Código Rojo: el primer equipo sudamericano en competir en el exigente Racing Tour GC32

Coordinación. De eso se trata. De equilibrar experiencia y juventud, aire con agua. Para navegar en la Fórmula 1 del yachting nada puede estar librado al azar. Por eso las cinco personas a bordo, de cara curtida por el sol y de años dedicados a la vela, ponen el cuerpo y la mente a disposición de un proyecto que recién empieza y no para de crecer.

Código Rojo es el nombre del primer equipo sudamericano en competir en la categoría GC 32 del Racing Tour. Lucas González Smith y Federico Ferioli fueron los que tuvieron las agallas para aventurarse en este circuito de vanguardia de catamaranes voladores, rápidos y vertiginosos.

"La idea surge entre los dos cuando empezamos a competir juntos en F18. Entre cambios de categoría y saciar nuestro hambre aventurero decidimos probar. Federico es una persona extrema a quien le gusta el vértigo, y cuando pasó de los deportes de motor a la náutica, vimos que en el GC 32 los catamaranes eran extremos y esa adrenalina se podía complementar con el agua", explica González Smith.

"Es una categoría que se crea después de la Copa América 2012 en San Francisco, donde comenzaron los catamaranes grandes a volar. Acá es donde se nos prende la lamparita y empezamos a mirar al GC32 como un objetivo a alcanzar", agrega Ferioli.

Pero no serían solo ellos dos abordo de este sueño. Son siete los integrantes de este equipo en evolución. Si bien hubo cambio de nombres, Facundo Olezza, Juan Cruz Benítez y Nicolás Chernobilsky dejaron el equipo, este año competirán junto a: Jordan Rivas (40 años), Yeison Hess (29, de Guatemala), Renato Conde (39), Jorge Ferioli (74) y Diego Stefani (Uruguay). "Es imprescindible que todos trabajemos bajo una idea general, y este grupo tiene eso. Porque es un barco en el que se necesita mucha coordinación y resolver en muy poco tiempo. Todos tenemos que tener la disciplina de poder confiar y comunicarnos con el otro", apunta González Smith.

"Rivas tiene todo para ser el capitán con su experiencia con barcos grandes y constante búsqueda de nuevos desafíos. Conde un especialista en la categoría, Stefani ya tiene experiencia con este tipo de barcos porque hasta el año pasado competía con un barco japonés y Hess tiene el espíritu y su camino olímpico recorrido. Además, Jorge Ferioli es el que nos ayuda en el bote de la seguridad", describe puntillosamente Ferioli.

El Racing Tour GC 32, que tuvo su primera edición en 2014, tiene un calendario que va de mayo a octubre, en el que el año pasado participaron 13 equipos. Son cinco pruebas en el año y cada uno elige en cuáles inscribirse. Los equipos que participan no son profesionales, pero se entrenan como tal. No hay premios económicos, pero sí puntos para el ranking. Cada embarcación financia sus gastos y tiene sponsors, el que puede, que otorga premios según lo pactado.

Código Rojo tuvo su primera participación en 2016 donde eligió Riva di Garda y Palmas de Mallorca para sentar bases y tomar toda la información necesaria. Al año siguiente se presentaron en las mismas carreras donde aprendieron y crecieron. "La primer carrera fue dura porque nuestro primer contacto con el barco fue diez días antes de la primer regata. Nos pasó de todo. La persona experta que habíamos contratado nos dejó plantados y perdimos a quién sería nuestro referente arriba del barco. A nivel competitivo si uno no sabe los límites es muy peligroso y damos mucha ventaja, además de la que ya damos por ser novatos. Asique tuvimos nuestro primer entrenamiento el primer día de competencia", rememora Ferioli.

"En la primer regata el objetivo fue conocer el barco y tomar confianza porque son barcos muy rápidos. La idea por eso era terminar. Las primeras regatas del primer dia salíamos últimos por bastante y a medida que fueron pasando los días fuimos acortando las distancias hasta llegaron con la manada", añade entusiasmado.

"Fue en curva ascendente, si bien nos queda mucho por delante y por mejorar para estar cabeza a cabeza con los mejores. Nos falta muchísimo porque es una categoría dentro de lo que es yachting muy alta competencia, y nuestra locura fue ir a medirnos con esta gente", explica Rivas.

Adentrarse en esta categoría fue todo un desafío. Fue una inversión propia la que hicieron los miembros del equipo. Fue un cambio en sus calendarios para poder combinar esta competencia, las propias de sus otras categorías donde compiten y sus respectivos trabajos. Fue un cambio de paradigmas para Sudamérica, donde nadie navegaba este tipo de catamaranes y es una categoría que rige por fuera de la Federación Argentina de Yachting. Pero los tripulantes no sintieron esa presión la tomaron como combustible y se sumergieron en la aventura.

Características del catamarán:

El catamarán tiene características que lo hacen alcanzar una velocidad jamás antes alcanzada. Los