Semana con ruido y réplica
Concluyó Avenida Alvear Fashion & Arts / Que ya tiene quien la imite
Con una irrupción inesperada en la tarde de su inauguración (Raúl Castells en la esquina de Alvear y Callao denunciando la ostentación de esa iniciativa en la Argentina de hoy), la semana de la avenida Alvear va sumando adeptos de nota, como de hecho lo son la iglesia del Pilar, la embajada de Francia y el Jockey, que abrieron sus puertas al público.
También va dando cuenta de que aquello que parece imposible puede no serlo, si se trabaja con ganas y bastante paciencia, como lo han hecho sus organizadores: en un terreno tan competitivo e individualista como la moda es un logro que se aúnen voluntades y se comparta protagonismo para concretar una propuesta de esta naturaleza.
Y aunque el encuentro, salvo excepciones, todavía no hace interactuar moda y arte, sino que los muestra sólo en convivencia, excede de lejos los cócteles del primer día, muchos, variados y en todos los casos achampañados: la avenida fue recorrida en sus días posteriores por mucha gente interesada en ver las obras de cerca en un ambiente más tranquilo y ajeno a la figuración social.
Por si fuese poco, y pese a sus clamores, Raúl Castells fue tocado por la idea; tanto que acaba de anunciar la realización de La Matanza Fashion & Arts, a mediados de este mes, en el barrio de Laferrère, donde hará su contraoferta: en lugar de burbujas, mate cocido, tortas fritas y choripanes, de los que no pudieron distribuirse en Alvear Fashion &. Habrá arte popular y en vez de moda de firmas internacionales, ropa hecha por costureras de la zona que trabajan para grandes marcas.
Se anuncia que Marta Minujín y Bony Bullrich (curador de Alvear Fashion & Arts) serían de la partida. Un gesto conciliador y una iniciativa mucho más edificante que ir a boicotear la de otros, porque arte y moda se pueden celebrar en cualquier lado y no necesariamente con champagne. Entre otras cosas, el programa incluirá una muestra fotográfica sobre el hambre en la Argentina de hoy. Gran tema para pensar y también para preguntarse si en estos días de escasez es posible darse el lujo de protestar tirando huevos, como sucedió la tarde de apertura de la semana que nos ocupa. En Buenos Aires hay alguien pidiendo limosna en cada esquina.
cacevedo@lanacion.com.ar