Carlos Sainz, el padre orgulloso: "Sé que mi hijo es mejor de lo que él cree"

Carlos Sainz dejó ayer la Argentina. Abandonó por cuarta vez consecutiva el Dakar sudamericano: venció en 2010 pero desde 2013 que no puede dar la vuelta completa. El miércoles marchaba en punta cuando se rompió la transmisión de su Peugeot 2008DKR. ¿Mala suerte? "Tengo la suerte de decir que siento un orgullo y admiración tremenda por tener el padre que tengo. Eso sí que es tener suerte". Eso tuiteó su hijo, Carlos Sainz Jr., piloto de Fórmula 1, y que terminó 15° en su torneo debut, el del 2015.

-¿Usted sigue siendo mejor piloto que su hijo?

-No, mi hijo… Primero, son especialidades diferentes. El tiene un talento que probablemente este año… Ya la gente ha podido intuirlo, pero con el tiempo se va a quedar muy sorprendida, porque yo sé de lo que es capaz, lo he visto hacer cosas y alguna vez me he podido medir con él en coches de rallies que tenemos, yo sé que él es mejor de lo que se cree. Su rivalidad con su compañero de equipo (Max Verstappen) ha sido la gracia del último campeonato.

La traición mecánica no le quita el buen humor. "A pesar del abandono y la decepción, estoy contento" afirmó al llegar a San Juan. "¿Mala suerte? En el Dakar nunca se puede decir ‘mañana no pasa nada, mañana es un día tranquilo’, siempre hay sorpresas, imprevistos, siempre aparece algo". Más allá de acelerar, al español lo fascina desarrollar coches de carrera, como hizo con esta segunda versión del auto francés, tan diferente a la del año pasado; siente que, más allá de su resultado personal, ha contribuido en gran medida a este éxito parcial de la marca, que puede ser completo.

-Desde el punto de vista técnico, ¿cuál es el gran cambio del auto respecto al año pasado?

-El coche es más ancho, más largo entre ejes, el centro de gravedad es mucho más bajo. Se han trabajado las suspensiones, es mucho más liviano, el motor va mejor: el del año pasado era un desastre en la altura. Tiene más potencia, bastante más de los 15 caballos que se dicen, y mejor tiempo de respuesta, porque el sistema de turbocompresores es diferente. Cuando conduces en secreto a la vista (sin hoja de ruta) la respuesta es fundamental, porque cada vez que dudas, levantas (el pie del acelerador), y si pasa muchas veces y la respuesta no es buena, pierdes mucho tiempo. Se mejoró el reparto de pesos: las ruedas de auxilio iban una adelante y otra atrás, ahora van ambas en los laterales. Peugeot dice que es una evolución y yo dije que una evolución no, que es una revolución, porque no tiene nada que ver el coche del año pasado, es otro. El año pasado no se podía atacar, no se disfrutaba manejando. Ahora, el ritmo nuestro es brutal. Este es un coche que ha sorprendido a mucha gente. Queríamos hacerlo lo más polivalente posible, un buggy de dos ruedas motrices que en las etapas de montaña no perdiera con los 4x4. Era difícil, pero lo logramos. Este fue un Dakar completamente atípico: hubo mucho más camino que de costumbre. Si no hubiésemos logrado eso, no estaríamos disputando la victoria.

av/jt