A 80 años de la muerte de Antonio Machado
El 22 de febrero se cumplirán 80 años del fallecimiento de Antonio Machado, uno de los poetas más ilustres de España moría en Francia, víctima de un exilio forzoso provocado por la Guerra Civil que estalló en su país natal. Así culminó la vida del más joven representante de la Generación del 98, el conjunto de literatos que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en la España de finales del siglo XIX y de principios del XX.
Nació en Sevilla el 22 de febrero de 1875 en el seno de una familia de intelectuales. La elección de ser nombrado Antonio no fue casualidad. Así se llamaban tanto su papá -un distinguido folclorista conocido por el seudónimo de Demófilo - como su abuelo, naturalista que se desempeñaba como rector de la Universidad de la ciudad andaluz. Gracia a este último, que ganó una cátedra en en la Universidad de Madrid, los Machado se marcharon a la capital española.
En Madrid, el joven Machado ingresó a la Institución Libre de Enseñanza, donde completó su formación académica como alumno distinguido. No obstante, debió interrumpirla varias veces por culpa de los problemas económicos familiares. Las cosas empeorarían con la tuberculosis que le provocaría la muerte de su padre.
Machado, que participaba de la actividad teatral y literaria de Madrid, encaminó una vida bohemia. Viajó a París varias veces junto a su hermano también poeta Manuel. En la Ciudad Luz escribía obras dramáticas al mismo tiempo que trabajaba de traductor para la Editorial Garnier. Ahí conoció a Oscar Wilde, Pío Baroja y Rubén Darío, quien sería su gran amigo.
Su primer libro, Soledades, apareció en 1903. En 1907, publicó Soledades galerías y otros poemas. Por ese año obtuvo la cátedra de francés en el Instituto de Soria. En aquella localidad de Castilla y León contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo, la sobrina de los dueños de la pensión donde se hospedó. Esa unión nupcial terminaría abruptamente dos años después con la muerte de su primer gran amor, por culpa nuevamente de la tuberculosis.
El desamparo en el que quedó Machado tras la muerte de su primer amor lo llevó a trasladarse al Instituto de Baeza. En 1912, publicó Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su obra anterior y empieza a manifestar sus inquietudes patrióticas. Permanece en esa ciudad andaluz hasta 1917, año en que se trasladó al Instituto de Segovia. En esta localidad castellana el poeta rejuveneció, pues reencontró el amor en la poetisa Pilar de Valderrama, la "Guiomar" de sus poemas, reflejados en Nuevas canciones.
Pero su vida se consumió al mismo tiempo que se murió la Segunda República española que tanto lo encandiló. Cuando estalló la Guerra Civil española huyó de Madrid y se marchó a Valencia. Bajo ese contexto publicó su último escrito, La guerra. Con el avance de las tropas de Francisco Franco, partió a Barcelona. La derrota de los republicanos a manos de los nacionalista lo obligó a exiliarse a Colliure, un pueblo francés situado en la frontera de una España que tanto amó. Murió al poco tiempo, justo en el día de su cumpleaños, a los 85 años de edad. En el bolsillo de su ropa se le encontró un papel con la frase "estos días azules y este sol de la infancia". Así fue la vida de Antonio Machado, un hombre que -en palabras de otro poeta- hablaba en verso y vivía en poesía.
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