La eficaz estrategia con la que Mendoza logró revertir el principal problema educativo
La provincia no solo pudo retener a los alumnos durante la pandemia, sino que aumentó la matrícula en uno de los niveles
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MENDOZA.— En la pandemia, sobre todo por efecto del estricto confinamiento, la educación se convirtió en otra deuda pendiente argentina. Las dilaciones oficiales en retornar a la presencialidad terminaron afectando a más de un millón de niños y adolescentes en todo el país, tal como reconoció el ministro del área, Jaime Perczyk. Bajo este escenario, hubo jurisdicciones que buscaron, contra la corriente, torcer el rumbo y actuar a tiempo, a tono con las medidas que venían instrumentando. Los resultados de las “escuelas abiertas”, hoy están a la vista, sobre todo en la secundaria.
En este contexto, asoma la estrategia que usó Mendoza, una de las provincias que decidió unilateral y progresivamente volver a las aulas antes que el resto y buscar, uno por uno, a los chicos que se desconectaban del sistema, mientras la Casa Rosada insistía con la enseñanza remota. De hecho, tomó gran relevancia la metodología de seguimiento digital GEM (Gestión Educativa Mendoza), una plataforma donde figuran en detalle todos los datos del alumno y sus trayectorias, a la que tienen acceso tanto directivos, docentes como padres.
Así, en la actualidad se observa que Mendoza logró no solo retener y promocionar a los mendocinos más vulnerables, sino que consiguió un aumento significativo en la matrícula de la secundaria. De esta manera, acrecentó en 10.000 estudiantes el universo escolar en ese nivel clave del sistema educativo, que abarca a unos 140.000 alumnos en toda la provincia.
Fue el propio gobernador, Rodolfo Suarez, quien puso sobre la mesa ese dato, para demostrar que, a pesar de las negativas que llegaban desde la Presidencia, no se equivocó en el camino trazado, que luego empezaron a seguir jurisdicciones como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que también muestran indicadores alentadores. “Los esfuerzos por acompañar las trayectorias, sumado a la posibilidad del seguimiento nominal de cada uno de los estudiantes, los esfuerzos por la presencialidad y los formatos de recuperación de saberes lograron que el sistema educativo tenga casi 10.000 alumnos más que en 2019″, destacó el mandatario, durante la presentación del Censo de Fluidez Lectora, que también evidenció una evolución, aunque mostró el impacto negativo de la pandemia en la adquisición de saberes en Lengua y Matemáticas.
A su turno, José Thomas, titular de la Dirección General de Escuelas (DGE), dio su visión sobre el número obtenido en el crecimiento de matrícula como “primer dato importante” que aportó el sistema GEM. “Nos muestra que en los últimos años ha bajado el desgranamiento fuertemente en secundaria. Un chico que está sentado en la escuela no está abandonado, puede aprender más o menos pero primero tienen que estar en la escuela —sostuvo el jefe del Gobierno escolar—. Esto tiene que ver con una política de seguimiento de trayectorias de recuperación de saberes, de refuerzos con jornadas extendidas, de cambiar el régimen académico.
De acuerdo con datos de la DGE, el crecimiento en la matrícula se grafica con estos números: antes del 2019, 5° año de la secundaria lo cursaban alrededor de 18.000 alumnos, de todos los sectores, mientras que actualmente superan los 24.000. En tanto, la base de inicio de la secundaria se mantiene en más de 30.000 alumnos, por lo que aún hay un importante camino por recorrer para ir emparejando las cifras de ingreso y egreso del sistema educativo clave rumbo a la universidad.
En diálogo con LA NACION, desde la DGE hicieron hincapié en el trabajo realizado durante la peor etapa de la pandemia y lo que vino después para intentar que el impacto sea menor. “Son varios los motivos del crecimiento. En 2019 pusimos en vigencia un nuevo régimen académico, que eso facilitó después en la pandemia poder tomar algunas decisiones que colaboraron para retener e incrementar la matrícula”, indicó Emilio Moreno, director de Secundaria.
Y destacó que, en la pandemia, se creó la Red de Apoyo a las Trayectorias Escolares (RATE), lo que permitió, de la mano del GEM, hacer un seguimiento de cada uno de los estudiantes.
“Hubo una articulación muy fuerte con los municipios y Acción Social para llegar a los chicos que no tenían acceso a conectividad. Se los mantuvo en la escuela; fue uno de los motivos fuertes para que no se nos cayeran los chicos en el 2020. También ayudó mucho la promoción acompañada 2020- 2021: todos los del 2020 promocionaron al año superior siguiente, por lo que tuvimos crecimiento de matrícula de 2 a 5 años, y en primero no tuvimos una baja, al no tener repetidores”, sumó el funcionario provincial.
