“Látigo” Coggi vuelve al Luna Park, donde se hizo grande: ahora como DT, intenta llevara a Sol Baumstarh al estrellato

No es fácil percibir el encanto del actual boxeo del Luna Park. Y hoy habrá peleas allí: en Corrientes y Bouchard. Ahora, sin el espíritu conductivo de Tito Lectoure –alma mater de la empresa–, sin las cámaras de Canal 13 ni la magia de “Entre las Sogas” y sin campeones populares que ameriten la gran foto del suplemento deportivo. Sin embargo, nada podrá cambiar el sentir de los porteños ante un cambio de golpes en medio de ese ring.

Mas allá de los hábitos de estos tiempos con boxeadores forasteros, mayormente sudamericanos destinados a la lona y al traspié por KO en menos de quince minutos; con un montón de cinturones de tercer orden en juego y sin las multitudes de antaño, se recuperará, esta noche, una vieja formula que siempre arrojó buenos dividendos: un combate entre experimentados atletas locales y la vuelta a escena de un hijo pródigo del célebre recinto, inaugurado para el pugilismo el 5 de marzo de 1932.

Pese al interés que despierta el match de fondo entre el cordobés Alberto Melián y el tucumano Diego Ruiz, a diez rounds en peso pluma, con televisación de TyC Sports a partir de las 23, el epicentro de la velada estará dado en el regreso al estadio que lo eyectó al campeonato mundial welter junior (1987-1996) del santafecino Juan Martin “Látigo” Coggi. Ahora como director técnico. Fue el gestor del último gran KO en ese cuadrilátero ante Hugo “Pajarito” Hernandez, a quién derrumbó, el 25 de octubre de 1986, por la corona nacional.

¿A quién dirigirá hoy a sus 61 años? A Sol Baumstarh, campeona sudamericana de los minimoscas (48.900 kg), 11a. del ranking mundial del Consejo Munidal de Boxeo (CMB), quién expondrá su corona ante la salteña Sofía Méndez, en un cotejo de diez rounds.

“Latigo” y María Sol, personajes de Brandsen

Coggi nació en Fighiera (Santa Fe), aunque la ciudad bonaerense de Brandsen es su pago representativo de toda la vida. Allí, don Ricardo Baumstarh, papá de María Sol, luchó por mantener en pie su gimnasio pugilístico desde hace muchos años. Allí, Martín Antonio “El principito” Coggi, hijo mayor de “Látigo”, solía ponerse los guantes en plena adolescencia, pese a la resistencia del viejo campeón. Allí también, desde pequeña, María Sol empezó a boxear. Como en todo pago chico, ambas familias entretejieron una linda amistad.

La carrera de María Sol no arrojaba buenos guarismos de la mano de don Ricardo en el profesionalismo. Sólo había ganado dos de sus primeras ocho peleas desde que debutó en 2018. Un día decidió cambiar de manos. Llegó al gimnasio de los Coggi, Latigo Box, en la calle Ferrari, en Brandsen, y decidió integrar su equipo. El primer combate tuvo resultado adverso. Perdió por puntos con Celeste Alaniz, actual campeona mundial, el 21 de agosto de 2021. A partir de ese instante, se prometieron mutuamente no volver a perder y así ocurrió. Hicieron en dupla cinco combates. Ganaron todos, cuatro antes del límite.

¿Cómo pelea Maria Sol? De buen físico, sabe esperar y rematar de cross con ambas manos. La historia tiene un agregado más. ¿Quién la representa? ¿Quién es su manager? Yésica Coggi, la hija menor de Juan. A los 34 años, se afirma en este oficio y nos dijo: “Promuevo a los boxeadores de Látigo Box. Sol es un ejemplo por su disciplina y su responsabilidad. Es una gran atleta. Preparada, estudia inglés y es un ejemplo en Brandsen. Es una pegadora natural y el gran éxito fue bajarla a 49 kilos, en donde su pegada es muy poderosa. Vamos de a poco. Pelea a pelea. Yo voy creciendo junto a ellos”.

Coggi regresa al gran escenario. Ahí vivió periodos agridulces: felicidad y grietas. Esta vez, en el rincón. Como maestro, como entrenador. Sabe que tiene a su cargo una “maquinita noqueadora” que le da derecho a soñar como en tiempos pasados. Sueños genuinos, exclusivos del Luna Park.

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