Esta mañana el hall central de la estación de trenes de Retiro amaneció abarrotado por cientos de personas en busca de un pasaje para viajar al interior durante el verano. Algunas de ellas llegaron esta madrugada. Pero otras iniciaron un acampe que comenzó hace más de 72 horas.
“Llegué el domingo a las 15. Quiero un pasaje a Santiago del Estero para visitar a mi familia en febrero. Las últimas dos noches dormí acostada en el piso, tapada con una frazada”, contó Victoria Basualdo, de 57 años, repostera y vecina de San Justo. Por las dificultades económicas mucha gente que antes viajaba en ómnibus este verano lo hará en tren, opinó Victoria.
“El pasaje en tren me cuesta $375; en micro, $1500”, dijo alzando la voz, que se ahogaba en el aplauzazo que habían iniciado muchos pasajeros para apurar la atención.
Hace un mes Trenes Argentinos Larga Distancia anunció que hoy se iniciaría en esta estación la venta de pasajes para viajar a Tucumán, Rosario y Córdoba, y sus estaciones intermedias. En la estación de trenes de Constitución se registraron escenas similares.
Desde González Catán
Raquel Vadéz, de 49 años, empleada doméstica, llegó a Retiro desde González Catán el sábado a las 9 para comprar un pasaje a Tucumán. Las dos primeras noches debió dormir en la calle porque la policía no permitió que la gente lo hiciera dentro del hall central. Sólo la tercera noche fueron autorizados a hacerlo allí. “Fue un peligro: tuvimos que dormir en la calle, sin custodia policial, ¡y con toda la plata de los pasajes encima!”, se indignó. Y agregó que la venta debería organizarse otra manera: “Es una vergüenza”.
Por la noche la cola medía unos 400 metros: se extendía por la calle Ramos Mejía desde la primera entrada del edificio de la línea Mitre hasta la Estación de Ómnibus.
Un cordón policial formado por una docena de efectivos custodia la entrada a la oficina de la boletería, donde atienden siete ventanillas, que empezaron la venta de pasajes hoy a las 6.
“Llegué el sábado al mediodía. Quiero un pasaje para pasar las fiestas en Santiago del Estero con mi familia”, contó Gladis Banegas, de 38 años, ama de casa y vecina de Berazategui. Agregó que el trato “es malísimo”. Viene todos los años, pero le parece que esta vez hay mucha más gente.
“Están viniendo más personas que otros años porque el servicio ferroviario mejoró mucho. Y desde el año pasado se corrió la voz entre la gente”, explicó una fuente de Trenes Argentinos Larga Distancia. Agregó que antes era imposible saber con precisión el horario de salida y llegada de los trenes, pero que ahora se cumplen con rigor.
Hoy la venta de pasajes continuará hasta las 22, aunque se está considerando extender el horario de atención. Cada pasajero puede comprar un máximo de cinco pasajes.
También es posible comprar pasajes a través de internet. Pero hace falta tener una tarjeta de crédito. Sin embargo, quienes comenzaron su acampe hace días es gente de condición humilde, llegada desde los partidos más postergados del conurbano bonaerense con la ilusión de conseguir un pasaje que les permita visitar a su familia en el verano.
Armando Romero, de 58 años, albañil, denunció un fraude: “Con frecuencia los pasajes se agotan. Pero después uno ve que muchos trenes viajan medio vacíos: es porque algunas compañías de ómnibus compran los pasajes para que la gente se vea obligada a viajar en micro, que es muchísimo más caro”.
