Siete recomendaciones para causar una buena primera impresión
En entrevistas, presentaciones laborales o reuniones es fundamental tomar en cuenta el impacto inicial
En la mayoría de los escenarios sociales como entrevistas, presentaciones laborales, reuniones, etcétera, tenemos una única oportunidad de causar una buena primera impresión. Esta primera impresión es el análisis que hacemos automáticamente como consecuencia del impacto inicial que se genera al conocer a otra persona.
Según estudios de diversas universidades prestigiosas, en tan solo once segundos creamos un concepto o idea sobre la persona con la cual estamos compartiendo un espacio, aunque no estemos estableciendo una conversación con ella. Teniendo en cuenta este margen de tiempo, debemos aprovechar la oportunidad para crear un impacto positivo y lograr alcanzar el objetivo que estamos buscando, ya sea un nuevo trabajo, un vínculo que estabas queriendo conocer o algo personal.
Esto no significa que debas cambiar quien sos o pretender ser alguien más. Por el contrario, debemos ser nuestra mejor representación y pensarnos a nosotros mismos como nuestra propia empresa, mostrándonos con nuestro propio estilo y personalidad, que es el factor diferencial que nos hace únicos a cada uno de nosotros.
De todas formas, tengamos en cuenta que hay ciertos detalles que podemos preparar en base a qué percepción queremos que la otra persona tenga de nosotros.
Un punto central para tener en cuenta a la hora de conocer a otros, es que cuanto mejor hagas sentir a la otra persona a la hora de conversar contigo y que tu presencia se destaque, más inclinada estará esa persona a tener una impresión positiva de vos.
A continuación, siete aspectos claves para tener en cuenta y lograr causar una buena impresión:
1) La importancia del lenguaje corporal
Investigaciones sugieren que en una conversación, más del 65% de ella es la comunicación no verbal y solo el 35% es precisamente lo que decimos. No solo nos comunicamos a través de nuestras palabras, el lenguaje corporal dice mucho sin la necesidad de hablar. Nuestras expresiones faciales, gestos con las manos y postura también envían fuertes mensajes cada vez que interactuamos con otras personas. Muchas veces solemos realizar movimientos inconscientes o gestos con nuestros cuerpos, que poseen una connotación negativa, por ejemplo: cruzar los brazos mientras hablás con otras personas se interpreta como una señal de distancia, disconformidad e inseguridad, generando la sensación de que uno está queriendo bloquear la comunicación. Parecido a esto, es colocar las manos en los bolsillos mientras estamos conversando, da la impresión de desinterés y que uno no está siendo del todo honesto. Es importante aprender a controlar nuestros tics nerviosos, aquellos como tocarse mucho el pelo, comerse las uñas, tocarse las pulseras y anillos o agitar la pierna mientras se está sentado. Una posición que nos puede servir para estas ocasiones es tomar una postura abierta con brazos y manos, bien erguido y una gesticulación medida con las manos. Eso va a hacer que se vea en nosotros una sensación de control y seguridad.
Por otro lado, si queremos demostrar que estamos escuchando atentamente a la otra persona, asentir con la cabeza y realizar el famoso efecto espejo, en donde nos adaptamos a la postura corporal de la otra persona, de manera natural, demostrando una señal de atención y conexión con el interlocutor, es una gran estrategia. Por último, se sugiere tener cuidado con invadir demasiado el espacio personal de la otra persona. Hablar parado a una distancia de un metro es lo aconsejable, especialmente en países de otras culturas que no conocemos cuales son sus costumbres.
2) El contacto visual
Hacer contacto visual cuando conocemos a alguien por primera vez es fundamental. Saludar a la otra persona mientras los ojos miran a cualquier sitio es considerado muy grosero y da la impresión de que estamos tratando de encontrar a alguien más interesante con quien hablar, lo mismo mientras estás conversando con esa persona.
El equilibrio en la mirada es fundamental ya que mirar extremadamente fijo no es útil tampoco. Lo importante es que mientras saludes y converses estés atento a tu conversación y no mostrar desinterés. Mirar al suelo te hace parecer inseguro de ti mismo, mientras que mirar de arriba hacia abajo del cuerpo de la otra persona te hace ver como una persona crítica.
Dos claros modelos a seguir en este aspecto son Bill Clinton y Barack Obama, ya que se enfocan detenidamente en cada persona al saludarla, brindando importancia a esos segundos o minutos en donde se extiende la mano, y se da una breve conversación. Se dice que te hacen sentir como si estuvieras solo con él.
