El heredero del trono visitó el Batallón del Regimiento Mercian por primera vez desde que se convirtió en su coronel en jefe
“Fue una verdadera instrucción para entender mejor el trabajo de la infantería moderna”. Así anunciaron en las redes oficiales de los príncipes de Gales la última misión de William en la llanura de Salisbury, al sur de Inglaterra. Allí, el heredero del trono –en su rol de coronel en jefe del Regimiento Mercian– se reunió con los soldados del Primer Batallón para interiorizarse de las tareas que realiza el equipo de combate.
Además de asistir a una sesión informativa sobre los trabajos de la 12a Brigada Blindada, el príncipe tuvo la oportunidad de conocer de cerca los vehículos militares y participar en un simulacro de asalto en el que lanzó granadas de humo y manejó el cañón de un tanque.
En agosto del año pasado, tras la muerte de la reina Isabel II, el Palacio de Buckingham anunció una reorganización de los cargos militares para miembros de la familia real. El príncipe William recibió entonces tres nuevos títulos: coronel en jefe del Regimiento Mercian y del Cuerpo Aéreo del Ejército y el de comandante real honorario de RAF Valley.
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