Fracasó la negociación con los gremios aeronáuticos y el conflicto amenaza al fin de semana largo
Más de 20.000 pasajeros se vieron afectados por la cancelación de 115 vuelos como consecuencia de una medida sindical; las medidas sindicales podrían continuar
El fin de semana largo, en vísperas del Día de la Madre, no comenzó muy bien para cientos de pasajeros que tenían la posibilidad de tomar un avión y partir hacia otros destinos de la Argentina y de países limítrofes. Principalmente en el Aeroparque Metropolitano, pero también en Ezeiza y en Córdoba, se encontraron mostradores vacíos y sin empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral que realizaban una sorpresiba asamblea sindical. La medida, que se extendió por más de dos horas, provocó la cancelación de 115 vuelos y más de 20.000 pasajeros que tuvieron problemas para abordar.
La paritaria del año próximo, retroactiva a septiembre pasado y que comenzó a negociarse hace meses, fue el desencadenante de la situación que tuvo de rehenes a los pasajeros. El conflicto sigue sin resolverse. Hoy, en el Ministerio de Trabajo de la Nación, funcionarios se reunieron con los gremios en conflicto y se decretó un cuarto intermedio hasta el martes próximo para intentar llegar a un acuerdo.
Hasta esta noche los vuelos que habían sido reprogramados para mañana continuaban con el horario de partida asignada. Sin embargo los gremios saben si tomarán nuevas medidas que afecten la programación en las principales terminales de la ciudad y el país con los servicios de la aerolíneas de bandera -el resto de las empresas operaron con normalidad-. Las demoras y cancelaciones podrían seguir durante todo el fin de semana largo.
Desde el Gobierno insistieron que lo de hoy se trató a una "operación política" y acusaron de intransigentes a los sindicatos. Mientras que los gremios sostuvieron que la propuesta oficial de 20% de incremento de sueldos, entre aumento y bono, sumado a una cláusula gatillo que se dispararía en función de la inflación, es insuficiente.
Pasajeros varados
Las asambleas que generaron complicaciones en los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral fueron realizadas por cinco gremios. Se trata de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión de Aviadores de Líneas Aereas (UALA), la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación Personal Aeronáutico (APA) y la Unión Personal de Seguridad Aeronáutico (UPSA). La ríspida discusión salarial tiene como eje el porcentaje de aumento que pretenden, de entre un 24% y 26%.
Mientras el conflicto con estos gremios no se resuelve la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) aclaró que la negociación con Aerolíneas Argentina continúa. “No vamos a usar a los pasajeros para negociaciar. Estamos avanzando en una mesa de diálogo”, indicaron voceros del gremio.
“No entendemos como los gremios hacen esto, no avisaron nada, paralizaron todas las actividades de golpe y nos dejaron a todos varados. Hay gente que tenía armado para el fin de semana y ahora se le cae todo”, dijo Mariela, junto a su esposo y un niño de seis años, en Aeroparque. “A nosotros, que vamos a Córdoba, al menos nos van a reubicar en algún vuelo, pero la gente que tiene un solo vuelo o dos, no tiene lugar”, agregó.
Aerolíneas tenía previsto transportar hoy a 42.000 pasajeros en todo el país, pero hasta las 19 poco más de 20.000 había logrado viajar. Salta, Mar del Plata, El Calafate, Ushuaia, Rosario, Resistencia y Córdoba fueron algunos de los vuelos de cabotaje cancelados en Aeroparque, pero también se suspendieron servicios a Río de Janeiro, San Pablo, Santiago de Chile y Montevideo. Algo parecido ocurrió en Ezeiza que debió postergar vuelos a Miami, Bogotá y Cancún.
Mientras los pasajeros con boletos de Aerolíneas no podían siquiera averiguar el estado de su vuelo, quienes viajaban por otras compañías, como Andes, Latam o GOL embarcaban sin inconvenientes. Así ocurrió durante al menos dos horas, entre las 6 y las 8, cuando finalizó la asamblea y los empleados comenzaron a atender.
Las largas colas que se habían formado, de hasta 200 metros, se rompieron ante la demanda de los pasajeros y la poca información que se brindaba de parte de la empresa. La falta de organización y la lentitud para ofrecer respuestas provocó aún más malestar en algunas personas que debieron postergar su viaje 24 y hasta 36 horas después. Algunos vuelos que debían salir de la terminal porteña se derivaron para hoy a Ezeiza.
“Nos dejan a todos varados, no encontramos respuestas, nadie nos dice nada, es una locura y una falta de respeto”, le dijo Carlos, de 50 años, a Télam, un pasajero que tenía pasajes para viajar a El Calafate y que esperaba la reprogramación. Mientras que Carolina, de 30 años, que había llegado a Aeroparque para viajar junto a dos amigas a Mar del Plata buscó resolver el imprevisto de otra forma: “Estábamos por salir y se canceló el vuelo. Por suerte llamamos a una empresa de micro y en un rato viajamos desde Retiro, pero no es justo”.
El titular de APLA, Pablo Biró culpó a la aerolínea de bandera por la situación. “Las autoridades nos empujaron al conflicto. Nunca se movieron del 16% de aumento salarial”, dijo. Por su parte, el presidente del Grupo Aerolíneas, Mario Dell’Acqua, respondió que la propuesta era superior a ese número y culpó a los sindicatos. “Es una medida absurda que los gremios dicen que es una asamblea, pero en realidad es un paro. Esto es una acción política”, sostuvo.ß.