3) El saludo
Depende en qué país nos encontremos o el nivel de formalidad, el saludo varía enormemente. Si bien el saludo por excelencia a nivel internacional es darse la mano, hay otros sitios donde la influencia cultural hace de este momento una ceremonia distinta.
En Japón realizamos una reverencia con el cuerpo, en la India juntamos las palmas de las manos a la altura del corazón diciendo Namaste, mientras que en varios países latinoamericanos el primer encuentro es directamente con un beso en la mejilla.
Para no generar incomodidad a la otra persona, tanto en el escenario profesional como en la mayoría de los escenarios sociales, si no se conoce a la otra persona, un saludo de mano extendida, firme, de máximo 4 segundos, mirando a los ojos, es un saludo exitoso.
4) Presentación personal
Muchas veces nos cruzamos con alguien que deseamos conocer y no sabemos si tendremos otra oportunidad para presentarnos y contarle sobre nuestro proyecto o a qué nos dedicamos. Por este motivo, debemos aprovechar ese breve momento para saludar e introducirnos. Sin embargo, debemos saber que decir en el momento que nos presentamos, no solamente quien es uno, con nombre y apellido, si no a qué te dedicas. Poder contar brevemente y de una manera atractiva lo que hacés de manera que capte la atención y el interés del interlocutor en poco tiempo es de suma importancia para poder aprovechar estas oportunidades.
Se recomienda no ser ambiguo, sino conciso sobre qué hace tu negocio o cómo ayudás a resolver el problema del otro. Muchas veces es una simple frase, otras un poco más, pero el objetivo es ser claro y que genere que la persona desee saber más.
5) Vestir para impactar
Puede sonar injusto y superficial, pero lamentablemente todo el mundo juzga sin conocer al otro por su apariencia. Independientemente de nuestra edad, apariencia física y estilos, podemos potenciar nuestra forma de vestir adaptándonos a la situación en la que nos encontraremos y a su nivel de formalidad o informalidad. La ropa es una poderosa herramienta de comunicación y es nuestra carta de presentación al mundo. Por ejemplo, para una entrevista de trabajo, conocer cuál es el estilo de vestimenta de la compañía nos va a ayudar a encontrar algo que usar dentro de nuestro estilo y no te hará sentir fuera de lugar. Usar colores que se adapten a ti y elegir los accesorios con cuidado, son otras recomendaciones que es bueno tener en mente.
En el ámbito internacional de los negocios, la ropa toma un rol central muy importante ya que es aparte de la imagen que quieren transmitir las personas o la compañía misma. Por ejemplo, cuando pensamos en el mundo de las startups o empresas de tecnología, se nos viene a la cabeza el estilo de Zuckerberg o Elon Musk, con sus remeras, jeans y zapatillas. Por el contrario, si nos vamos al mercado financiero, el traje azul para los hombres sigue siendo el conjunto de éxito por excelencia. Podemos ver otro gran ejemplo de estilo en la serie Sucession.
El aseo personal y la higiene también juegan un papel importante en nuestra apariencia general, así que no olvides prestar atención a la prolijidad de nuestro cabello, y cuidado con el exceso de perfume, no queremos abrumar a otra persona con nuestro aroma.
6) Sonreír
Una sonrisa genuina es una de las características más atractivas que una persona puede tener, literalmente puede iluminar el lugar creando una atmósfera positiva y haciendo que los que están en tu presencia se sientan bienvenidos y a gusto. Incluso en esos días donde no estamos con el mejor de los ánimos, usar una sonrisa es una parte clave de la primera impresión y transmite calidez, amabilidad y empatía.
7) Positividad
Conocer a alguien nuevo debe ser positivo. Debemos generar un buen vínculo para poder lograr que haya posibilidad de un segundo encuentro o reunión. Por esto mismo, las quejas o comentarios continuamente negativos no van a sumar a tu encuentro.
A veces el contexto político y socioeconómico nos tiende a querer conversar sobre los aspectos negativos del mismo. Mejor, enfocarse en soluciones, ideas o en cuestiones positivas que hagan a la otra persona conocer una visión de vos mismo que desee continuar conociendo, construyendo vínculos desde bases positivas.
Especialista en Protocolo Internacional e imagen pública