La solución al conflicto que tiene paralizada a la línea 60 se postergó, por lo menos, un día más con la única certeza de la apertura de un canal de diálogo. Ayer, horas después del corte parcial protagonizado por los choferes en la Panamericana, a la altura de Ingeniero Maschwitz, y tras una reunión convocada por el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, las partes decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta hoy.
Las unidades siguen sin prestar servicio, pese a lo ordenado anteayer por la jueza federal María Servini de Cubría. En la víspera, los delegados de la línea fueron recibidos por Tomada; el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango. Participaron también representantes de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), pero no hubo enviados de la empresa Monsa.
El martes, otra protesta de los choferes sobre la Panamericana había sido reprimida por la Gendarmería Nacional; los incidentes terminaron con 38 heridos y ocho detenidos.
El paro, que ya lleva 36 días, obedece al despido de 53 trabajadores. En tanto, los metrodelegados anunciaron que hoy, a las 11, en la estación Constitución de la línea C del subte, liberarán los molinetes en solidaridad con los colectiveros.
