El análisis de las muestras de agua de zonas puntuales de Tigre y San Fernando fue encargado por la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja, a cargo de José María Campagnoli
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La Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja, a cargo del Fiscal José María Campagnoli y su secretario, Elías Collado, inició una investigación penal preparatoria por la presunta comisión de delitos ambientales por parte de importantes frigoríficos de la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Fue luego de un artículo publicado en LA NACION el 18 de enero pasado, donde se consignó la queja de los vecinos por el olor a huevo podrido y la posible contaminación del Río Reconquista.
Para ello, solicitaron a la División de Delitos Ambientales de la Policía Federal un estudio de los cauces de agua cercanos a los puntos donde los frigoríficos vierten los desechos derivados de la faena. Según consta en el expediente al que accedió LA NACION, el estudio reveló que están “peligrosamente contaminados” y pidieron la clausura preventiva de esas empresas.
Se trata del frigorífico Ecocarnes y la Planta Faenadora Bancalari, que funcionan en San Fernando. El tercer frigorífico que está siendo investigado es El Rioplatense, ubicado en Tigre. Sin embargo, en el caso de El Rioplatense los estudios entregaron resultados que cumplen con los parámetros establecidos por las autoridades. Si bien en las muestras tomadas a pocos metros de donde esa empresa vierte los desechos al cauce de agua se encontraron coliformes termotolerantes -bacterias que indican contaminación en el agua- en niveles muy altos y la presencia de Escherichia coli, esos resultados podrían responder a que muchos barrios vierten los desechos cloacales al río sin ningún tipo de tratamiento.
La División de Delitos Ambientales de la Policía Federal no ingresó a los establecimientos para tomar las muestras, sino que lo hizo a pocos metros de donde los frigoríficos vuelcan sus desechos al cauce de agua. El Río Reconquista y los arroyos que derivan en él también arrastran contaminación de otros municipios e industrias. Por ello, desde el Rioplatense y Ecocarnes resaltan tiene poco rigor científico adjudicarles la contaminación detectada a los frigoríficos.
LA NACION se comunicó con las tres empresas mencionadas, y recibió respuesta de El Rioplatense y Ecocarnes. “Hay laboratorios habilitados por la Provincia que vienen y toman las muestras dentro del establecimiento. Todas las muestras nos dan bien, cumplimos con todos los parámetros que exigen las autoridades. Otra cosa es ir y tomar una muestra del cuerpo de agua que está muy contaminado por más de una decena de municipios e innumerables industrias. Ese estudio no tiene rigor”, señalaron fuentes del Rioplatense.
Mientras que desde Ecocarnes explicaron: “Solo sabiendo que se obtuvieron las muestras del río Reconquista, lugar donde no vuelca de manera directa el frigorífico sus efluentes derivados de la faena, consideramos que tiene poco rigor científico adjudicar la contaminación a nuestro frigorífico, más aún cuando es sabido que el río Reconquista es uno de los cursos de agua más contaminados de la provincia de Buenos Aires, impactado por vuelcos de cientos de industrias de todo tipo y de una importante cantidad de residuos que provienen de desagües cloacales”.
El Rioplatense, Ecocarnes y la Planta Faenadora Bancalari empezaron a funcionar en 1950, 1962 y 1970, respectivamente. Los barrios privados que los rodean se empezaron a desarrollar a fines de la década del 90 y los primeros vecinos se mudaron allí a partir de 2000. No sucede lo mismo con el barrio Las Tunas, que está frente a El Rioplatense. Allí las primeras casas se instalaron en 1950 y eran de trabajadores que llegaron atraídos por las oportunidades laborales.
Entre los dos frigoríficos de San Fernando, el más importante es Ecocarnes, que tal como se puede apreciar en las imágenes de dron captadas por LA NACIÓN, vierten primero los desechos a unos enormes piletones rectangulares y luego al Río Reconquista. Si bien el frigorífico está habilitado para funcionar, los vecinos, por el olor y el aspecto de los efluentes, señalan que esa actividad daña la salud del río.
En cuanto al Rioplatense, la planta está ubicada sobre la Avenida Constituyentes 2499, en Tigre. Es el segundo frigorífico más grande del país. Allí faenan entre 1200 y 2000 cabezas de ganado por día. Tiene 760 empleados propios y si suma a los tercerizados, esa cifra escala a 1200. El frigorífico es uno de los que exporta carne argentina al mundo, por lo que no solo cuenta con la habilitación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), sino también, por ejemplo, del órgano de control de Estados Unidos. Aunque, lo sanitario y lo ambiental se regula de maneras distintas.
La investigación
Según el expediente, la fiscalía de Campagnoli remitió la investigación a la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional para que se sortee el tribunal que intervendrá. Como ya hay una denuncia por parte de la diputada nacional Marcela Campagnoli (Coalición Cívica) por posible contaminación, que tramita en el Tribunal Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro, a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado, es probable que estos estudios se sumen a la investigación en curso. En ese caso, allí también deberán decidir si se ejecuta, o no, la clausura preventiva.
Fuentes judiciales señalaron a este medio que, en caso de recibir de forma oficial los resultados del estudio ordenado por la fiscalía, serán evaluados.
