Eran amigos, se alejaron y volvieron a unirse: James Harden y Kevin Durant ya hacen estragos otra vez

Juntos, James Harden y Kevin Durant eran dinamita en Oklahoma City hace poco menos de una década, máxime con otro fenómeno a la par de ellos, Russell Westbrook. Pero algo no funcionó, Thunder perdió una final (2012, contra Miami Heat) y el barbado decidió irse, creyendo que nunca sería campeón en la atmósfera de esa franquicia, tal como estaba. Durant se enteró por los diarios, se sorprendió y quedó dolido. La relación se enfrió. Hubo un tiempo de distanciamiento, con Harden en Houston Rockets y, tiempo más tarde, Durant también emigrado, en Golden State Warriors. Pero nunca digas "nunca": negocios son negocios.

El mismo motivo que alegó La Barba para irse en su momento de Oklahoma City es el que lo deposita ahora, en enero de 2020, en Brooklyn Nets. Es decir, en la franquicia en la que brilla... Durant. Aun sin Westbrook, conforman ahora un equipo que aspira a calzarse anillos en los dedos. Y empezó a mostrarlo en la noche de este sábado, con un 122-115 como local sobre Orlando Magic. Los compañeros deberán dejar de lado toda pretensión de protagonismo importante si la tenían: en su primera función unidos luego de ocho años y medio en la NBA, el dúo registró 74 puntos, 16 rebotes, 19 asistencias, 6 robos, 3 bloqueos y... 15 pérdidas. Son ellos dos y un poco del resto del plantel, nomás.

La primera canasta de Harden en Brooklyn: un eurostep a lo Ginóbili

A James Harden no lo intimidó ser el nuevo del conjunto. Qué va: su estreno en Brooklyn Nets, que duró 39 minutos, produjo 32 tantos, 12 rebotes, 14 pases-gol, 4 recuperos, 1 tapa y... 9 cesiones de balón al equipo rival. Su primera anotación fue a lo Manu Ginóbili: penetración, eurostep y bandeja de zurda. El paso europeo es, en rigor, un hábito del barbado escolta de 31 años, que con esa actuación pareció empezar a contestarle a Shaquille O'Neal. El ex pivote, hoy comentarista televisivo, lo denostó, tratándolo de mentiroso por lo que alegó sobre su salida de Houston, y lo "conminó" a ser campeón en esta organización, un logro que Harden, por ahora, sigue sin conquistar.

La imagen de un choque de manos en alto entre ambos fue la foto de la nueva alianza. Kevin Durant, que a los 32 años está en su primera temporada en la franquicia neoyorquina (se perdió toda la 2019/2020 por una lesión), apenas jugó 10 partidos en Brooklyn. Pero ya hace ruido, claro: en los últimos nueve encuentros marcó 25 o más puntos, un récord de consecutividad para la franquicia. KD está apenas más acostumbrado que Harden a ese nuevo ambiente y esta vez se dedicó a conseguir canastas: estableció 42 puntos. Los acompañó con 4 rebotes, 5 asistencias, 2 robos, 2 bloqueos y... 6 pérdidas de pelota.

Como en los viejos tiempos de OKC...

Así y todo, a Brooklyn le costó superar a un oponente, Orlando, que ciertamente no es de los más fuertes, que perdió por quinta vez seguida y que ahora tiene más caídas (siete) que éxitos (seis). Nets está mejor, pero no venía siendo ninguna maravilla: ganó por tercer juego sucesivo y su marca en la tabla de posiciones es de 8-6. Ahora con Harden y Durant aspira mucho más alto. Pero la NBA, como cualquier deporte colectivo, demanda que haya un equipo más allá de las estrellas.

Harden vs. una de las jirafas

Volcadón de Durant