Diego Giustozzi: un DT campeón del mundo que exige cambios de fondo

La oficina de Diego Giustozzi tiene una decoración especial, con repisas agregadas para contener la cantidad de títulos obtenidos en los últimos tres años con la selección de futsal. En este museo reciente resta el trofeo mayor, la Copa del Mundo lograda el año pasado en Colombia, que espera en las oficinas centrales de la cale Viamonte la posibilidad para poder sumarse a la gran colección. A pesar de ser el gran conductor de una revolución en el futsal argentino, el DT hizo hincapié durante toda la charla con la nacion en la construcción de un conjunto en detrimento de los laureles individuales, uno de los baluartes de su idiosincrasia, esa que continuará liderando tanto a la selección como a los certámenes locales por los próximos cuatro años.

“Tengo una sensación de relax y tranquilidad al saber que respondí con trabajo y que mis tareas las hice bien. Cuando me dieron el cargo, me autopresioné y puse alta la vara. Uno es un profesional, pero acá en la selección están los valores, la gloria, el sentido de pertenencia hacia un país y un deporte. Los logros personales no me interesan estando en la selección sino sólo el bien común”, explica.

–¿Por qué tuviste que esperar hasta el último día de 2016 para firmar la renovación con AFA?

–Son cosas que en la Argentina son normales. Todavía en este país no se toma conciencia de la dimensión y la potencialidad del futsal a nivel del mundo, tanto económico como profesional. Entonces primó el “después lo arreglamos”, aunque si me ponía a pensar que estuve a una semana de quedarme sin contrato con todas las ofertas que rechacé, no sé si me causa gracia o ganas de llorar.

– ¿Tu sentido de pertenencia te jugó en contra a la hora de negociar?

–Sin dudas. Negocié un contrato por menos de la mitad de las ofertas que tuve y alguno me llegó a decir que estaba mal de la cabeza. Pero tengo 38 años y la sensación de que le puedo dar mucho más al futsal. Hice un grandísimo esfuerzo para quedarme en este cargo.

–¿El crecimiento va de la mano de la profesionalización de la Liga?

–La Liga no está a la altura de la selección. Viajar te abre la cabeza y por eso a los dirigentes les aconsejo que viajen y debatan sobre aquello que se puede tomar para mejorar la competencia actual.

–¿Cómo se podría cuantificar el potencial de negocio que tiene el futsal?

–El fútbol junto con el básquetbol tienen 110, el voleibol tiene 90, el tenis más de 100 y el futsal apenas 30. Entonces hay que imaginarse lo que será el futsal en el futuro: un producto totalmente vendible. El futsal va a explotar y lo que hay que lograr es que lo haga lo antes posible.

–¿Cuáles son los objetivos para los próximos años?

–La idea es mantenernos en la elite. Además, busco la federalización del deporte, ayudar a mejorar la estructura del país y la competencia a nivel nacional para mayores y juveniles, y colaborar para formar a los entrenadores y dirigentes del futuro.

–¿Cómo preferís que recuerden al plantel campeón del mundo?

-–Me gustaría que se dijera que esta selección marcó el inicio del trabajo por el bien común dejando de lado las envidias, los celos y los rencores. Cuando representás a un país es imposible que esto se vea como una victoria individual de alguien. Quiero que al lado de la placa del campeón del mundo 2016 diga campeón del mundo 2020 y luego 2024.

–¿Qué valor tuvo el el título para el futsal argentino?

–Siempre hice hincapié en que teníamos que formar el mejor equipo para el Mundial y no la mejor selección. Sabía que podíamos por la cantidad y calidad de trabajo que teníamos. Mandamos un mensaje importante que ojalá entiendan todos, aunque lo dudo. En el deporte y en la vida todo se puede si se forma para conseguirlo, con humildad, valores de grupo y dejando de lado el beneficio personal. Que los brasileños –o los europeos– reconozcan que hoy estamos mejor que ellos era una utopía, porque históricamente nosotros nos llenamos la boca diciendo que ellos eran nuestro espejo y que había que copiarlos.

Empiezan las prácticas en un estadio alternativo

Luego de la consagración en Colombia, la selección comenzará hoy un nuevo ciclo con un gran objetivo: defender el título de la Copa América en el torneo que se disputará del 5 al 12 de abril, en Río de Janeiro. Con respecto al plantel que logró el título mundial, hay cinco ausentes: Taborda (Luparense de Italia), Cuzzolino (Pescara), Battistoni (Latina de Italia), Brandi (Luparense) y el arquero Quevedo (Barracas Central). Debido a que mañana se realizará la Asamblea de la AFA en el estadio de futsal del predio de Ezeiza, los primeros entrenamientos se efectuarán en San Lorenzo.