Dorrego y Alcorta: tapan el mural de una artista con una representación de Malvinas

Un mural despertó una disputa política en Palermo. El gobierno de la Ciudad le asignó a siete artistas, siete paredes públicas para que las intervengan en el marco de la exposición Boutique de Arte Directo de Artista (BADA). Una de ellas quedó a cargo de Sofía Wiñazki, que trabajó debajo del puente de Dorrego y Figueroa Alcorta. Pintó árboles oscuros sobre un fondo blanco.

Ayer era el único día de la semana en el que Wiñazki no tenía previsto pintar sobre el mural, porque no tenía acceso a los materiales que le provee BADA, que se presenta en La Rural en septiembre. Cerca del mediodía se enteró de que habían tapado su obra. En su lugar habían escrito la leyenda “Los héroes no se tapan” junto a una representación de las islas Malvinas.

La autora se decepcionó por el destino de su trabajo. Creyó que había sido un acto de vandalismo al azar. Después supo que quienes pintaron encima de sus árboles eran los autores de un mural que estaba debajo del suyo. Sólo que ella nunca lo había visto: el gobierno porteño le había entregado la pared en blanco.

Quienes taparon su obra son un grupo de hombres que reivindican a los caídos en la guerra de 1982: crean murales sobre Malvinas en distintos puntos de la Ciudad (los firman "Azul un ala") y conducen un programa de radio online llamado La espada de fuego. Ellos habían representado en el mismo lugar, hace más de un año, una escena del conflicto. Días atrás se encontraron con que había sido reemplazado con dibujos de árboles. Entonces decidieron volver a pintar.

"Nosotros no fuimos con odio. No sabíamos que era una obra de arte. Son unos arboles dibujados. Si comparás con el ataque a la fragata, que estaba antes, te vas a dar cuenta de la diferencia. Vimos que alguien cometió un error y nuestro cometido era poner que los héroes no se tapan", contó uno de ellos, que prefirió preservar su nombre.

Mientras pintaban, un agente de seguridad de Parques de la Ciudad intentó disuadirlos. Se fueron pero volvieron y completaron la nueva obra.

Wiñazki aseguró que las paredes le fueron entregadas en blanco y que incluso se comunicó con el autor del mural anterior "por códigos". "Me dijo que sabía y que le habían dado una pared más grande en otro punto de la ciudad”, reveló.

Según la agrupación "Azul un ala", la artista habló con Alan, un joven que colaboró con el mural anterior pero ya no tiene contacto con el grupo. "Es el pintor de la obra, pero en realidad no lo hizo él solo. Fuimos muchas personas y nosotros desconocíamos que había arreglado con el gobierno y la artista", dijeron.

Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público dijeron que fue un acto de "vandalismo" y aseguraron el mural de las Malvinas que se encontraba antes de la intervención de Wiñazki estaba “deteriorado”. "Por eso se le ofreció a la agrupación que lo había creado llevarlo a otra parte de la ciudad, en Patricios. El artista lo aceptó, pero un grupo de la agrupación fue a taparlo de todas formas. Es una cuestión más política, pero la perjudicada es la cuestión artística”, dijeron.

Los "vándalos" negaron el diagnóstico: "No estaba deteriorado, estaba en muy buen estado. Desde que pintamos en la calle sabemos que lo pueden tapar, hace dos años que hacemos esto y es la primera vez que tapan un mural de Malvinas. Todos respetan el tema, es lo más puro que tiene el país".

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