Economía de la longevidad
Firme y con gesto enjuto, Franck Riester se mostraba al inicio del debate. El viceministro de Relaciones con el Parlamento francés se juega por el proyecto de Emmanuel Macron que busca reformar el sistema previsional y aumentar la edad mínima de jubilación, de 62 a 64 años.
Afuera están las huelgas desde hace días, las manifestaciones populares millonarias, la indignación. En el recinto de la Asamblea Nacional de París, están los argumentos esbozados a favor y en contra.
Los trabajadores resisten; no aceptan que se socaven los derechos laborales y se desproteja a los más vulnerables. El gobierno insiste en que así las cuentas no cierran.
De un lado y del otro hay motivos, cifras, historias, hay ideologías que tironean en un conflicto contemporáneo. La longevidad avanza a paso firme y la pregunta es cómo vamos a administrar nuestras existencias extendidas y cómo se gestionarán las políticas públicas para cumplir con su parte.
El cambio es inexorable, estamos de acuerdo. En el cómo vamos a tener que ponernos de acuerdo.