El haitiano de los 100 golpes por vuelta que soñó con llegar al Masters

LA ROMANA, República Dominicana.- Nadie le borra la sonrisa al haitiano Jacklin Jean, por más que se haya despedido del Latin America Amateur Championship con un score de 198, 54 golpes sobre el par. El primer día firmó 101 (+29) y hoy evidenció una mejoría: 97 (+25), un tendal de triples, doble bogeys y bogeys que nunca le apagaron la ilusión de clasificarse para el Masters.

Es de esos optimistas del deporte como lo fue Éric Moussambani, aquel nadador de Guinea Ecuatorial que dio brazadas apasionadas en la piscina de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

La precariedad de su juego no quita que se concentre en cada tee de salida y mida las caídas de los greens con precisión de relojero. Más allá de tiros defectuosos o pelotas fuera de límite, su satisfacción interior resulta incomparable: "Esto es lo más grande que me ocurrió en la vida: representar a mi país", jura, con la mirada fija en el azul del Mar Caribe.

Jean, de 39 años, empezó a jugar al golf a los 8, pero como no había suficiente infraestructura en su país se dedicó a la enseñanza del tenis. Luego volvió al golf pero de manera esporádica; su regreso a este deporte se produjo hace solo cuatro años. "En Haití no tenía mucho apoyo para soñar con ser un golfista profesional, pero desde la existencia de la Federación haitiana, siento que hay más respaldo y se puede trabajar con más herramientas y dedicación", comenta este hombre que aquí lució orgulloso una indumentaria azul y roja, los colores de su bandera.

Dice que prefiere ser Tiger Woods antes que Roger Federer, más allá de que –entre sus múltiples peculiaridades- ni siquiera tiene palos propios, sino que jugó con los que le facilitó la Federación. "Cuando vuelva a mi país tengo que devolver la bolsa", advierte.

Hace unos meses se realizó una clasificación en Pétion-Ville Club, una entidad cercana a Puerto Príncipe, para determinar al representante de Haití en el LAAC. Participaron solo siete: Jean y seis caddies. "El que jugó el año pasado en el LAAC de Pilar Golf Club estaba lesionado y no pudo formar parte de este torneo clasificatorio. Y terminé ganando yo", relata este entusiasta incurable, que le bastó con firmar 59 golpes en 9 hoyos para obtener el pasaje y soñar con la chance del Masters en Casa de Campo.

Padre de cinco chicos y una nena, sus hijos fueron decisivos para sus entrenamientos, ya que recogieron las pelotitas durante los ensayos y actuaron como motivadores desde hace dos meses. Pero no fue tan sencilla su llegada al campo de Diente de Perro, al margen de que Haití, una de las naciones más pobres del mundo, es limítrofe con República Dominicana en la isla La Española. "Para llegar hasta acá tenía una reserva de un vuelo vía Panamá, pero iba a tardar 12 horas y además no tenía la visa, así que tuve que devolver el ticket. La otra opción era hacer escala en la isla Turcos & Caicos, pero también requería una visa. Al final me tomé un bus y llegamos en seis horas por vía terrestre".

Cuenta que muchos haitianos se desviven por las habilidades y los goles de Messi, pero él prefiere gambetear al fútbol, tanto para verlo como para jugarlo, ya que cuida sus piernas. Definitivamente su obsesión es el golf y el año próximo intentará de nuevo la clasificación para el Masters, en el LAAC que se disputará en el Club de Golf de Panamá. Todo, por más que los scores quieran derumbar sus sueños en cada hoyo.

gs