Cartas de lectores: Boleta única papel: los ciudadanos la apoyamos; incultura cívica; alegría y esperanza
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Carta de la semana
Boleta única papel: los ciudadanos la apoyamos
“La boleta única de papel (BUP) es el método más eficaz, equitativo y transparente para votar” (Cippec). Es una herramienta necesaria para mejorar la calidad del sistema democrático. Garantiza transparencia e igualdad de condiciones para todos los partidos. Todos, grandes y chicos, están en la misma boleta. El Estado se hace cargo de la impresión y sería un ahorro importante para ser utilizado en la construcción de hospitales, cloacas, entre otras cosas. Se acabaría con el robo de boletas en el cuarto oscuro y con el voto en cadena, summum del clientelismo y del voto comprado. Agiliza el comicio y facilita el escrutinio. Y, además, es más ecológico, porque se usa mucho menos papel. Actualmente se vota con boleta única en cárceles, en tres provincias argentinas y en los consulados.
Urge que el Congreso de la Nación apruebe la ley para que la boleta única de papel sea un hecho en todo el país. Los ciudadanos lo apoyamos.
Mercedes Moreno Klappenbach
mercedes@ama2019.com
Incultura cívica
El Congreso, que debería ser un ámbito propicio para el logro de acuerdos, se ha convertido en un escenario donde abundan las chicanas y las descalificaciones; donde no importa privilegiar la mejor idea y orientarla, sino horadar la credibilidad del rival político (funcionario o legislador). Esta certeza surge después de haber observado cómo se desenvuelven, actualmente, las sesiones en el Parlamento (labor de comisiones). Pese a la existencia de un reglamento, supuestamente consensuado, muchos diputados se exceden en el uso de la palabra, desafían a quienes procuran ordenarlo y malogran su tiempo. En lugar de formular preguntas a los miembros del Gobierno que deben dar cuenta de sus actos, se explayan en la obsesiva defensa de sus idearios y traen a colación situaciones improcedentes que colisionan con el objeto del encuentro.
La ciudadanía asiste azorada a flagrantes muestras de incultura cívica. Máxime, en un momento en el que reclama –sin demoras– soluciones y no desvaríos.
Alejandro De Muro
demuroalejandro4@gmail.com
Alegría y esperanza
Confieso que ver en las noticias las imágenes de las reuniones de las comisiones de trabajo conformadas en el Congreso para discutir el DNU me dio una mezcla de alegría y de esperanza. De alegría porque, con todas la falencias y críticas que una pueda hacer sobre el funcionamiento de estas comisiones, y también del resultado incierto que puedan finalmente alcanzar, es – a pesar de todo- una muestra de que en nuestro país las instituciones, en este caso el Parlamento, funcionan. Y de esperanza, porque en estas comisiones se están debatiendo –de nuevo, con todos los reparos antes mencionados– cuestiones fundamentales para el ordenamiento de nuestro país y la salida de la profunda decadencia en la que estamos inmersos. Ojalá que esta esperanza se pueda convertir en realidad, y que estos debates en el Congreso sean el inicio de un proceso firme de recomposición y reconstrucción de nuestro país, en un marco de diálogo y de la mayor armonía social.
Santiago L. Ordoñez
DNI 4.553.119
¡Vayamos al paro!
Por un país con una pobreza que es obscena. Por un país que expulsa a los jóvenes. Por un país en el que los delincuentes entran por una puerta y salen por otra. Por un país en el que se perdió la dignidad del trabajo. Por un país donde la educación se nivela para abajo. Por un país donde la palabra meritocracia es una mala palabra. Por un país sin juicio político. Por un país donde los corruptos siguen dando cátedra. Por un país en el que los dirigentes que sienten que se les acabó el negocio salen a protestar. Por un país en el que las palabras inversión y progreso son insultos. ¡Vayamos al paro! ¡No nos permitamos ser un país normal!
En fin...
Laura Saravia
lsaravia@teccamsrl.com.ar
Negocios turbios
El viernes pasado se ha conocido la resolución de la jueza Loretta Preska del Tribunal de Nueva York, de dejar firme en esta instancia el juicio contra YPF, cuyo demandante, el fondo Burford, fue el acreedor de semejante cifra. Entiendo que el demandante compró los derechos litigiosos de la empresa Petersen Energía, que compró la empresa en condiciones realmente insólitas, sin pagar un solo dólar, sino que se pagaba con futuras utilidades. Gracias al conductor de la economía del país luego se estatizó la empresa pagando capital e intereses en el orden de los 8000 millones de dólares. Es decir, la empresa que costaba 3000 millones la pagaremos 24.000 millones de dólares. Lo más llamativo es que entiendo que dentro de la operación de venta de los mencionados derechos incluía un porcentaje para Petersen del orden del 20%, es decir que cobrarán US$3200 millones. A esto lo llamo un negocio “redondo”.
