El top 12 de la URBA: cuando se trata de llegar a las finales, Hindú despierta su instinto ganador

Como si tuviera un instinto animal, Hindú siente olor a finales y se levanta. El año pasado, al borde de la eliminación, ganó los últimos cinco partidos para meterse agónicamente en los playoffs, camino a un nuevo título. Ahora, llegó con dos victorias seguidas al duelo con Alumni , un rival directo en la lucha por clasificarse a los playoffs, pero lejos de su mejor forma.

La victoria no solo le valió el pase a semifinales, con dos fechas por jugarse en el Top 12 , sino que, más importante aún, parece haberse reencontrado con el juego sólido y letal que lo llevó a ser el dominador de la URBA. Justo a tiempo.

"Tomamos cada partido como una final", afirmó el hooker Agustín Capurro. Todo un enunciado que acaso revela la causa de tan abrumador performance. Entre el torneo local y el Nacional de Clubes, Hindú alcanzó las últimas ocho finales consecutivas de los últimos cuatro años, de las que ganó seis.

Tras perder con Newman y CUBA , se había recuperado en las últimas dos fechas al vencer a Pucará y Regatas , aunque no estaba conforme con su rendimiento. Ayer, en cambio, jugó a lo campeón.

"No veníamos jugando como nos gusta a nosotros. En los últimos partidos estábamos flojos en defensa", aceptó Capurro. "Nos propusimos mejorar mucho la defensa y atacar a partir del tackle".

En Tortuguitas, fue el costado defensivo la mayor virtud del Elefante. Ahogó constantemente a un rival que nunca encontró su juego y apoyó tres de sus cinco tries (consiguió punto bonus ofensivo) a partir de pelotas recuperadas. Un aspecto en el que Hindú tuvo una ayuda extra durante la semana: en el entrenamiento del martes estuvo Nicolás Fernández Miranda , su anterior DT y actual especialista de defensa de los Pumas. "Fue lindo tenerlo, por todo lo que transmite y por todo lo que sabe", dijo Capurro. "Nos ajustó algunos detalles mínimos y nos corrigió algunos errores que veníamos teniendo".

El triunfo de Hindú fue inapelable. Los forwards supieron bancar la agresividad con la que salieron los locales y los doblegaron. La defensa fue la clave, pero también la contundencia del ataque. El try de Capurro, por ejemplo, fue de gran factura: backs y delanteros se combinaron en espacios reducidos para recorrer 50 metros hasta el in-goal.

¿La clasificación equivale a haber cumplido el primer objetivo? "Para nada. Quedan dos fechas para llegar de la mejor forma a la semifinal", respondió Belisario Agulla, cuyo corte en un pómulo reflejaba la dureza del encuentro. "El objetivo es mejorar nuestro juego partido a partido, mantener la intensidad durante los 80 minutos. Creo que hoy lo hicimos. La clasificación es una consecuencia del buen juego".

La misión para Hindú en los últimos dos partidos (San Luis y el CASI), entonces, será mantener el enfoque en el juego, aun sabiendo que la clasificación ya está abrochada. "Tenemos que seguir por el mismo camino. Obviamente vamos a pensar bien qué jugadores necesitan descanso para llegar de la mejor manera posible a semifinales", advirtió Lucas Ostiglia, uno de los entrenadores.

El costado negativo fue la lesión de Horacio Agulla , que se retiró a los 10 minutos de haber ingresado con un esguince en la rodilla derecha y deberá someterse a estudios para conocer la gravedad de la lesión.

La contracara fue el local. Alumni sumó la tercera derrota consecutiva, ve comprometido el acceso a semifinales y está lejos del rendimiento que lo llevó a la final del año pasado, y con el que empezó este certamen. Pero depende de sí mismo: le lleva seis puntos a Pucará, su rival en la última fecha. Antes debe visitar a CUBA. "Estamos muy bien, unidos y confiados en los jugadores que tenemos para ir en busca de la clasificación", dijo el experimentado wing Franco Sábato . Su hermano Luca anotó los dos tries del equipo.

Se acercan las instancias decisivas. Cuidado, porque se despertó el Elefante.