El olor a cloro penetra en calles y pasillos. La cooperativa fumiga para mantener a raya al maldito Covid-19. Pero los contagios se multiplican.“Dos compañeros se lo agarraron. Nos estamos exponiendo –cuentan los muchachos de la cuadrilla–. Pero no queda otra”.
El olor a cloro penetra en calles y pasillos. La cooperativa fumiga para mantener a raya al maldito Covid-19. Pero los contagios se multiplican.“Dos compañeros se lo agarraron. Nos estamos exponiendo –cuentan los muchachos de la cuadrilla–. Pero no queda otra”.Pablo E. Piovano - RollingStone
Adrián Alem está en pareja con Janina. Tienen tres hijos: Kevin, Luna y Axel. Viven en una casilla sin luz, sin agua, sin derechos: “A veces miro las torres de Retiro y pienso que esa gente mira para acá y dice ese es otro mundo’. Yo miro para allá y pienso lo mismo: ese es otro mundo”.
Adrián Alem está en pareja con Janina. Tienen tres hijos: Kevin, Luna y Axel. Viven en una casilla sin luz, sin agua, sin derechos: “A veces miro las torres de Retiro y pienso que esa gente mira para acá y dice ese es otro mundo’. Yo miro para allá y pienso lo mismo: ese es otro mundo”.Pablo E. Piovano - RollingStone
Para los sin techo la cuarentena es un absurdo. El aislamiento social, la condena del pasado que sigue en el presente. En los paradores no entra un alfiler y son terreno fértil para el virus.
Para los sin techo la cuarentena es un absurdo. El aislamiento social, la condena del pasado que sigue en el presente. En los paradores no entra un alfiler y son terreno fértil para el virus.Pablo E. Piovano - RollingStone
La parroquia de la Virgen de Caacupé está en el corazón del barrio. Por ahí a veces pasa el médico Gabriel Sánchez. “La única certeza que teníamos era que al virus se lo combatía con higiene de manos. Pero sin agua, la mitad de la batalla la tenemos perdida”, dice acerca de la emergencia.
La parroquia de la Virgen de Caacupé está en el corazón del barrio. Por ahí a veces pasa el médico Gabriel Sánchez. “La única certeza que teníamos era que al virus se lo combatía con higiene de manos. Pero sin agua, la mitad de la batalla la tenemos perdida”, dice acerca de la emergencia.Pablo E. Piovano
Dos meses lleva Karen Ferreyra Vela sin hacer la calle. Es trabajadora sexual trans. Nació en Perú y llegó al país en 2007. “Si no me convida algo el vecino, me muero de hambre”, explica, voluptuosa y bien maquillada, desde la puerta de su cuarto. “Decime cómo voy a pagar la pieza, mi amor, decime”.
Dos meses lleva Karen Ferreyra Vela sin hacer la calle. Es trabajadora sexual trans. Nació en Perú y llegó al país en 2007. “Si no me convida algo el vecino, me muero de hambre”, explica, voluptuosa y bien maquillada, desde la puerta de su cuarto. “Decime cómo voy a pagar la pieza, mi amor, decime”.Pablo E. Piovano - RollingStone
En la Parroquia Cristo Obrero descansan los restos de Carlos Mugica, asesinado por la Triple A. El sacerdote Guillermo Torre predica desde hace 20 años con el ejemplo del santo patrono: “Hoy se cumplen 46 años de su asesinato. Ni lo dudo, Carlos seguro estaría acá, al pie del cañón".
En la Parroquia Cristo Obrero descansan los restos de Carlos Mugica, asesinado por la Triple A. El sacerdote Guillermo Torre predica desde hace 20 años con el ejemplo del santo patrono: “Hoy se cumplen 46 años de su asesinato. Ni lo dudo, Carlos seguro estaría acá, al pie del cañón".Pablo E. Piovano - RollingStone
Lorenza Martínes tiene 60 años y raíces guaraníes. Vive en la casa 215, manzana 12. Resiste el desalojo en plena cuarentena: “¿Dónde están mis derechos, dónde está la ley? Ellos, los del Gobierno, creen que porque somos pobres queremos plata. Yo no pido plata, lo que no quiero es quedar en la calle.
Lorenza Martínes tiene 60 años y raíces guaraníes. Vive en la casa 215, manzana 12. Resiste el desalojo en plena cuarentena: “¿Dónde están mis derechos, dónde está la ley? Ellos, los del Gobierno, creen que porque somos pobres queremos plata. Yo no pido plata, lo que no quiero es quedar en la calle.Pablo E. Piovano - RollingStone
Cables tendidos sin ton ni son. Desde las alturas del barrio se ven los autos surcando la autopista. También las torres opulentas de la City porteña.