“Los cambios fueron importantes en la parte pedagógica en el aula; se los pudo retener, y en 2021 se hizo un trabajo en las escuelas impresionante con la recuperación de los saberes del 2020 de quienes estuvieron desconectados, o seguir las trayectorias más débiles. El 90% de esos chicos recuperó saberes en 2021. Antes se nos iban los chicos: el que repetía dos veces y estaba en tercero, ya con 18 años se nos iba del sistema, se iba a trabajar. Ahora logramos retenerlo”, completó Moreno.
Además, aseguró que el crecimiento de la matrícula, tanto público y privado, también se vio impulsado, aunque en baja medida, por familias que llegaron a la provincia para radicarse.
La mirada de los expertos
En diálogo con LA NACION, diversos especialistas en la materia, quienes se unieron para conformar la “Coalición por la Educación”, ponderaron el trabajo que viene realizando la provincia del oeste argentino. Entre ellos se destacan reconocidos profesionales Guillermina Tiramonti, Juan José Llach, Susana Decibe, Patricia Piccolini, Jaime Correas, Horacio Moavro, Martín Zurita, Claudia Romero, Inés Aguerrondo, Ernesto Gore, María José Navajas, Patricia Pereiro, Genoveva Barsanti, Ana María Borzone, Gustavo Zorzoli y Manuel Álvarez Trongé. Todos buscan contribuir al debate público, preocupados por la calidad en el sector.
“El crecimiento de la matrícula en la secundaria mendocina se debe a diversas causas concurrentes con raíces prepandémicas. Nuestra provincia por decisión del gobernador Suarez no solo mantuvo las escuelas funcionando durante la pandemia con diversas estrategias, sino también las abrió antes que otras jurisdicciones a la presencialidad. Ese funcionamiento implicó no solo dar clases, evaluar y promocionar a quienes fue posible, sino ayudar a quienes tuvieron más dificultades”, dijo el escritor y periodista Jaime Correas, integrante del grupo de expertos, ex director de Escuelas de Mendoza, recientemente designado como miembro de la Academia Argentina de Letras.
“El éxito de las estrategias fue posible por la información de calidad que se tuvo a través del GEM, un sistema de gestión digital nominal en tiempo real. Esto es clave, porque al contar con los datos digitalizados de todos los alumnos y docentes y en permanente actualización, las políticas de acompañamiento a los chicos con trayectorias más débiles se focalizan en quienes lo necesitan más y ganan en efectividad. Este sistema activo alentó a los alumnos, que además no tuvieron repitencia en 2020 y 2021, a permanecer en el sistema secundario y a no migrar a educación de adultos o simplemente abandonar. Las cifras duras muestran el acierto de la continuidad en la política educativa mendocina”, completó Correas.
Guillermina Tiramonti, investigadora del Área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y profesora de la Universidad Nacional de La Plata, puso en valor la tarea emprendida en tierra cuyana. “Es alentador para la educación argentina que haya una gestión que realiza acciones concretas pero orientadas hacia la incorporación de los estudiantes. Sabemos que Mendoza, además de incorporar chicos, está haciendo un trabajo para lograr que se alfabeticen adecuadamente. Entonces, es un aliento para todo el sistema, en pos de comenzar un proceso de recuperación del sistema y acercamiento del sistema a las exigencias que le pone el Siglo XXI. Esperemos que el resto de las provincias hagan de esto una muestra de lo que se puede lograr”, indicó la especialista a LA NACION.
La plataforma
El programa de rastreo de los chicos ha sido determinante al hacer un análisis pospandemia. “El GEM nos permitió hacer un seguimiento personalizado. Podíamos saber qué chico estaba en problemas y dónde vivía. Si le faltaba conectividad, si tenía problemas económicos. En la pandemia fue fundamental. Todos los meses hacíamos un listado y reporte y los íbamos a buscar uno por uno”, comentó Moreno, responsable de la Dirección de Secundaria de la DGE.
“Hubo un trabajo muy articulado con todos los sectores. Es un caso de éxito. Una vez que los contactábamos, las escuelas hacían todas las estrategias para que se mantuvieran activos y aprendieran. Muy pocas provincias trabajaron de manera similar. Hoy nos reconocen en todo el país; incluso Nación quiere aplicar algo similar al GEM. El impacto ha sido grandísimo. Si no hubiéramos tenido este sistema ya funcionando en pandemia, no podríamos haber localizado a tantos chicos. Ha sido un trabajo de hormiga muy grande”, agregó el funcionario.
Así, en Mendoza, con una mirada retrospectiva, consideran que valió la pena tener las escuelas abiertas y acercarse a las familias. “Prácticamente no se cayó ningún alumno por todo este trabajo de seguimiento. Días atrás, en una reunión nacional de secundarias de todo el país, nos ponían como ejemplo, de un crecimiento sostenido en la matrícula, y solo con datos hasta el 2020, donde ya se ve la curva creciente. Es increíble”, completó Moreno.
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