Conteo preliminar sitúa a Modi camino de un 3er mandato en las elecciones en India
Nueva delhi (ap) — el partido del primer ministro de india, narendra modi, mostraba una amplia ventaja por delante de su rival más cercano en las tendencias de voto preliminares publicadas el martes por la comisión electoral india.
Tras tres horas de conteo, el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata de Modi iba en cabeza en 239 circunscripciones por 542 escaños parlamentarios y ya había ganado una en una votación sin rivales.
El principal partido opositor, Congreso, lideraba en 96 circunscripciones.
La Comisión Electoral no publica datos sobre el porcentaje de votos contabilizados, pero se esperaba que el conteo durase toda la jornada. El proceso requería procesar unos 642 millones de votos en el ejercicio democrático más grande del mundo.
El partido de Modi forma parte de la Alianza Democrática Nacional, cuyos partidos iban en cabeza en 286 circunscripciones, según los datos preliminares. Congreso forma parte de la alianza India, que iba en primer lugar en 197 circunscripciones.
Hacen falta 272 escaños para obtener una mayoría en el parlamento.
Las elecciones de 6 semanas son consideradas un referéndum sobre el desempeño de Modi, que lleva una década en el poder. Si se cumplen las previsiones y el gobernante de 73 años gana, será apenas la segunda ocasión en que un mandatario indio retiene el poder por un tercer periodo, después de Jawaharlal Nehru, el primer ministro inicial del país.
Casi 970 millones de personas, más del 10% de la población del mundo, podían votar. La participación fue de aproximadamente el 66% a lo largo de las siete fases, según datos oficiales.
Un calor extremo golpeó India mientras los votantes se dirigían a las urnas, con temperaturas por encima de los 45 grados Celsius (113 grados Fahrenheit) en algunas partes del país. El principal responsable electoral, Rajiv Kumar, dijo que las autoridades habían aprendido una valiosa lección. “Deberíamos haber completado la votación al menos un mes antes”, dijo. “No deberíamos haberla dejado continuar hasta tener tanto calor”.
El martes, trabajadores del BJP realizaron un ritual hindú ante la sede del partido en Nueva Delhi antes de que comenzara el conteo. Por su parte, seguidores del partido Congreso en la sede del partido parecían animados y coreaban lemas que elogiaban a Rahul Gandhi, que lideró la campaña del partido.
En sus 10 años en el poder, Modi ha transformado el paisaje político indio. Su popularidad ha sobrepasado a la de su partido y ha convertido las parlamentarias en un proceso que cada vez recuerda más a una campaña presidencial. El resultado es que el BJP depende cada vez más de la marca de Modi para mantenerse en el poder, y los legisladores locales quedan en un segundo plano incluso en las elecciones estatales.
“Modi no sólo era la estrella de la campaña, sino el único en la campaña de estas elecciones”, dijo Yamini Aiyar, experto en política pública.
Sus partidarios le ven como un líder fuerte hecho a sí mismo que ha mejorado la posición de India en el mundo y atribuyen a sus políticas proempresas el que India sea la quinta economía más grande del mundo.
Sin embargo, una década de su mandato también ha dejado al país profundamente dividido. Los críticos y rivales de Modi dicen que su política de priorizar el hinduísmo ha fomentado la intolerancia, el discurso de odio y ataques descarados contra las minorías del país, especialmente los musulmanes, que son el 14% de la población.
La economía india, una de las que crece más deprisa, se ha vuelto más desigual bajo el mandato de Modi. Aunque el mercado bursátil registra máximos históricos y el número de multimillonarios se multiplica, el desempleo juvenil se ha disparado y apenas una pequeña parte de los indios se beneficia del crecimiento económico.
Los críticos de Modi afirman que la democracia está flaqueando durante su gobierno, que cada vez emplea tácticas más enérgicas para someter a rivales políticos, asfixiar a los medios independientes y aplastar la disidencia. El gobierno ha rechazado esas acusaciones y afirma que la democracia está floreciendo.
Cuando abrieron las urnas a mediados de abril, un BJP lleno de confianza centró al principio su campaña en las “garantías de Modi”, recalcando los logros económicos y de bienestar del mandatario, que según su partido han reducido la pobreza. En un mitin tras otro, Modi afirmaba que con él al timón, “India se convertirá en una nación desarrollada para 2047”.
Pero la campaña se fue volviendo cada vez más estridente conforme Modi incrementaba la retórica divisiva contra la minoría musulmana, una estrategia que se cree moviliza a su base de votantes de la mayoría hindú.
Su oposición, la alianza INDIA liderada por Congreso, ha atacado a Modi por su política nacionalista hindú. Confía en beneficiarse del creciente descontento económico y su campaña se ha centrado en asuntos de desempleo, inflación y desigualdad.
Sin embargo, la amplia alianza de más de una docena de partidos políticos se ha visto marcada por las diferencias ideológicas y deserciones, lo que ponía en duda su eficacia. La alianza también afirma que ha sido perseguida de forma injusta y señala a una serie de redadas policiales, detenciones e investigaciones de corrupción contra sus líderes por parte de agencias federales que, afirman, tienen motivaciones políticas. El gobierno lo ha negado.
Otra victoria consolidaría a Modi como uno de los líderes más populares e importantes del país. En 2019 obtuvo una gran victoria, en la que el BJP obtuvo 303 de los 543 escaños del parlamento.