntual con el Tai-An (que aduce que el exceso de pesca de merluza negra se debió a una pesca incidental y extraordinaria) la decisión del gobierno de Javier Milei de impulsar la desregulación el mercado pesquero (y permitir que cada empresa compita y pesque casi a voluntad) y el pedido de sus superiores para que confeccione una lista de recorte de 50 personas en su área-reconocido por el propio Suárez-serían las dos razones fundamentales de la renuncia. “Era un camporista pasando la motosierra, no lo iba a aceptar. Se tomó del escándalo del Tai-An y quedó como un héroe”, comentaron fuentes del sector, sin mucha simpatía para con el funcionario renunciado.