Léon Marchand, el prodigio de la natación francesa que aspira a cuatro medallas
La natación francesa espera en los Juegos de París-2024 encontrar su nuevo héroe en Léon Marchand, que en su segunda cita olímpica compite en cuatro pruebas individuales, en las que tiene grandes posibilidades de ganar el oro.
Con 22 años y cinco títulos mundiales, el nadador, natural de Toulouse, figura ya entre los grandes talentos del momento.
Después de unos primeros Juegos prometedores en Tokio, en los que disputó una final, la carrera de Marchand dio un salto de calidad en los Mundiales de Budapest de 2022.
A sus 20 años, se fue de Hungría con dos títulos mundiales (200m estilos y 400m estilos) y una medalla de plata en 200m mariposa.
Marchand confirmó su nivel el año pasado en los Mundiales de Fukuoka, esta vez con tres oros, en 200m mariposa y en 200m y 400m estilos.
Y fue precisamente en esta última distancia en la que dejó huella, al pulverizar con un tiempo de 4:02.50 minutos el récord del mundo de la categoría, hasta entonces en mano de la leyenda Michael Phelps.
El nadador norteamericano había establecido la anterior plusmarca en los Juegos de Pekín-2008, con 4:03.84.
- Phelps, el gran referente -
Y si bien la comparación con el ganador de 23 oros olímpicos es muy osada, el joven nadador de Toulouse quiere emular al norteamericano. De hecho, lleva tres años entrenando en Estados Unidos a las órdenes del que fuera el mentor de Phelps, Bob Bowman.
En un gesto por cierto cargado de simbolismo, Marchand recibió de manos de Phelps el oro de los 400m estilos en el podio de Fukuoka.
"Michael Phelps es el mayor nadador de todos los tiempos, así que obviamente fue muy especial para mí", dijo entonces un radiante Léon Marchand.
Se presenta por tanto en París-2024 con confianza, y espera causar sensación. Peleará en cuatro pruebas individuales: 200m braza, 200m mariposa, 200m estilos y 400 m estilos.
"Combina varias cosas", dice de él Bob Bowman. "En primer lugar tiene un buen carácter, y una mirada adecuada sobre la competición. Entiende lo que es importante en el momento clave. Pero también reúne los aspectos físicos: aguante, velocidad y buena técnica. Así que tiene todo lo necesario para ser un gran nadador".
- Un desafío y una suerte -
"Me gusta" figurar como favorito, dice el nadador. "Antes no me gustaba tanto, no tenía ganas de mostrarme, pero pienso que ahora lo veo más como un desafío (...) y es emocionante para mí", dice.
Rodeado de un preparador mental desde hace años, este descendiente de una estirpe de nadadores (su padre Xavier compitió en Atlanta-1996 y Sídney-2000, su madre Céline Bonnet en Barcelona-1992 y su tío Christophe en Seúl-1988 y Barcelona-1992) sabe anticipar las expectativas.
"Me preparo mental y físicamente para eso. Lo entendí cuando batí el récord de Michael (Phelps). Enseguida me dije en mi cabeza: 'bueno, los Juegos de París van a ser diferentes de lo que había imaginado'".
"Estas dos semanas serán bastante intensas. Es un nuevo desafío, pero sobre todo una suerte".
Dif/avl/ma