La cápsula starliner de boeing, con dos astronautas, se acopla a la estación espacial internacional

Por Joey Roulette y Steve Gorman
6 jun (Reuters) - La nueva cápsula Starliner de Boeing y una tripulación inaugural de dos miembros de la NASA se acoplaron sin problemas a la Estación Espacial Internacional (EEI) el jueves, superando una prueba clave para demostrar la capacidad de vuelo de la nave y agudizar la competencia del fabricante con SpaceX de Elon Musk.
El acoplamiento se logró a pesar de una pérdida anterior de varios propulsores de chorro de control de guía, algunos de ellos debido a una fuga de propulsión de helio, que la NASA y Boeing dijeron que no debería comprometer la misión.
El CST-100 Starliner, con los veteranos astronautas Barry "Butch" Wilmore y Sunita "Suni" Williams a bordo, llegó a la plataforma orbital tras un vuelo de casi 27 horas después de su lanzamiento desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
La cápsula reutilizable con forma de gota de chicle, apodada "Calypso" por su tripulación, fue lanzada al espacio el miércoles sobre un cohete Atlas V equipado y pilotado por la empresa conjunta de Boeing y Lockheed Martin United Launch Alliance.
La nave se acopló de forma autónoma a la EEI cuando ambas orbitaban a unas 400 kilómetros sobre el sur del Océano Índico a las 1734 GMT, mientras los dos vehículos surcaban el globo en tándem a unos 28.160 kms por hora.
La aproximación final de la nave y el acoplamiento, tras un breve intervalo en el que Wilmore controló manualmente la cápsula, fueron retransmitidos por Internet por la NASA. "Es un placer estar unido a la gran ciudad del cielo", dijo Wilmore por radio al control de la misión en Houston, tras el acoplamiento.
Una vez conectados firmemente con una serie de 12 ganchos, Wilmore y Williams debían realizar una serie de procedimientos estándar, como comprobar si había fugas en la esclusa y presurizar el paso entre la cápsula y la EEI, antes de abrir las escotillas de entrada.
Los siete tripulantes actuales de la estación les darán la bienvenida a bordo: cuatro astronautas estadounidenses y tres cosmonautas rusos. Está previsto que Wilmore y Williams permanezcan a bordo unos ocho días, para luego partir en un vuelo de regreso.
Starliner realizará una candente reentrada a través de la atmósfera terrestre y terminará con un aterrizaje asistido por paracaídas y airbag en el desiertos suroeste de Estados Unidos, una primicia para una misión tripulada de la NASA.
Años de problemas técnicos
El lanzamiento del Starliner el miércoles se produjo tras años de problemas técnicos, varios retrasos y una primera misión de prueba con éxito en 2022 al laboratorio orbital sin astronautas a bordo.
Los fallos de última hora habían echado por tierra los dos primeros intentos de lanzamiento con tripulación del Starliner, incluida una fuga de helio en el sistema de propulsión de la cápsula que, según determinaron luego las autoridades, no era tan grave como para justificar una reparación mecánica.
Boeing construyó Starliner bajo contrato con la NASA para competir con la cápsula Crew Dragon de SpaceX, que desde 2020 ha sido el único vehículo de la agencia espacial estadounidense para enviar tripulantes de la ISS a órbita desde suelo estadounidense.
La misión actual marca el primer vuelo de prueba de Starliner con astronautas a bordo, un requisito antes de que la agencia espacial pueda certificar la cápsula para misiones rutinarias de astronautas.
Los dos tripulantes de Starliner son veteranos de la NASA, que ya han pasado 500 días en el espacio entre los dos. Wilmore, de 61 años, es capitán retirado de la Armada y piloto de caza, y Williams, de 58 años, fue piloto de pruebas de helicópteros de la Armada con experiencia en más de 30 aeronaves diferentes.
Conseguir que la nave llegue a este punto ha sido un proceso tenso para Boeing en virtud de su contrato de 4.200 millones de dólares a precio fijo con la NASA, que quiere la redundancia de dos viajes diferentes de Estados Unidos a la EEI.
El Starliner lleva varios años de retraso y más de 1.500 millones de dólares de presupuesto. Mientras tanto, las operaciones de fabricación de aviones comerciales de Boeing se han visto sacudidas por una serie de crisis relacionadas con sus reactores 737 MAX.
(Reporte de Joey Roulette en Washington y Steve Gorman en Los Ángeles; Editado en español por Raúl Cortés Fernández)