Nicolás Ajzenman: "Los gobiernos corruptos terminan generando ciudadanos más deshonestos"
Estudió Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y realizó el máster en la Universidad de San Andrés; en Harvard University cursó un máster en Administración Pública en el Desarrollo Internacional; hizo el doctorado en Economía en el Instituto de Estudios Políticos de París, Sciences Po; actualmente es profesor e investigador en la Sao Paulo School of Economics

Nicolás Ajzenman (34) se mudó pocos meses atrás a San Pablo, Brasil, para enseñar temas de economía del comportamiento en las carreras de licenciatura y en la maestría en Economía de la universidad Sao Paulo School of Economics. "La economía del comportamiento trata de encontrar ciertas anomalías o desvíos sistemáticos con respecto a los supuestos que se hacen en los estudios económicos, con la idea de incorporarlos a los modelos y de poder predecir mejor la forma en que tomamos decisiones", explica el profesor investigador.
Antes de llegar a San Pablo vivió en la ciudad de Washington, donde trabajó para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -con el cual sigue relacionado a través de algunos proyectos- e hizo algunas investigaciones para el Banco Mundial.
Entre sus investigaciones, el economista tiene una dedicada a la relación entre políticos corruptos y las sociedades que gobiernan. Allí concluyó que "gobiernos corruptos terminan generando ciudadanos más deshonestos".
-Usted escribió un paper sobre lo que genera en la sociedad tener políticos corruptos. ¿De qué se trata?
-En ese paper, que fue escrito con datos de México, muestro que los escándalos de corrupción de un gobierno tienen un impacto sobre la deshonestidad o la "corrupción" de los ciudadanos: gobiernos corruptos terminan generando ciudadanos más deshonestos. Para estudiar esto utilizamos actos de corrupción real, que vienen de auditorías de la justicia mexicana a gobiernos subnacionales y municipales, y después medimos la deshonestidad con varios tipos de datos, como por ejemplo, cuánto se copiaron los alumnos en las escuelas secundarias. La conclusión es que hay un efecto cuando el líder político da una señal clara de lo que se puede hacer y lo que no. Cuando muestra que siendo corrupto está todo bien, los ciudadanos descubren o aprenden algo nuevo sobre las normas de su comunidad: si el líder es corrupto, entienden que está bien ser corrupto y actúan en consecuencia.
-¿Cuándo se corta con el círculo vicioso de que políticos corruptos generan sociedades más deshonestas que, a su vez, no tienen entonces problema en seguir votando líderes corruptos?
-En el paper no puedo mostrar mucho sobre eso, pero la idea es que se trata de un efecto de reforzamiento. Hay muchos motivos por los cuales los ciudadanos corruptos terminan derivando en gobiernos corruptos. Con lo cual, si también decimos que gobiernos corruptos generan ciudadanos corruptos, uno diría que no se corta, porque al final es como una especie de afianzamiento de la corrupción.
-¿Se puede replicar en la Argentina el paper, con lo que pasó luego de conocerse la causa de los cuadernos?
-En la Argentina no hay tantos datos, lo cual limita la investigación. Por ejemplo, ni siquiera están los resultados de las pruebas Aprender a nivel de cada escuela. Por otro lado, hay siempre un desafío en otros papers, de tratar de identificar un efecto causal, porque al final puede ser que la corrupción sea en la otra dirección. Intentar identificar ese efecto causal que vaya de corrupción del gobierno a corrupción de los individuos no es tan sencillo, y entonces habría que pensar bien si en el caso argentino habría alguna otra forma de hacerlo.
-¿Cómo usan esta información las empresas y los gobiernos?
-Hay una literatura que tiene que ver con temas de liderazgos dentro de las empresas. Al final, los individuos en una empresa o en una sociedad cumplen con ciertas normas que aprenden de ver cómo se comporta el líder o alguien que respetan. Sus comportamientos señalizan lo que está bien y lo que está mal. Con respecto a empresas hay bastantes trabajos que van a la parte más conceptual, que indican cómo diferentes tipos de liderazgos generan diferentes culturas dentro de la empresa.
-En relación a temas de regulación laboral, ¿cómo es la tendencia a futuro? ¿El mundo tiende a tener cada vez más trabajadores independientes o freelancers y menos empleados contratados?
-Con la uberización [por Uber] de las cosas, pareciera que todo el mundo es cuentapropista, pero es algo que no se ve en encuestas laborales de escala. Pareciera que en ciertos ámbitos está un poco desproporcionada esa percepción respecto de lo que son los datos. La proporción de trabajadores que tienen estos contratos llamados no tradicionales, como Uber y como las mil variantes que hay, debería ser amplia, pero es muy baja respecto de lo que uno percibe que pasa. Después, obviamente, hay cuestiones más cíclicas, que tienen que ver con un contexto más complicado en el mercado formal, en el cual este tipo de trabajos tiene ventajas en cuanto a que son formas más flexibles y a que la barrera de entrada y salida es mucho más fácil. Por lo tanto, crecen más. Lo mismo aplica para alguien que recién migró y a quien estos trabajos le ofrecen una forma de adaptarse. Pero son cuestiones más coyunturales. Me da la impresión de que a gran escala no es algo tan significativo como pareciera.
