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Fitness profesional: 8 claves para entrenar tus habilidades competitivas


Para mantener tu atractivo en un mercado laboral cada vez más competitivo te armamos una rutina para sumar a la del gym.

Para mantener tu atractivo en un mercado laboral cada vez más competitivo te armamos una rutina para sumar a la del gym. - Créditos: ilustración Elda Broglio



A sí como ejercitás tu cuerpo, también es importante desarrollar ciertas habilidades que te permitan estar más preparada para los cambios que se están viniendo. Recordá que las empresas tienden a estructuras más simples y con menos jerarquías; que las redes sociales laborales y el networking toman la delantera a la hora de conseguir un nuevo o mejor trabajo y que, a todo esto, surgen –también– nuevas formas de contratación. La realidad es que el mundo laboral cambia constantemente y nos exige un desafío: ya no se trata solamente de pensar en estar empleadas, sino de cómo volvernos más empleables.
¿Cómo lograr eso? Así como sucede con el gym, al principio nos cuesta activar ese cambio necesario para salir de lo conocido, pero la clave es entender que en la vida todo es entrenable. Básicamente, se trata de una gimnasia permanente que te permite prepararte para ser siempre empleable. Pero este desafío es responsabilidad de cada una, hay que poner manos a la obra y arrancar tu training: invertí mucho tiempo en vos misma, formá distintas habilidades, aprendé cosas nuevas y construí una red de vínculos, que es algo fundamental para tu desarrollo.
En definitiva, se trata de activar: ¡nadie lo va a hacer por vos! Por eso, no te quedes sentada en la silla mirando lo que pasa alrededor. Sacudite la fiaca –o los miedos– y armá tu rutina profesional con algunas claves para que, al final de la cuenta, el saldo sea positivo y con resultados concretos.

