Tensión: un hombre murió baleado frente a un hospital y denuncian que fue un caso de gatillo fácil
La pareja de la víctima afirma que no lo atendieron y que lo arrastraron hasta dejarlo tirado en uno de los pasillos del hospital Belgrano, de San Martín; el episodio se produjo tras una gresca por la detención de un borracho; los vecinos cortaron las calles para protestar
Al filo de la medianoche del sábado, un albañil de 33 años identificado como José Luis Fernández fue asesinado a balazos por un policía bonaerense asignado a la custodia del Hospital Belgrano, en el límite entre San Martín y Vicente López.
Reunidos junto a la Avenida de los Constituyentes, límite entre los dos partidos, decenas de vecinos y familiares de la víctima, que vivía en la villa Melo, afirmaron a LA NACION que se trató de un caso de gatillo fácil, que el policía ejecutó a González a sangre fría luego de una discusión que comenzó en la vereda del hospital e incluyó una gresca de la que participaron varias personas, además de otro uniformado. El cuerpo quedó en uno de los pasillos interiores del centro de salud.
Durante toda la mañana y buena parte de la tarde, hubo cortes de calle como medida de protesta. La policía bonaerense desplegó brigadas especiales para contener cualquier intento de intrusión al hospital, que permanecía con fuerte custodia en su interior.
Los vecinos de la zona señalaron que la refriega comenzó porque un grupo de personas les pidió tranquilidad a efectivos policiales que habían concurrido al lugar para arrestar a un hombre en estado de ebriedad en la puerta del hospital. Fue en esas circunstancias que la discusión subió de tono y derivó en un incidente generalizado que terminó con el borracho detenido y con González muerto de un tiro.
La policía explicó que dispararon para defender a uno de los agentes que fue herido con un cuchillo por el borracho al que habían reducido. Los vecinos de la víctima, en cambio, afirman que González no tuvo nada que ver con esa agresión y que, en la gresca, tras un incidente con un policía, recibió la descarga del arma reglamentaria del oficial, que no fue detenido.
Los vecinos accedieron a un video de las cámaras de seguridad del hospital, donde se observa como González pelea con un policía de civil que, al verse derrotado en una pelea de puños, extrae su arma y -cuerpo a cuerpo- le dispara a quemarropa. Luego, otros efectivos patean al obrero asesinado para que caiga al piso. En los minutos previos se observa una discusión acalorada y corridas que antecedieron a la trágica pelea.
Luego de que el albañil fue baleado, le pisaron la cabeza cuando yacía herido en el piso. Este registro audiovisual confirmaría la versión de los vecinos, que desde un primer momento desmintieron la teoría de un supuesto enfrentamiento a tiros y denunciaron un crimen efectuado cuando no existían motivos de riesgo, ya que en el lugar se advierte la presencia de al menos diez policías.
Durante la tarde del domingo, desde la familia de la víctima dijeron a LA NACION: “Estamos en shock, no caemos en lo que pasó. Todavía pensamos que vamos a salir y lo vamos a ver a José Luis sentado en el quiosco. Su esposa no se puede quebrar porque tiene cuatro hijos, pero la familia está destrozada”.
Allí, la noche fue larga. Durante una recorrida de este diario por la zona en plena madrugada, familiares y amigos aportaron sus testimonios de dolor. “El muchacho asesinado era un trabajador. Pasaron cinco horas desde que lo mataron y todavía no llegaron ni un fiscal ni un juez para que podamos contar lo que ocurrió”, reclamaba esta madrugada un joven amigo de la víctima, mientras mostraba algunas evidencias recolectadas por los vecinos de la zona, entre las que se encontró una vaina correspondiente a una munición de plomo calibre .380 y cartuchos de escopeta correspondientes a municiones antidisturbios.
En esa línea, un familiar de la víctima agregó: “No tenía antecedentes penales”.
Los vecinos señalaron, por ejemplo, impactos en una pared que, aseguraron, se correspondían con disparos de armas de fuego efectuados hacia el barrio desde el hospital, donde se habían atrincherado los policías.
La información aportada por allegados a la víctima es concordante con lo que se ve en los videos conocidos luego del homicidio, en los que puede verse cómo policías disparaban apostados desde el hospital, mientras que otras imágenes los muestran avanzando sobre los vecinos en los accesos a los pasillos del barrio Melo, en Vicente López.
Según narran quienes estaban en el lugar del crimen, todo comenzó cuando los vecinos reclamaron tranquilidad a un grupo de policías que previamente habían detenido a un hombre alcoholizado. La versión policial indica que este habría atacado a los uniformados con un cuchillo. La fiscal de San Martín Gabriela Disnan analiza cómo, a partir de eso, se llegó a la muerte de González.
“Es un caso claro de violencia institucional”, replicó uno de los vecinos, mientras en la madrugada se desplegaban nuevamente agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la policía bonaerense.
Los vecinos denunciaron que la escena del crimen no fue preservada correctamente. “Limpiaron la escena”, dijo uno de los amigos de la víctima. Respecto de este punto, exigen que se resguarden los videos de al menos tres cámaras dispuestas en los alrededores del hospital y piden que enfermeros y médicos presten declaración para saber qué ocurrió cuando los propios policías dejaron al joven baleado en la puerta de la guardia. “Lo arrastraron como a un perro y quedó tirado ahí”, dijo uno de los amigos del hombre que fue mortalmente baleado.
El relato de la pareja
Durante la madrugada, solo había prestado declaración la esposa de González. Lo hizo ante autoridades policiales en la comisaría 8a. de San Martín, ubicada sobre la calle 4 de Febrero al 520, en el barrio Villa Concepción. Julia estaba desde hace 14 años en una relación con José Luis, el hombre que falleció en el episodio, y aseguró que él no tuvo nada que ver con el hecho delictivo.
“Lo tiraron ahí, en el pasillo de la guardia, no lo llevaron al quirófano. Lo dejaron ahí. Los médicos me dijeron que fueron cinco tiros, pero que no podían confirmar”, aseguró al canal de noticias LN+.
Asimismo, contó que en el momento de los hechos ella había ido a su casa, al escuchar los disparos, y que su hija se acercó para decirle: “¡Le dispararon a mi papá, le dispararon a mi papá!”. Además, Julia contó que un vecino le dijo que a José Luis lo habían matado adelante suyo.
“Hubo todo un conflicto y no sé en qué momento le dispararon; dicen que atacó a un policía, no me dicen nada más”, explicó la mujer de González, angustiada y conmocionada por lo sucedido.
Insistió con que su pareja trabajaba como albañil y que no era un delincuente, y que cuando lo fue a ver ya estaba en una sala, tapado, y que los disparos continuaron varias horas más porque en total fueron tres los tiroteos.
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