¿Alguien cuida a Messi? Sí, pero no es “Chiqui”, es Boban

¿Quién cuida a Lionel Messi cuando se trata de la selección nacional? Edgardo Bauza aseguró en su momento que el Barcelona no lo hacía, pero la forma en que lo dijo -y lo que dijo- lo expuso a una clara contradicción: hablando así, lo último que estaba haciendo era cuidar al “10”.

Como presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia tiene varias responsabilidades importantes, y una de ellas es la de cuidar a Messi, porque así cuida además a la selección.

¿Lo está cuidando? No, lo está exponiendo.

Cuando Tapia le dice a los medios -lo hizo en su reciente entrevista en LA NACION- que es imprescindible que Messi vaya en persona a Zurich para que le rebajen la sanción, pone sobre los hombros del jugador todo el peso de un asunto muy delicado y se exhibe como gestor de la posible solución. Ni hablar de cuando desde la AFA se filtra el jueves 4 de mayo como presunto día en el que Messi debe presentarse: el show de cámaras en el bunker de Gianni Infantino está garantizado, ya todos tienen la fecha en su agenda.

Bueno, Messi se lo buscó, podría argumentarse. Fue él quien insultó repetidas veces a un juez de línea sin medir las consecuencias y el peligro para la selección.

Sí, claro, Messi se equivocó, y haría bien en explicar pronto lo que pasó aquella noche en el Monumental, porque así despejaría teorías más o menos atinadas acerca de las razones profundas de su proceder. Si se le pregunta a gente que lo trata con frecuencia, la respuesta es sencilla: “El línea se burló de él todo el partido, lo buscó siempre”. ¿Eso justifica lo sucedido? No, claro que no.

Ahora bien: Messi reacciona en caliente y comete un error. La AFA y su presidente, en cambio, tienen tiempo para pensar lo que dicen, sobre todo lo que dicen sin dar la cara.

“Argentina lo necesita”, dijo Tapia de Messi, en este caso en on. “El tiene que estar bien, sentirse de la mejor manera”.

Está en lo cierto Tapia, como tambien lo es que Messi no se sentirá “de la mejor manera” si desde la federación de su país le imponen una fecha que, curiosamente, la propia FIFA aún no anunció. ¿Para que hablar tanto en la previa de la que es una semana extraordinariamente importante para el capitán de la Argentina? El miércoles sale a buscar una remontada improbable ante la Juventus en la Champions, el domingo su equipo lo necesita en la mejor forma para el clásico ante el Real Madrid. Tapia, es, en ese sentido, un preclaro exponente de una de las claves de la argentinidad: hablar es gratis. Peligroso, porque no es gratis en absoluto. A esta altura, lo único que Tapia debería repetirse a sí mismo, cual mantra, es “tengo que cuidar a Messi, tengo que cuidar a Messi”. Y convencerse de que es así, de que debe ser política sin fisuras en la AFA.

Eso implica admitir también que en el “caso Messi” no son Tapia ni Infantino los hombres clave. Hay que mirar a Zvonimir Boban, lujoso mediocampista del Milan en los ‘90 y actual secretario general adjunto de la FIFA. Boban habla español, la lengua de los Messi, con los que tuvo contacto fluido desde el mismo momento de la sanción. Retirado en el Celta de Vigo en 2002, apenas dos años antes de que Messi debutara en el Barcelona, Boban -lo confirmó la nacion- trabaja para una solución efectiva y discreta, lejos de los flashes que la AFA activa con su verborragia.

Hay que ver si no el caso de Diego Simeone: el técnico del Atlético de Madrid le dijo a Tapia que hasta que pase el Mundial de Rusia no puede abandonar el club. Cuidado, porque de tantas filtraciones se va a terminar cayendo el cielorraso de la AFA: el entorno de Simeone le dijo a la nacion (ver la edición digital) algo que ya no sorprende: “Diego no habló con nadie de la AFA”.