Aprimera vista, Teoría y práctica de la tragedia parece una completísima antología (de los griegos a Roland Barthes, Osvaldo Lamborghini y Sergio Givone) de citas y fragmentos sobre, justamente, la tragedia. Pero Manuel Hermelo y Teresa Arijón entienden la tarea del antológo en un sentido superior o, para ser más preciso, poético. En todo caso, la intención del libro no es informativa, prescriptiva ni pedagógica. Enmarcado por dos poemas ("Huellas" y "La inocencia") el libro se despliega en once ejes ("Imitar el mundo", "Mundo de sombras", "Dionisos" son algunos de ellos) que no conviene leer salteados sino en el orden propuesto. Si se lo hace, Teoría y práctica de la tragedia se revela como una especie de extenso poema en prosa de voces cambiantes y a veces recurrentes, cuya identidad se revela sólo al final. ¿De qué otro modo leer anotaciones como ésta de Goethe: "Todo lo trágico se basa en un contraste que no permite salida alguna. Tan pronto como la salida aparece o se hace posible, lo trágico se esfuma"? Hermelo y Arijón prueban que la poesía puede ser teórica, y la teoría, poética.
Teoría y práctica de la tragedia Manuel hermelo, Teresa Arijón Pato en la Cara 224 páginas $ 80
