Rally Dakar 2014: de qué se trata la llamativa fábula del casco romano

EL SALVADOR, Chile.- La nada misma. Eso es lo que se piensa cuando se conoce esta región de Chile, en pleno desierto de Atacama. Claro, la economía empuja a explotar la minería. El cobre da sus dividendos. No sólo a la región. También al país. Y sobre la base de esa meta económica, aquí, a fines de la década del 50, se instalaron empresas norteamericanas con el fin de extraer el preciado mineral.

El valor económico de la región obliga a replantearse eso de la nada misma. Aunque si no se tiene ese fin, la sensación de soledad es tan amplia como apabullante. Por esta zona pasó el Dakar. El desafío de pasar por última vez en esta competencia por zonas a 3000 metros de altitud. Las complejidades del calor, la arena, la altura y el cansancio acumulado. Pero la fuerza extra que otorga pensar que se está a sólo dos etapas del final da esperanzas.

El campamento está pegado al aeródromo, cerca también del poblado de El Salvador, donde la gente no supera los 12.000 habitantes. Es impresionante verlo desde el helicóptero. A medida que se toma altura, el dibujo de la ciudad se asemeja al casco de un soldado romano. Hasta hay una leyenda al respecto que sostiene que el arquitecto que planteó este poblado tenía un hijo que había perdido el casco de un soldadito romano. Y por ello tomó ese contorno, que en el diseño urbano toma forma de un anfiteatro. De aquí es el club Cobresal, que juega en la primera división del fútbol chileno. Apenas con 500 socios, tiene un estadio con capacidad para 20.000 personas, el doble que la población de su ciudad.

Alrededor, desierto y minas. Gracias al plan de hospitalidad que aporta el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Promperú), la travesía efectuada con una de sus camionetas 4x4 permitió observar el desierto desde adentro, donde el Dakar completó ayer la 11ª etapa. En algunos sitios había mineros que defendían el uso del cobre, principal fuente de recursos. Aquí hay un programa para concientizar sobre su uso en elementos hospitalarios, como manijas, barras, respaldos de camas y lavatorios, además de cierta indumentaria, ya que argumentan que su uso impide en un 95% las infecciones interhospitalarias, entre otras virtudes.

Por aquí pasó el Dakar. Por primera vez la tranquilidad del poblado minero se alteró por el tránsito de la gran competencia. El desierto abruma, como siempre. Y los habitantes se sorprendieron con la ciudad nómada, que por más de 24 horas se instaló bien cerquita del casco romano para seguir el camino hacia Valparaíso.