Marcelo O. Badaró
DNI 8.389.735
El rabo entre las patas
El 30 de diciembre de 2023, en el suplemento Ideas, se publicó una entrevista a Jorge Pérez Grandi y Marcelo Llambías Pravaz. Dicha entrevista surgió como una réplica, un alegato corporativo de estos ante a la reseña del libro de Hernán Dobry, Los soldados judíos de Malvinas, publicada tiempo antes en el medio. La misma esconde algunos aspectos y situaciones que deben ser tenidos en consideración. En primer término, el desagravio omite información que a esta altura es inocultable. Existe, en trámite ante el Juzgado Federal de Río Grande, un expediente, el 1.777/07, en el que se busca echar luz sobre las torturas cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas en perjuicio de los soldados conscriptos. Allí, hay más de un centenar de militares denunciados, y más de 200 testimonios que dan cuenta de los hechos. En el expediente se investigan el hambre, los estaqueamientos, la inmersión de soldados en agua helada, el enterramiento de soldados, la práctica de picana con teléfonos de campaña, los simulacros de fusilamiento, entre otros vejámenes. Algunos de los más de 100 hechos denunciados hasta el momento se dieron en contexto de antisemitismo, como también se pudieron constatar situaciones de homofobia, entre otras circunstancias que agravan aún más la cruel práctica de tortura.
“...Me deforman la cara de los golpes, me golpean con el fusil FAL [...], me quiebran tres costillas y la clavícula, casi pierdo el ojo derecho, me hacen caminar por la zona minada ida y vuelta [...] me manda a estaquear, a desvestir, [...], me pone una granada en la boca…”. Este, junto con otros testimonios similares, van configurando la compleja trama de la investigación. Llambías Pravaz, puntualmente, aparece denunciado en el expediente como presunto autor del delito de tortura. Todo esto se encuentra debidamente documentado. Dado que la causa lleva 17 años de trámite, debimos acudir a la CIDH. El 6 de diciembre de 2023, recibimos la noticia de que el caso fue admitido. El Estado argentino deberá dar explicaciones ante el organismo por la omisión del deber de investigar crímenes que son reprochados por la comunidad internacional.
Por último, Llambías Pravaz acusó al organismo, al afirmar que queremos “plata”. No hace falta aclararlo, pero por si queda alguna duda: no buscamos plata, buscamos reescribir la historia. Buscamos Justicia por los “pibes de Malvinas”. Por los que quedaron en las islas, por quienes se quitaron la vida. Buscamos que las FF.AA. del período 76-83 queden en el lugar de la historia que les corresponde: el del genocidio, el de la infamia, el haber estado instruidas en la doctrina de la seguridad nacional para el exterminio y no para la defensa, el de la entrega de la soberanía.
Exigimos a la Corte Suprema que resuelva los 9 recursos extraordinarios federales, a la Jueza Borruto, de Río Grande, que indague, procese y eleve a juicio. A los Tribunales que lleven adelante juicios orales con apego a todas las garantías. No tenemos dudas de que este tipo de expresiones obedecen a la asunción de que el tiempo de la Justicia es inminente. A constatar que un organismo pequeño, contra viento y marea, ha logrado desmontar las tecnologías de impunidad, el andamiaje estatal sustentado en la clasificación de archivos, en el amedrentamiento de las víctimas, en el control sobre la prensa y los espacios de excombatientes que se fueron conformando durante la posguerra. Este organismo logrará que sea Justicia. Pérez Grandi y Llambías Pravaz lo saben: por eso tienen el rabo entre las patas.
Jerónimo Guerrero Iraola
Abogado del Centro de Excombatientes Islas Malvinas La Plata; Autor del libro Tecnologías de impunidad
DNI 32.533.361
Otro femicidio
Un nuevo femicidio ya es vieja noticia. Esperemos un ratito para que se cometa el próximo. Yamila García había anunciado que su marido la iba a matar y todos esperaron pacientemente que este desenlace “inevitable” ocurriera.
Propongo que los implicados, funcionarios de organismos de protección de la mujer, agentes de la comisaría del domicilio de la víctima o donde se radicó la denuncia, el fiscal a cargo, vecinos testigos del maltrato y las golpizas, etcétera, sean investigados como cómplices, partícipes necesarios o alguna figura legal correspondiente para que estos asesinatos a la vista de todos sean evitados. O podemos seguir como hasta ahora, leyendo la crónica de una muerte anunciada.
María Teresa Reynal
DNI 11.265.875
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