-Hay otro paper que usted realizó, referido a cómo le fue en las elecciones de 2015 a Mauricio Macri en las escuelas porteñas que tenían peor infraestructura. ¿Qué conclusiones sacó?
-El motivo por el cual hice esta investigación con el caso de Buenos Aires y de esa elección es que me parecía un contexto interesante y bastante único que el jefe de Gobierno, que está a cargo de las escuelas, se postulara para Presidente. El otro motivo es la disponibilidad de datos. Conseguir ese tipo de datos en la provincia, donde también el entonces gobernador Daniel Scioli era candidato, fue muy difícil. Las conclusiones fueron que en las escuelas que tenían infraestructura en peor estado, a Macri le fue peor.
-¿Lo está estudiando para estas elecciones?
-Estoy viendo si puedo conseguir nuevos datos de infraestructura escolar, pero no es tan fácil. Si consigo esos datos, lo trataría de hacer.
-¿Por qué en la Argentina hay tan pocos datos?
-Hay datos que a los gobiernos no les gusta mostrar y que no son fáciles de conseguir. Me parece que es una cosa más estructural en el sentido cultural: no hay mucha cultura de difundir datos para que trabajen los investigadores. La diferencia en este sentido con otros países es super abismal. Y no comparo solo con Estados Unidos; los datos que hay en México, Chile y Brasil son impresionantes. No hay en la Argentina tanta cultura de esto, aunque en los últimos años mejoró muchísimo. La Secretaría de Trabajo publicó una muestra de los datos de registros laborales, que normalmente no son públicos, para que trabajen investigadores. Hubo bastante de este tipo de iniciativas durante estos años. El Ministerio de Producción tiene una oficina dedicada a producir y a mostrar datos, pero falta bastante todavía y faltan años para que esté más metida en la cultura la percepción de que los datos son un bien público. Es útil para todo el mundo, incluso para el gobierno, que los investigadores accedan a los datos.
-¿Es costoso abrir los datos o es que los gobiernos no los quieren mostrar?
-Depende de cada gobierno. En estos años hubo bastante voluntad de mostrar información, eso mejoró sustancialmente. También es costoso. Hay un montón de cosas que hacen que el hecho de publicar los datos no sea tan trivial como dejarlos colgados en la web. El propio proceso de publicarlos o de socializarlos tiene sus costos. Hay muchas cosas atrás, hay temas regulatorios y de confidencialidad que deben respetarse. Para muchos no es normalmente la prioridad, habiendo tantas otras cosas para hacer.
-¿De qué se trata el proyecto de educación en el que está trabajando ahora?
-Es una investigación que estamos trabajando con algunos colegas del BID en varios países de América Latina, en el cual no está la Argentina. El estudio es acerca de la forma en que se asignan los maestros a las escuelas. En general, es un proceso en el cual los maestros rinden un examen y al que mejor le va, el algoritmo le da más prioridad para elegir. Generalmente, los mejores maestros eligen escuelas más ricas, y las de menores ingresos terminan con los maestros que tuvieron peor rendimiento en los exámenes. Esto es bastante malo en términos de movilidad. A uno le gustaría que los mejores maestros vayan a escuelas donde van alumnos de hogares de menores ingresos, precisamente para mejorar a aquellos que vienen atrasados. Pero es un poco difícil combatir eso.
-¿Y de qué manera se intenta cambiar esa tendencia?
Normalmente se usan incentivos monetarios, pero es un método que no necesariamente funciona. Lo que hacemos nosotros es intervenciones que están basadas en algunas enseñanzas de economía del comportamiento, con la idea de intentar reducir esta asignación de maestros sin tener que usar incentivos monetarios. El tratamiento que para mí es más prometedor y en el que ya estamos encontrando algunos resultados es uno basado en la literatura experimental o de psicología social y cognitiva. En Perú, por ejemplo, los maestros entran a una plataforma y seleccionan el set de escuelas a las cuales quieren ir. Nosotros hacemos una intervención que es muy sencilla, en donde les pedimos antes que escriban los tres motivos por los cuales eligieron ser maestros. Es una especie de ejercicio de introspección y la idea es hacerlos pensar conscientemente en temas que tienen que ver con sus motivaciones más intrínsecas. Cuando uno lee lo que escriben, generalmente sus motivaciones tienen que ver con generar movilidad y tener un impacto en la sociedad. La idea del ejercicio es que en el momento justo en el cual tienen que elegir a qué escuela ir a enseñar, de alguna manera se aliente lo que tiene que ver con sus propias motivaciones.
-¿Y cuáles son los resultados preliminares?
-Vemos que, efectivamente, cuando hay escuelas que están relativamente cerca, hay maestros particularmente buenos que eligen las de menor rendimiento. Es una intervención muy low cost que está basada en una visión de economía del comportamiento. Muchas veces estas motivaciones están medio ocultas. Al hacer este cuestionario, se los induce a que conscientemente piensen en sus propias motivaciones que, de alguna manera, tienen un efecto sobre su elección.
¿Cuáles son sus cinco canciones preferidas?
- What is hip?, Tower of Power
- Manuel, Ed Motta
- Memories Can't Wait, Living Colour
- The way you look Tonight, Billie Holiday
- Reunion, Paquito D'Rivera
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