Al menos trece niños sufrieron abusos en un instituto de menores
CORDOBA.- Por lo menos 13 chicos, todos varones de entre 4 y 12 años, internados en el Instituto Prevencional Gabriela Mistral, en la localidad de Caminiaga, en el norte provincial, resultaron víctimas de abusos sexuales por parte de un empleado de ese establecimiento.
Hace tres meses que se investigan las denuncias que realizó una asistente social. En diciembre, se supo de cinco chicos violados. Ahora, el fiscal de Dean Funes, Eduardo Gómez, reconoció ayer que tiene testimonios que elevan el número a 13 niños. Pero se teme que la cantidad sea mucho mayor, más de 20.
Caminiaga es un pequeño pueblo del norte cordobés, de apenas medio millar de habitantes y mucha pobreza. En el lugar funciona el instituto de menores que alberga a casi 80 chicos, varones y mujeres.
Desde diciembre último, se encuentra detenido en la cárcel de Bouwer (en las afueras de esta capital) Juan Carlos Van Der Laand, de 51 años, quien trabajó primero como chofer y luego fue designado "operador" en el instituto, dependiente de la Secretaría de Protección del Niño y el Adolescente. Es soltero y hermano de una ex directora del establecimiento.
Al detenido se le ha imputado abuso sexual con acceso carnal reiterado calificado y promoción a la corrupción de menores calificada.
El fiscal Gómez reveló que el individuo seducía a los chicos con regalos y luego abusaba de ellos: "Van Der Laand tenía un cargo que le permitía un trato muy cercano con los menores. Aprovechándose de esa condición, aparentemente los seducía con regalitos".
Denuncia
La investigación judicial se inició a partir de la denuncia de la asistente social Anabel Lobos, quien explicó: "Me enteré por comentarios en el pueblo y por empleados del lugar. Luego tuve la confirmación de los chicos, hablé a los tribunales y los cargué en una camioneta para que declarasen. Al principio eran sólo cinco".
En fuentes judiciales se admitió que la asistente ha recibido amenazas que provendrían de otros empleados del instituto. El fiscal Gómez, además, habría chocado con una suerte de "silencio cómplice" entre el personal.
También en el pueblo muchos sospechaban lo que pasaba. Sin embargo, nada hicieron ni denunciaron.
El instituto depende de la Secretaría de Protección del Niño y el Adolescente. Anoche, LA NACION intentó una consulta a funcionarios responsables de esa área acerca de qué medidas se habrían dispuesto tras haberse conocido los aberrantes hechos.
Fue una gestión infructuosa; la fuente que habitualmente se comunica con la prensa indicó que cuando los casos están en jurisdicción judicial no se emite opinión. Aparte, el hasta ayer titular de la secretaría renunció, en el marco de una profunda reestructuración de gabinete que se impuso el gobernador José Manuel de la Sota.
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