Las hijas de Nicole Kidman hicieron su debut en la alfombra roja para acompañar a la actriz en una noche muy especial

Este sábado por la noche, muchas estrellas de Hollywood se reunieron para homenajear a Nicole Kidman, quien recibió el prestigioso AFI Life Achievement Award, el máximo galardón que concede el American Film Institute. La diva también estuvo acompañada por su familia, incluyendo su marido, Keith Urban, y sus dos hijas menores, Sunday Rose y Faith Margaret.

Entre los colegas presentes estuvieron Meryl Streep, Zoe Saldaña, Naomi Watts, Zac Efron, David E. Kelley, Morgan Freeman, Aaron Sorkin y Reese Witherspoon. También en la gala se encontraban Lee Daniels, Mimi Leder y la creadora y directora de la serie Expatriadas, Lulu Wang, junto con las coprotagonistas de Kidman, Ji-young y Sarayu Blue.

A pesar de la ausencia de sus hijos mayores, Connor e Isabella, a quienes adoptó durante su matrimonio con Tom Cruise, Kidman se mostró feliz por el debut en la alfombra roja de sus dos herederas más pequeñas. Sunday, de 15 años, y Faith, de 13, posaron junto a sus padres ante los fotógrafos presentes luciendo hermosos vestidos de diseño. Junto a ellos también estuvieron la hermana de la actriz, la periodista Antonia Kidman, con su pareja Craig Marran, y sus hijos.

Durante la gala, Kidman se mostró emocionada por los elogios de los colegas que se hicieron presente para acompañarla. En diferentes discursos, hablaron sobre la estrella y su disciplina para el trabajo, así como la calidez que tiene como persona. Su esposo también aprovechó la velada para compartir detalles íntimos sobre su vida en común, destacando como lo acompañó a él cuando entró en rehabilitación por abuso de sustancias unos meses después de la boda, pero lo más importante, compartiendo el principio rector de Kidman para encarar su vida: “Elige el amor”.

La actriz también dedicó un poco de su tiempo a homenajear a los cineastas que marcaron su carrera, como Jean Marc Vallee, Sydney Pollack, Anthony Minghella, Stanley Kubrick, Joel Schumacher, Tony Scott y Nora Ephron. “Hay algunos que nos han dejado y también hay que mencionarlos, porque un día miras a tu alrededor, están ahí, y luego no están. Que vivan en belleza y espíritu, y en todas nuestras imaginaciones para siempre”, expresó en su discurso.

El evento, que se realiza una vez por año y que busca homenajear en cada oportunidad a una estrella que se haya destacado en su carrera, tuvo lugar en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Kidman hizo una gran entrada al lugar, al ritmo de la canción “Diamonds Are A Girl’s Best Friend”, mientras recibía la ovación de todos los presentes. El tema, popularizado por Marilyn Monroe en la película Los caballeros las prefieren rubias (1949), tuvo una reversión por parte de Kidman para el film Moulin Rouge (2001), de Baz Luhrmann.

La velada comenzó con un vídeo humorístico de Morgan Freeman parodiando el reciente anuncio de Kidman en AMC Theatres, que promovía el resurgimiento del cine tras la pandemia. “De alguna manera ella hace que el desamor siente bien en un lugar como este”, comentó Freeman en la parodia. Luego de que se proyectara el video, el actor subió al escenario en representación de todos los que ya han recibido el premio AFI, y destacó el trabajo de ella en el film de Luhrmann antes de cantar unos versos de “Your Song”, de Elton John.

Luego fue el turno de Naomi Watts, quien habló de la mujer a la que considera “la hermana que nunca tuve”. Las actrices se conocieron cuando tenían 15 años y aspiraban a ser grandes estrellas en Sidney, Australia. “Es alta, elegante y endiabladamente inteligente, con la risa más contagiosa que jamás hayas oído”, dijo Watts. “Nic siempre ha sido la persona más generosa de todas”, y señaló que Kidman le ofreció su apoyo durante los momentos difíciles de su carrera. “Tiene el corazón de una leona”, añadió Watts.

Acto seguido, Meryl Streep elogió a la australiana como una actriz que equilibra a la perfección “apetito, tenacidad y temeridad”, expresó antes de compartir anécdotas sobre la rutina diaria de Kidman, quien se levantaba a las 5 de la mañana durante el rodaje de Big Little Lies para poder bañarse desnuda en el Océano Pacífico.

Kidman concluyó el acto reconociendo el privilegio y la alegría de hacer cine. “Es un privilegio hacer películas. Es glorioso haber hecho cine y televisión con un sinfín de narradores que me han permitido desenfrenarme y ser libre para interpretar a todas estas mujeres poco convencionales. Gracias por hacerme mejorar en mi oficio y darme un lugar, aunque sea temporal, en este mundo. Gracias por invitarme a formar parte de sus familias cinematográficas. Gracias por el sueño de mi infancia que se hizo realidad”, aseguró.