ARMÁ TU RUTINA

1. Incomodate: salí del piloto automático
¿No sentís a veces que vivís "incómodamente cómoda", sosteniendo un trabajo que quizá ya no te aporta nada nuevo o responsabilidades que no te hacen bien? Cambiar siempre cuesta, pero a veces es necesario dar un volantazo –o simplemente un pequeño cambio de ruta– para lograr salir de esa zona de confort. Y recordá: todo nuevo desafío es una oportunidad para aprender y crecer.
Cómo hacerlo: preguntate cómo podés hacer para crecer y desarrollarte. Pensá que tal vez estaría bueno hacer un cambio lateral o pasarte a otra área para aprender y tener nuevas herramientas. Tomá la delantera y promové cambios laborales que te impliquen un desafío, serán los que te permitan conocer nuevos horizontes dentro o fuera del ámbito en que estás.
2. Activá: actualizá tus RR. SS. laborales
Antes de salir al mundo laboral, es necesario entender que las reglas del juego cambian todo el tiempo y que, en la actualidad, el primer lugar para buscar trabajo es Internet. Hoy es imprescindible tener un perfil profesional actualizado, detallado y con una amplia red de conexiones: no hacerlo es prácticamente un pecado de principiante.
Cómo hacerlo: si recién empezás o tu trayectoria laboral es casi nula, los portales como Bumeran o ZonaJobs deberían ser tu primer lugar de búsqueda. Para perfiles más senior y ya con experiencia, LinkedIn es la red profesional por excelencia: pensá en aquellas palabras claves por las cuales un reclutador podría elegirte a vos entre miles de perfiles. Una clave: evaluá si te conviene tenerlo en español o en inglés (o bilingüe).
3. Entrená: fortalecé la gimnasia de la entrevista laboral
Ejercitarte en el mercado es un buen entrenamiento para todas, tanto para las que sienten insatisfacción como para quienes están cómodas con su presente laboral. ¿Por qué? Hay que entrenar el "trabajo de buscar trabajo"; esto hace que surjan nuevos escenarios que quizá no te imaginabas: en el encuentro con otros es donde aparecen esas preguntas que te pueden disparar habilidades que desconocías y, también, abrir nuevas realidades.
Cómo hacerlo: ¡ojo!, nadie va a querer en su equipo a alguien que no sabe lo que le gusta. Salir al mercado laboral sin tener un objetivo profesional claro puede ser contraproducente, ya que los entrevistadores rápidamente pueden identificar esa indefinición. Por eso, primero tenés que hacer un cambio interno, una tarea de introspección para descubrir qué es lo que buscás y valorás en un trabajo.
4. Mantenete en forma: convertite en una trend spotter
Mientras que el mundo del trabajo avanza y cambia a un ritmo arrollador, ser una buscadora de tendencias es lo que marca la diferencia. La clave es desarrollar tu capacidad de seguir aprendiendo, que seas curiosa y una eterna aprendiz: que sepas y entiendas la innovación, la tecnología y las tendencias en el área en que trabajás.
Cómo hacerlo: no es necesario que inviertas todo tu tiempo y tus ahorros en hacer un posgrado o un máster en el exterior. Recordá que estamos en una era autodidacta: buceá en la web, buscá libros, artículos o tutoriales que sean de tu interés, materiales de universidades de afuera y todo lo que te genera curiosidad, eso que potencia tu carrera. Dedicá tiempo a investigar y a leer para poder estar atenta a las tendencias.
5. Refresh: abrite a nuevas maneras de contratación
Mientras que antes el mundo laboral se dividía entre empresarios y empleados, la tendencia a futuro es muy diferente. En el nuevo paradigma laboral, la carrera lineal y la relación de dependencia ya no son el único camino posible: cada vez surgen nuevas modalidades que van desde el "freelancismo" hasta el "trabajador satélite", que es quien se contrata para un proyecto concreto por un plazo fijo de algunos meses.
Cómo hacerlo: el futuro del trabajo es incierto y volátil, pero también es una oportunidad para reinventarse en tiempo real. Pensá cómo podés adaptarte a esas nuevas modalidades y buscá proyectos que te interesen. Cambiá el chip: ya no se trata de estar 20 o 30 años en una empresa, sino de cambiar de ecosistema y lograr un crecimiento constante. No le tengas miedo a ser tu propia jefa, tal vez es lo que siempre quisiste sin saberlo.
6. Upgrade emocional: mejorá tus habilidades blandas
Estamos muy acostumbradas a entrenar lo físico, pero en esta nueva era también hay que aprender a entrenar las habilidades blandas: sí, así como se puede fortalecer los glúteos y marcar los abdominales, la empatía, la inteligencia emocional, la innovación o la creatividad también se pueden entrenar. A la hora de elegir un empleado, hoy se les pone mucho más énfasis a estas cualidades blandas que a las técnicas.
Cómo hacerlo: permitite pensar fuera de lo que ya hacés y preguntate qué tan flexible sos a los cambios, cómo manejás la ansiedad o cómo reaccionás ante la incertidumbre de que tu empresa haya perdido tantos puntos en el mercado en los últimos meses. Esas son algunas de las preguntas que hoy surgen en una entrevista laboral y que buscan que cada uno explote sus habilidades, más allá de lo que dice tu currículum.
7. Potenciate: cultivá tu marca personal
Vos sos tu propia marca y tu "sello personal" no solo consiste en mostrar tu experiencia y habilidades, sino también tus valores y reputación. El mercado está sediento de autenticidad y ese estilo y recorrido que hiciste –que es único de cada uno– es lo que te diferenciará de cualquier otro postulante. Sobre bases comunes (estudios de grado o experiencia en empresas similares), la clave es que puedas contar tu historia, tu recorrido, que puedas sacar tu voz y mostrar tu autenticidad tanto en una red social como en una entrevista laboral.
Cómo hacerlo: preguntate quién sos, qué te apasiona de tu trabajo, cuáles son las habilidades por las que te destacás, cuáles tus valores, qué huella querés dejar, en qué sos especialista y por qué querés que te reconozcan. Pensar detalladamente en qué sos increíble es tu diferencial, lo que te hace auténtica y única. Parate frente al espejo y decite cómo te presentarías en pocos segundos: entrená tu storytelling de carrera.
8. Tejé redes: hacé networking a conciencia
No estamos diciendo algo nuevo, ya sabemos que el mundo del trabajo es, esencialmente, un mundo de contactos: sin networking (intracompañía o externo) es más probable que todo se haga cuesta arriba. Cultivar el arte de generar sus propias redes debe ser un deber para todo profesional, con su estilo personal, pero indispensable.
Cómo hacerlo: cultivar e intensificar tu networking no solo es tener cinco, diez o veinte contactos en recursos humanos, sino que hay que diversificar. Pensá que hoy muchos trabajos surgen por parte de una compañera de pilates, una madre del jardín o una ex compañera de la secundaria. Trabajá esa red, mostrá que estás presente, y por más que a veces te dé una fiaca infinita, andá a eventos sociales o cursos relacionados con tus intereses y carrera ¡y alzá tu voz!
Expertos consultados:
Gaby Hostnik, Head hunter y mentora de carrera, www.gabyhostnik.com.ar.
Matías Ghidini, General manager de Ghidini Rodil y autor de Mi trabajo ahora, www.ghidinirodil.com.

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