La argentina que vio la muerte por primera vez
"El amor de su vida." Eso era para la argentina Carolina Larriera su novio, Sergio Vieira de Mello, el representante de las Naciones Unidas (ONU) en Irak que murió ayer en un sangriento atentado.
Por lo menos eso aseguró a LA NACION la madre de Carolina, Norma, quien afirmó que su hija está "desarticulada, en un estado de shock tremendo". Tras confirmar que Carolina no sufrió heridas graves por el ataque, pese a que se encontraba dentro del hotel en el que estalló el camión bomba, confesó que teme "por la salud mental" de su hija.
Es que esta joven funcionaria de la ONU, atractiva, alta y rubia, "no había tenido novios serios" antes de conocer a Vieira de Mello, hace un par de años, y "nunca había visto morir a nadie". Su padre, explicó, falleció dos meses antes de que ella naciera, el 13 de febrero de 1973, en Bahía Blanca.
Y aunque la define como "un cascabel, alegre, independiente y responsable", Norma teme que a Carolina no le sea fácil superar un golpe como éste.
Sus amigos agregan que es "deportista y aventurera" y que "no tiene miedo a muchas cosas". De todos modos, días antes de viajar a Irak por tres meses y medio, ella misma reconoció en junio último a una periodista de LA NACION que estaba preocupada por esta misión, en la cual integra la unidad de Negocios y Comercio.
Y no porque le faltara experiencia. Carolina trabaja en las Naciones Unidas desde 1991, donde según sus familiares "empezó de abajo, como voluntaria" en las oficinas centrales de Nueva York, mientras estudiaba economía. Y casi una década más tarde fue enviada en una misión a Timor Oriental, como responsable del Departamento de Finanzas de la administración provisional.
Allí fue donde conoció a Vieira de Mello -que entonces era el responsable de supervisar el conflictivo proceso de independencia de la ex provincia indonesia-, y su vida cambió para siempre.
La madre de Carolina asegura que ambos tenían muchos proyectos para el futuro y que ella siempre le hablaba de él, aunque no quiso dar más detalles para resguardar su intimidad. Sí comentó que ambos buceaban juntos, que su hija había conocido a la madre de Sergio, que vive en Río de Janeiro, y que él vino a la Argentina en dos oportunidades.
"Hace poco me operé en Buenos Aires -recordó Norma- y Sergio vino a visitarme. Desde entonces me llamaba todas las semanas. Era una persona extraordinaria."
Vieira de Mello, un brasileño de 55 años, estaba tramitando su divorcio de su mujer, de origen belga. Tenía dos hijos, que se encuentran realizando estudios de posgrado en Canadá y Perú.
"Me pidió que rezara por él"
También Carolina está cursando un máster en Boston. Por esa razón había viajado este mes a Estados Unidos, y regresó a Bagdad el jueves último, tal vez sin demasiadas ganas. Tanto su madre como su único hermano, Pablo, confiaron a LA NACION que Carolina se quejó en varias oportunidades de las condiciones en las que trabajan los funcionarios de la ONU en Irak. "Decía que había poca seguridad", dijo Pablo, de 31 años.
Norma, por su parte, explicó que "Carolina corre 10 kilómetros por día; incluso participó de la maratón de Nueva York. Pero allá, con las temperaturas tan elevadas, no puede hacer nada". Agregó que anteanoche habló por teléfono con su hija y con Sergio, quienes le comentaron que el calor era insoportable y que se había cortado el suministro de agua en el hotel Canal, donde se alojaban.
En ese mismo hotel se encontraban ambos ayer por la tarde cuando un camión cargado de explosivos se estrelló contra el edificio, justo debajo de la oficina de Vieira de Mello. "Carolina estaba en otra ala del hotel", aclaró su madre, conmovida.
"Ella está bien; está descansando", confirmaron ayer fuentes de la ONU en Bagdad cuando LA NACION intentó comunicarse con Carolina.
Pero su familia, que la conoce bien, sabe que no es así. Cuando Carolina los llamó ayer, la notaron destrozada. "Estaba muy mal -dijo su hermano-. Quiere irse de Irak, y me pidió que rezara por Sergio."
lanacionarMás leídas de El Mundo
Pulseada legal. La batalla familiar secreta por el futuro de uno de los mayores imperios mediáticos del mundo
“Más chavista que yo no había”. Los venezolanos desencantados de la “revolución bolivariana” que ahora desean la derrota de Maduro
Tensión antes de las elecciones. Un periodista argentino denunció que el gobierno de Maduro no lo deja entrar a Venezuela