En el mundo hay más docentes, pero gozan de peores condiciones
La cifra de maestros creció a 57 millones y cada vez se destinan más fondos a la educación; sin embargo, en países como la Argentina los sueldos no mejoran
La enseñanza es una ocupación que crece en la mayoría de los países. En el mundo hay 57 millones de docentes y el desarrollo demográfico hace que aumente la demanda de quienes se dedican a esta profesión.
Sin embargo, la situación de los maestros empeoró en todos los rincones del planeta.
Así lo asegura la Unesco en su informe mundial sobre la educación, que publica cada año. El de 1998 tiene 174 páginas, se titula "Los docentes y la enseñanza en un mundo en mutación" y reivindica el papel de los maestros.
Según este trabajo, en comparación con 30 años atrás, "los docentes son más numerosos, los sistemas nacionales de educación en los que trabajan son mucho más grandes, hay una mayor diversidad en el alumnado y ha cambiado el contexto económico, social y cultural mundial".
Según la Unesco, la Argentina se cuenta entre una minoría de países en la cual "los docentes apenas pueden sobrevivir con sus salarios oficiales (siempre y cuando los reciban), están pluriempleados y en numerosos casos su nivel de instrucción no es mucho más elevado que el de sus alumnos".
En otra minoría de países, los salarios y las condiciones de trabajo de los maestros "son bastante satisfactorias". Esto ocurre, por ejemplo, en Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia y España, donde gran parte de los maestros tiene título universitario y recibe una formación pedagógica.
La mayoría de los docentes del mundo se ubica entre esos dos extremos y no es probable que esta situación cambie en un futuro próximo, según la organización internacional.
El informe revela que, en el nivel mundial, las políticas educativas se dividen en dos corrientes principales: la adhesión cada vez más profunda de la mayoría de los países a la "democratización de la enseñanza" (educación para todos y a lo largo de toda la vida) y la tendencia a una "concepción más productivista de la calidad y los objetivos de la educación".
También aclara que en cualquier región del mundo "es difícil encontrar pruebas evidentes de que la situación económica de los docentes tienda globalmente a mejorar".
Cambio de papel
Según las estimaciones de la Unesco, tanto en las regiones más desarrolladas como en Africa, América latina, el Caribe y Asia Meridional, el presupuesto dedicado a educación es mayor que hace diez o quince años. En Asia Oriental, Oceanía y en los países en vías de desarrollo, en cambio, se mantuvo estable o disminuyó.
La situación del personal docente, sin embargo, "ha empeorado en todas las regiones", destaca este organismo.
De todos modos, este trabajo sostiene que tanto en nuestro país como en Brasil, Colombia y México, la infraestructura educativa está mucho más desarrollada que en otras regiones de América latina y el Caribe.
Según la Unesco, las características del alumnado también cambiaron: "Como consecuencia de la desintegración de la familia, casi todos los observadores opinan que los alumnos de nuestros días tienen con frecuencia problemas sociales que pocos docentes que lleven ejerciendo la profesión desde hace más de quince o veinte años habían previsto cuando iniciaron su carrera".
Esto provocaría que los maestros desempeñen funciones -padre, policía, sacerdote- "bastante distintas de aquella para la que sus estudios los prepararon en la mayoría de los casos". Respecto de las condiciones de la enseñanza y el aprendizaje, el informe señala como la conclusión más importante que, "si se espera que la educación ayude a los pobres a salir de la pobreza, primero habrá que sacar a la educación de la pobreza en los países más necesitados".
Y advierte que tanto en las regiones más desarrolladas como en los países en vías de desarrollo, el envejecimiento de la población contribuyó, "de modo indirecto pero significativo", a "acrecentar la presión que pesa sobre los presupuestos de educación".
Esto se debe a que los fondos destinados a la seguridad social y las jubilaciones provienen de la partida presupuestaria global del sector social, que debe satisfacer también las demandas educativas.
Perfeccionamiento
En relación con la capacitación, la Unesco destacó que, "aunque en la mayoría de los países las políticas de formación docente se siguen centrando en la preparación inicial, la formación y el perfeccionamiento de los maestros ha cobrado más importancia durante los últimos 30 años".
Si bien advierte que los docentes "suelen estar dispuestos a invertir cantidades considerables de tiempo para progresar en su carrera", el organismo internacional no es optimista en su diagnóstico.
"Lo que la sociedad espera de los docentes actualmente en la mayoría de los países puede que no guarde proporción con la recompensa que está dispuesta a concederles por sus esfuerzos", reconoce la Unesco en su informe.
En una encuesta que realizó la entidad, Nawal, un niño marroquí de 12 años, resumió las condiciones que debe cumplir un buen maestro: "Es alguien que transmite a la generación futura lo que tiene de más valioso: su cultura y su educación".
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