Explicadísimos: Distribución, iluminación y texturas, ejes en la reforma de este depto de 125m2
En esta obra en Villa Urquiza, integración total de la cocina con el comedor y parcial con el living, un nuevo sector de trabajo y deco que realza planos de sencillez elegante.
PARA LA NACION
Rodrigo Battaglia y Luciana Szechter se conocieron en la Facultad de Arquitectura (UBA) y ahí se dieron cuenta de que formaban un muy buen equipo. Cuando se recibieron, se animaron a presentarse en Casa FOA 2014, con tan buen resultado que decidieron crear su propio estudio, Basz.
El proyecto que hicieron para este departamento en Villa Urquiza involucró tanto arquitectura como interiorismo. “Cuando lo visitamos por primera vez, nos dimos cuenta de que había que trabajar en tres ejes: la distribución, para lo que usamos un gran mueble que esconde la cocina y separa el living; las texturas que incorporamos, para que los dueños disfrutaran al máximo cada espacio; y la iluminación”.
La función principal del tabique es integrar varios espacios sin ocultar del todo los ambientes y hacer del área social un todo.
“Todo living debería contar con más de una mesa (de arrime, centro o costado). Las viviendas de las familias jóvenes exigen espacios multifuncionales de uso cotidiano”.
El módulo de la biblioteca más cercano a la puerta (y el menos próximo al sillón) se aprovechó como espacio de trabajo agregando una mesa amurada.
A la vuelta nomás, cocina y comedor
De este lado, el tabique de madera cambia de color y función.
El gran plano laqueado en blanco esconde la heladera panelable, más lugar de guardado y hasta el ingreso al lavadero.
A continuación de la cocina está el comedor integrado, que tiene vista completa al balcón y parcial al living. La mesa con tapa de Neolith ‘Calacatta’ de casi dos metros está acompañada por un banco amurado y sillas ‘Horqueta’ (Federico Churba) tapizadas en lino ‘Amberes’ (Zanav). Pared entelada en rafia.
Vamos a los cuartos de chicos
En el pasillo que va del living a los dormitorios, Rodrigo y Luciana pensaron una extensión de la biblioteca principal de Federico Churba. Tras pasar la zona del palier, continua como mueble de recepción, ya que cuenta con un gran perchero.
Los dormitorios de los chicos fueron diseñados incorporando los intereses y gustos de cada uno en ciertos objetos y elementos de mobiliario. Aunque son casi idénticos en su forma, para diferenciarlos se trataron las texturas y los colores.
En el cuarto de la hija, la lámpara de techo ‘Gajos’ de La Feliz es blanca. Su hermano tiene el mismo modelo en madera natural.
Para el cuarto de él, muebles en melamina roble (Egger); para el de ella, laqueada en blanco. Las paredes se decoraron con un mural geométrico en tonos de rosa en un caso, y con una referencia al Hombre Araña en el otro.
Suite principal
En este ambiente se volvieron a instalar rajas de iluminación difusa para que le otorgaran un clima cálido al espacio. El mobiliario juega entre elementos pesados y livianos y texturas de géneros y maderas de poro abierto.
Aquí se repitió el recurso que se hizo con la cocina: se “escondió” el baño en una gran caja revestida melamina de tono roble claro.
El respaldo mide tres metros y medio de largo y está tapizado en veluti tono mica (De Levie). Edredón está confeccionado en tusor off white y pie de cama bifaz en lino washed white y Ambere (De Levie), todo diseñado por el Estudio Basz.
Buena iluminación
La iluminación es uno de los destacados de este proyecto, ya que se pensó cada detalle para que todos los ambientes fueran cálidos al caer el sol y acentuaran el diseño de cada mueble que se instaló.
En cada parante vertical de esta biblioteca se colocaron líneas de led para que iluminaran el ambiente de manera difusa desde el fondo
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