El Parlamento catalán activa el plazo de dos meses para investir un presidente regional
El presidente del Parlamento catalán, Josep Rull, activó este miércoles el plazo de dos meses para que algún candidato logre ser investido presidente de esta región española o, en caso contrario, se convocarán nuevas elecciones, tras comprobar que ningún postulante tiene todavía los apoyos suficientes.
"Esta presidencia (...) constata que no le ha sido posible proponer al pleno del Parlament ningún candidato o candidata para ser investido presidente", leyó Rull ante el pleno del Parlamento de esta región escenario de una tentativa fallida de secesión en 2017.
"Por medio de esta resolución da cuenta al pleno del Parlamento de esta circunstancia al efecto del inicio del cómputo del plazo de dos meses" para lograr una investidura, agregó antes de dar un breve turno de palabra a cada grupo parlamentario.
Tras las elecciones catalanas del 12 de mayo, que vencieron los socialistas pero con necesidad de articular pactos para gobernar, el primer plazo para intentar una investidura finalizaba estaba semana.
Pero tanto el candidato socialista, Salvador Illa, como el independentista Carles Puigdemont -cuya formación terminó segunda y también busca ser investido-, prefirieron no intentarlo de momento y seguir buscando apoyos. Por ello, Rull decidió celebrar este acto sustitorio para activar la cuenta atrás que culminará el 26 de agosto.
Si para entonces ningún candidato ha logrado ser investido, se convocarán nuevas elecciones regionales en octubre.
En los comicios catalanes de mayo, el Partido Socialista del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, consiguió 42 de los 135 escaños de un Parlamento regional en el que el independentismo registró sus peores resultados en décadas.
Pero, a pesar de su aumento de votos, el camino de Illa hacia la presidencia de esta importante región de ocho millones de habitantes, y uno de los motores económicos de España, no es sencillo.
Su preferencia es conseguir los apoyos de la izquierda radical, que ya forma parte del gobierno central (6 escaños), y de Izquierda Republicana de Cataluña, ERC (20), con los que sumaría mayoría absoluta. Sin embargo, las exigencias de estos últimos sobre financiación regional parecen por el momento muy elevadas para los socialistas.
Los votos de ERC también son cortejados por Puigdemont (35 escaños), quien no renuncia a su ambición de regresar a Cataluña para recuperar el puesto que ostentaba hace casi siete años cuando lideró la fallida secesión.
Su apuesta, sin embargo, parece muy complicada ya que ni siquiera agregando a los dos diputados que logró Alianza Catalana -una nueva formación separatista de extrema derecha, con la que el resto de partidos aseguró que no pactaría-, el independentismo conseguiría la mayoría absoluta de 68 escaños.
Instalado en Bélgica o Francia para eludir a la justicia española desde 2017, Puigdemont está pendiente de la aplicación de la ley de amnistía que aprobó recientemente el Parlamento español, y afirmó que regresaría para cuando se celebre el debate de investidura.
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