Si bien el año cerraría con una baja en la producción del 7%, hay una mejora en la proyección de los números del negocio; el rol de un mercado ahora libre
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“La lechería va cicatrizando la herida de más de 33 meses de resultados negativos producto de la intervención aplicada por el gobierno anterior”, afirmó Ezequiel De Freijo, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), al analizar la situación del sector lácteo. Según el especialista, tras una baja acumulada del 11% en la producción, la caída se moderó al 6% en agosto, y se prevé que el año cierre con una disminución del 7% versus los 11.325,6 millones de litros de 2023. La mejora comenzó en mayo pasado gracias a una mayor certidumbre para la actividad y una relación más favorable entre el costo del maíz y la leche, lo que permitió una recuperación en la producción.
En este marco, las exportaciones del sector lácteo mostraron un crecimiento del 13% en volumen entre enero y agosto de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. No obstante, el consumo local sigue afectado por la caída en el ingreso real, lo que impacta principalmente a productos como yogures y postres. Los precios internacionales de los lácteos han permitido sostener las exportaciones.
De Freijo recordó que las políticas del gobierno anterior, como los controles de precios, restricciones a las exportaciones y el cepo cambiario, generaron un “sesgo antiexportador” en un sector que necesita exportar entre el 20% y 25% de su producción para evitar sobreoferta en el mercado local. Esto, sumado a los derechos de exportación, deterioró la rentabilidad de los productores. En plena campaña electoral, el exministro de Economía, Sergio Massa, suspendió el cobro de las retenciones a los lácteos. En tanto, el gobierno de Javier Milei las eliminó de manera definitiva.
El cambio de escenario se refleja en los datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que junto con el INTA, registró 33 meses consecutivos de resultados negativos para el sector. “El primer resultado negativo ocurrió en octubre de 2021 y, a partir de allí, el indicador fue negativo todos los meses hasta mayo de 2024″, señaló De Freijo. Aunque los meses de junio y julio volvieron a ser negativos, en agosto se observó una leve recuperación. En rigor, en agosto último se estimó un precio de $421 por litro frente a un costo de $418, lo que dejó un margen positivo de casi tres pesos.
El impacto de los resultados negativos se reflejó en una caída de la producción. “El año pasado, entre mayo y junio, la producción empezó a caer porque los productores se desprendieron de vacas, lo que redujo el stock y, por ende, la producción de leche”, explicó De Freijo.
Entre enero y agosto de 2024, la producción acumuló una caída del 10,9%. No obstante, la baja parece haberse moderado en los últimos meses, ya que la producción diaria en agosto fue un 6% menos que en el mismo mes del año pasado. “Esto indica que, aunque entre enero y agosto la producción cayó casi un 11%, en los márgenes ya se está observando un comportamiento distinto”, destacó De Freijo. La estimación para todo 2024 es que la producción cierre con una caída de entre el 7% y el 8%.
Panorama
El especialista también señaló que el panorama actual para la industria lechera es único. “Estamos en una situación que pocas veces hemos visto en los últimos 20 años. La exportación es completamente libre y no hay derechos de exportación. No existen trabas más allá de las complicaciones que genera el tipo de cambio”, explicó. En el mercado interno, que representa el 80% del destino de la producción, los precios no están intervenidos. “Esto ha permitido que las industrias mejoren su capacidad de pago a los productores”, agregó.
A pesar de las señales de recuperación, De Freijo advirtió sobre algunos desafíos que el sector enfrenta. “Habrá que ver cómo evoluciona la situación de la sequía, que afectó los verdeos de invierno y la producción de forraje, particularmente en zonas de Córdoba y Santa Fe”, afirmó. Además, destacó la presencia de la chicharrita, una plaga que ha impactado negativamente en la producción de forraje en estas regiones.
En el plano internacional, el precio de la leche en polvo se ha mantenido por encima del promedio histórico, lo que ha beneficiado las exportaciones de productos lácteos. Entre enero y agosto de este año, las exportaciones en litros equivalentes de leche aumentaron un 13% respecto al año pasado, pasando de 1485 millones de litros a 1680 millones. Representó el 26% de la producción total del país.
En cuanto a productos específicos, la exportación de leche en polvo entera creció un 13%, alcanzando las 73.300 toneladas. Los quesos también mostraron un crecimiento significativo: el queso mozzarella incrementó un 26%, pasando de 29.000 a 37.000 toneladas, mientras que los quesos de pasta dura aumentaron un 16%, y los de pasta semidura un 4%.
Por último, destacó la importancia de monitorear la compra de leche destinada a la producción de quesos para sostener la demanda estacional del verano. También señaló que la recuperación del ingreso de los trabajadores será clave para revertir la caída en la demanda local.
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