Cables tendidos sin ton ni son. Desde las alturas del barrio se ven los autos surcando la autopista. También las torres opulentas de la City porteña.Pablo E. Piovano - RollingStone
Macario Díaz, en su pieza. Tiene 54 años y es formoseño. Hace 20 años que llegó al barrio. Se gana la vida haciendo changas con su motito. Es motofletero y hoy se hizo unos pesos con una mudanza.
Macario Díaz, en su pieza. Tiene 54 años y es formoseño. Hace 20 años que llegó al barrio. Se gana la vida haciendo changas con su motito. Es motofletero y hoy se hizo unos pesos con una mudanza.Pablo Piovano - RollingStone
Las cocinas de los comedores que alimentan al barrio se improvisan en casas, como esta manejada por la Corriente Clasista y Combativa. La mayoría de los vecinos son changueros, obreros de la construcción. Sin trabajo, los comedores son la única alternativa para acceder a un plato de comida.
Las cocinas de los comedores que alimentan al barrio se improvisan en casas, como esta manejada por la Corriente Clasista y Combativa. La mayoría de los vecinos son changueros, obreros de la construcción. Sin trabajo, los comedores son la única alternativa para acceder a un plato de comida.Pablo E. Piovano - RollingStone
Sin barbijo, un vecino espera fumando que termine la cuarentena. Aguarda también que el Estado nacional declare la emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional en las barriadas.
Sin barbijo, un vecino espera fumando que termine la cuarentena. Aguarda también que el Estado nacional declare la emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional en las barriadas.Pablo E. Piovano - RollingStone
Esenciales e informales en la arteria principal del Barrio Padre Carlos Mugica: los feriantes no pueden darse el lujo de frenar. Se consiguen verduras, carnes artículos de limpieza y también tapabocas.
Esenciales e informales en la arteria principal del Barrio Padre Carlos Mugica: los feriantes no pueden darse el lujo de frenar. Se consiguen verduras, carnes artículos de limpieza y también tapabocas.Pablo E. Piovano - RollingStone
"Chicho". Así conocen todos los vecinos a Yolanda Carrizo. Es consejera barrial y tiene 67 años, 12 hijos, un perro fiel y una imagen de San La Muerte.
"Chicho". Así conocen todos los vecinos a Yolanda Carrizo. Es consejera barrial y tiene 67 años, 12 hijos, un perro fiel y una imagen de San La Muerte.Pablo E. Piovano - RollingStone
En la barriada están activos 68 comedores y merenderos. También ollas populares. Muy pocos reciben apoyo estatal. Los cimientos solidarios de la 31 sostienen la subsistencia estas semanas de cuarentena. Muchos referentes de estos espacios, como Ramona Medina, se contagiaron.
En la barriada están activos 68 comedores y merenderos. También ollas populares. Muy pocos reciben apoyo estatal. Los cimientos solidarios de la 31 sostienen la subsistencia estas semanas de cuarentena. Muchos referentes de estos espacios, como Ramona Medina, se contagiaron.Pablo E. Piovano - RollingStone
Restos de afiches políticos de la última elección bajo la autopista. “Larreta hizo campaña con nuestro barrio. Hablaba de la urbanización –dice Silvana Olivera, del Comité de Crisis–. Puras truchadas. Red de agua precaria sin terminar, mucho maquillaje en las fachadas, pero atrás están los problemas
Restos de afiches políticos de la última elección bajo la autopista. “Larreta hizo campaña con nuestro barrio. Hablaba de la urbanización –dice Silvana Olivera, del Comité de Crisis–. Puras truchadas. Red de agua precaria sin terminar, mucho maquillaje en las fachadas, pero atrás están los problemasPablo E. Piovano - RollingStone
Un vecino intenta reparar un caño de agua en una de las calles de la Villa 31. A mediados de abril, se conoció que se había cortado el agua en el barrio. Para esa época, también se informó del primer caso de coronavirus. Ahora son más de 800.
Un vecino intenta reparar un caño de agua en una de las calles de la Villa 31. A mediados de abril, se conoció que se había cortado el agua en el barrio. Para esa época, también se informó del primer caso de coronavirus. Ahora son más de 800.Pablo E. Piovano - RollingStone
Cuando se quedó sin agua, Silvana Olivera agarró baldes y cruzó todo el barrio hasta donde estaban los camiones cisterna. Las filas eran larguísimas. “Creo en las organizaciones sociales, en los lazos solidarios de los vecinos, en la militancia de base. Del gobierno de la Ciudad, olvidate”, dice.
Cuando se quedó sin agua, Silvana Olivera agarró baldes y cruzó todo el barrio hasta donde estaban los camiones cisterna. Las filas eran larguísimas. “Creo en las organizaciones sociales, en los lazos solidarios de los vecinos, en la militancia de base. Del gobierno de la Ciudad, olvidate”, dice.Pablo E. Piovano - RollingStone
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