Mientras tanto, desde el juzgado de Arroyo Salgado se ha ordenado una inspección en las inmediaciones de los establecimientos, se dispusieron declaraciones testimoniales y se están recabando informes de los distintos organismos de control.
“El material recolectado en las inmediaciones de los tres frigoríficos en cuestión fue sometido al análisis de laboratorio, donde se obtuvieron valores claramente contaminantes y había sangre en dos de las tres muestras (se detectó sangre en las muestras tomadas en San Fernando). Además, se identificó la presencia de las bacterias de Escherichia coli, por lo que los afluentes se podrían considerar peligrosos. Entiendo oportuno solicitar al Señor Juez que, como medidas tendientes a profundizar la investigación y determinar la responsabilidad penal que a los partícipes de estos hechos les corresponda, se disponga la clausura preventiva de los establecimientos”, señala el expediente, que además detalla la cercanía de esos establecimientos con clubes deportivos, escuelas y zonas residenciales.
Las muestras que tomó la División de Delitos Ambientales de la Policía Federal en las inmediaciones de la Planta Faenadora Bancalari y Ecocarnes evidenciaron, entre otras cosas, que la demanda química y biológica de oxígeno están por fuera de lo normado, aunque, como destacaron desde Ecocarnes, como las muestras no fueron tomadas adentro del establecimiento, el estudio, para ellos, tiene poco rigor científico.
Todos los estudios se realizaron en base a los parámetros establecidos por la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires (ADA), que en enero pasado había señalado a LA NACION que, si bien en el pasado les han labrado infracciones a esos frigoríficos, todos cumplen con las normas exigidas.
Al ser consultados nuevamente por LA NACION, respondieron: “Lo que origina la contaminación en el cuerpo de agua es el vuelco de efluentes industriales, además del vuelco de fuentes puntuales y difusas a lo largo de una zona profundamente alterada por la acción humana. En efecto, los inspectores de la Autoridad del Agua han constatado que es deficitaria la calidad de las aguas residuales volcadas por los frigoríficos de la región, lo que desmejora aun más la calidad general del agua. En consecuencia, se generaron desde este organismo sendas intimaciones a los frigoríficos con la finalidad de que vayan adecuando sus procesos. En el caso puntual del frigorífico El Rioplatense, el plan de reformas en el sistema presentado se encuentra en el tramo final del proceso de aprobación por parte de nuestro organismo”.
“Según los resultados de los estudios, los frigoríficos deberían mejorar el sistema de tratamiento antes de volcar los efluentes al cuerpo de agua. Que en dos de los tres casos la demanda biológica y química de oxígeno sea alta implica que vuelcan materia orgánica sin tratar o con poco tratamiento, por eso después deviene la proliferación bacteriana. Esto deteriora el cuerpo de agua, produciendo terribles daños al ecosistema. En cuanto a los coliformes termotolerantes, siempre que estén dentro de los parámetros permitidos el cuerpo de agua los va a recibir como si ingresaran nutrientes, pero cuando se excede la cantidad permitida es como si saturaras y ahogaras el cuerpo de agua”, explica María Natalia Piol, doctora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el área de Química Biológica e Integrante del Laboratorio de Química de Sistemas Heterogéneos del departamento de Química de la Facultad de Ingeniería, en base a los estudios solicitados por la Unidad Fiscal.
La respuesta de las autoridades provinciales
Desde el municipio de Tigre informaron a LA NACION que el 29 de abril se realizó un operativo en conjunto con la Dirección General de Inspección de Industrias por las inmediaciones del Rioplatense. Allí recorrieron los sectores de rendering (es el proceso en el que se utilizan desechos de la faena para generar subproductos con valor comercial, como sustancias aptas para la alimentación animal), lagunas de tratamiento de efluentes líquidos, el sector de enmienda y el de acopio de sangre de faena. Luego se labró un acta de constatación e intimación.
“Durante la inspección, el gerente de la firma exhibió los proyectos de ingeniería para la construcción de una planta de tratamiento de efluentes líquidos que permitiría mejorar la calidad del efluente generado en el establecimiento y con ello, los olores asociados al sistema de lagunas que tienen actualmente. Asimismo, desde la firma se informaron las acciones de mejora que se están llevando a cabo en el sector de rendering. También se le solicitó documentación técnica a la empresa y fue presentada el 5 de mayo. Por otra parte, desde el área se le ha requerido la presentación de los proyectos de ingeniería para la construcción de la planta de tratamiento de efluentes líquidos que incluya un cronograma de implementación, algo que la empresa entregó en tiempo y forma”, describieron desde el municipio de Tigre.
En tanto, desde el municipio de San Fernando explicaron a este medio que, a principios de mes, la Provincia realizó una inspección en la Planta Faenadora Bancalari y en Ecocarnes, y verificaron que tienen vigentes los informes de tratamiento de efluentes líquidos y el permiso de vuelco de efluentes al Río Reconquista. También cuentan con el permiso vigente para el transporte de residuos industriales, aparatos sometidos a presión y monitoreo de efluentes gaseosos, todas actividades cuyo control corresponde al ministerio de Ambiente de la Provincia.
LA NACION también se comunicó con el ministerio de Ambiente de la Provincia, pero no obtuvo respuesta.
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