Festejo alemán en las sierras cordobesas

VILLA GENERAL BELGRANO.- El triunfo germano ante la Argentina en la Copa del Mundo no tuvo el festejo esperado en este tradicional y coqueto reducto alemán de las sierras cordobesas. Es que la mayoría de la población está conformada por argentinos que son hijos o parientes de alemanes que, en el fútbol, hoy defienden la celeste y blanca.

Tras la inmigración del siglo pasado, los auténticos alemanes que quedan son muy pocos y, en su mayoría, se trata de personas de avanzada edad que prefirieron la privacidad de sus hogares para un festejo íntimo.

Vecinos de la villa explicaron que en años anteriores se produjeron incidentes por la rivalidad futbolística. Por esa razón, los residentes alemanes prefirieron eludir la requisitoria de la prensa y no aparecer en público, menos aún después del partido.

"Estoy contenta, en general, pero triste por mi país", dijo Verónica Küfer, una arquitecta de padres alemanes. "Si mi padre viviera, también tendría sentimientos compartidos porque amaba a la Argentina", expresó en alusión a Antonio Küfer, quien llegó de Alemania en la década del 30 y fue uno de los promotores de la fundación de la villa. Agregó que su padre estuvo muy arraigado a estas tierras y fue dos veces intendente del pueblo.

Para encontrar ayer aquí a un alemán nativo fue necesario alejarse un par de kilómetros del pueblo, sobre la ruta 5. En el camping La Florida, su dueño, Ralf Lage, de 61 años (oriundo de Hamburgo), acompañado por su esposa holandesa, Bettina Wittkop, desbordaban de alegría.

Con una corneta y un jarro de cerveza en las manos, contó exultante que esperaba a unos amigos para festejar con un asado el triunfo deportivo. "Es un gran día para los alemanes. Pensaba en un 2 a 1, pero el 4-0 ya es un triunfo enorme. Le deseo mucha suerte a mi equipo, pero al mismo tiempo lamento por los muchachos argentinos", dijo el "Vikingo".

Acotó que anhela que la final del campeonato la protagonicen Alemania y Holanda, pero aclaró que cualquiera que fuere el resultado, no habrá pelea con su esposa holandesa.