Quién es Mohsen Rabbani, el presunto cerebro del atentado a la AMIA que hoy opinó sobre la muerte de Nisman
LA NACION
El iraní Mohsen Rabbani, acusado por el atentado a la AMIAArchivo
Mohsen Rabbani era consejero cultural de la Embajada de Irán en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, cuando un coche bomba hizo volar la AMIA y dejó 85 muertos. El clérigo y funcionario fue señalado después por la justicia argentina como el cerebro de los servicios de inteligencia iraníes detrás de ese ataque.
"Creo que a Alberto Nisman lo mataron", dijo el funcionario iraní esta mañana en una entrevista con Radio 10, consultado sobre la muerte en 2015 del fiscal que denunció un presunto encubrimiento por parte del gobierno de Cristina Kirchner a los acusados iraníes por el atentado. "Irán no tiene que ver con el tema de la AMIA", agregó en otro fragmento del reportaje.
Rabbani es uno de los principales sospechosos y uno de los ciudadanos iraníes sobre los que pesan circulares rojas de captura internacional de Interpol por el atentado a la AMIA.
Según la denuncia de Nisman, el exagregado cultural participó de negociaciones comerciales con las autoridades argentinas involucradas en el memorándum firmado en 2013 entre los gobiernos de Cristina Kirchner y Hassan Rohani -eje central de la denuncia de Nisman- e intervino en las tratativas dirigidas a garantizar su propia impunidad.
El año pasado, el gobierno de Mauricio Macri abrió un nuevo registro de grupos terroristas que incluyó por primera vez a Hezbollah, el grupo extremista chiita vinculado con Irán y señalado por la Justicia como el responsable de atentar contra la mutual judía. Como consecuencia, la Unidad de Información Financiera (UIF) dispuso el congelamiento de bienes y dinero de siete sospechosos de participar en el atentado contra la AMIA, entre ellos, Rabbani y el exembajador de Irán Hadi Solemainpour. Figuraban, entre otros bienes, propiedades de Rabbani en la localidad de Castelar.
Rabbani vivió en la Argentina entre 1983 y 1997, donde se desempeñó como líder religioso de la mezquita At-Tauhid, del barrio de Flores. Desde entonces mantiene su manejo del español, aunque con ciertas dificultades, como demostró hoy durante la entrevista de esta mañana.
Según informó LA NACION en 2010, las investigaciones sobre el atentado revelaron que el 14 de agosto de 1993 Rabbani participó en la ciudad de Macshad, en el nordeste iraní, de una reunión con altos funcionarios del régimen de Teherán, durante la cual se habría decidido el ataque contra la mutual judía. En marzo de 1994, Irán extendió la inmunidad diplomática a Rabbani al designarlo encargado de asuntos culturales de su embajada en Buenos Aires.
En 2015, meses después de la muerte de Nisman, el presunto agente proiraní Alejandro "Yussuf" Khalil, uno de los protagonistas de las escuchas de la denuncia de Nisman, dijo en una entrevista con la televisión argentina que Rabbani gestionó el envío de dinero al país a través de universidades de Teherán.
"Con Rabbani no tenemos ningún intercambio de dinero. Sí podemos discutir el tema de los precios o de una cotización porque teníamos trabajos culturales. Las mezquitas se soportan con un diezmo, un quinto, que es un aporte islámico. Muchas veces las universidades de Teherán contribuían con nosotros y le decíamos «necesitamos tanto para hacer el trabajo religioso»", apuntó sobre la mención del diplomático en los audios.
En la Argentina, Rabbani mantiene un vínculo con el líder piqueteroLuis D’Elia. En 2010, el dirigente lo visitó en Teherán y, meses después, el clérigo le concedió una entrevista para una radio argentina.
El 18 de enero de 2015, Nisman apareció muerto en su departamento de Puerto Madero horas antes de declarar en el Congreso sobre su denuncia por encubrimiento del atentado a la AMIA. Un peritaje de la Gendarmería Nacional concluyó que lo mataron, pero la ministra de Seguridad del gobierno de Alberto Fernández, Sabina Frederic, cuestionó ese estudio y anticipó sus intenciones de hacer uno nuevo. Las dudas alrededor de la muerte del magistrado se reavivaron en estos días ante la proximidad de un nuevo aniversario y con el estreno del documental de Netflix Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía.
