La adrenalina invade las aguas en los Juegos con el debut del kajak-cross

Cuando el piragüismo recibe una inyección de adrenalina, el resultado es el kayak-cross, una nueva y espectacular disciplina que debuta el sábado en los Juegos Olímpicos.
Los que aún tengan la imagen del kayak como un deporte de naturaleza disputado en un apacible río tendrán sin duda, un ataque de nervios.
"El kayak cross es una masacre de principio a fin (...) nunca sabes lo que va a pasar hasta que llegas a la meta", afirma entusiasmada la británica Kimberley Woods, actual campeona del mundo de la disciplina.
"Es tan diferente del eslalon: cuatro kayakistas, unos contra otros, chocando unos con otros, es una carrera emocionante de ver y de competir", añadió Luuka Jones, de Nueva Zelanda.
En sus inicios la disciplina se denominaba kayak extremo, un término que lo sitúa entre los deportes "divertidos" y espectaculares, como el BMX, que se convirtieron en deportes olímpicos para rejuvenecer la audiencia de los Juegos Olímpicos y modernizar su imagen.
Esa modalidad forma parte del programa de la Copa del Mundo de eslalon desde 2015 y de los Campeonatos del Mundo desde 2017.
En el programa olímpico, la inclusión del kajak-cross en detrimento de dos pruebas de kayak en línea, ha ofendido, y sigue ofendiendo, a muchos puristas de este deporte.
- Maniobras de alta complejidad –
El kayak-cross tiene poco que ver con el eslalon, como demuestra su impresionante salida desde una rampa de más de cuatro metros de altura.
Para llegar a la meta, a diferencia del eslalon, hay que tocar las ocho puertas (seis en sentido descendente, dos contra corriente)-
Por si los inevitables choques entre participantes, protegidos con cascos integrales y protectores pectorales, no fueran suficientes para hacer la carrera aún más dura, cada participante tiene que realizar una maniobra de esquimotaje (360 grados parcialmente en el agua, permaneciendo sentado en el kayak).
"Cuando estás en la salida de una carrera, los peligros que tienes en un eslalon se multiplican por 1.000. En lugar de tener uno o dos planes de carrera, tienes que tener quince", explica el francés Boris Neveu, subcampeón del mundo en 2023, que aspira a una de las medallas que se entregarán el lunes al final de un cuadro eliminatorio.
Otra peculiaridad de la disciplina es que los kayaks de travesía son más pesados (18 kg frente a 9) y más cortos (2,60 m frente a 3,50 m) que los de eslalon, y están fabricados en polietileno en lugar del carbono que se utiliza normalmente.
- Mantener el rumbo -
"Estamos un poco atascados en el agua. No puedes usar mucho el agua, porque el barco no es muy rígido, no responde bien. Hay que usar los brazos", explica Neveu, que representará a Francia.
"Como consecuencia, hemos tenido que replantearnos nuestro entrenamiento y centrarnos en fortalecer los músculos", admite Benoit Peschier, entrenador de Neveu.
Aunque el británico Joe Clarke completó con éxito el doblete kayak eslalon/kayak-cross en los últimos Campeonatos del Mundo, muchos vaticinan que con el tiempo habrá kayakistas que se concentren en una única modalidad.
Todo apunta a que el rumbo de este deporte está a puertas de reescribirse.
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