Boca espera a su refuerzo estrella: está casi lista la compra de Darío Benedetto, el goleador anhelado para el plantel de Sebastián Battaglia

En Boca se ponen los trajes. La alfombra roja, o más bien azul y oro, ya se coloca en las entradas de la Bombonera y del predio de Ezeiza. La situación lo amerita. Esa jerarquía permanentemente buscada desde diciembre de 2019 por Juan Román Riquelme, que podía poseer cualquier otro apellido y puesto, está a punto de hacer sonreír al Consejo de Fútbol, a Sebastián Battaglia y sobre todo a los hinchas. Porque, además, se trata de un viejo conocido que vaya si les ha dado alegrías en los arcos rivales. Darío Benedetto, el mejor delantero tras el retiro de Martín Palermo, tiene casi todo listo para pegar la vuelta después de dos años y medio en Europa. Y ser el que lleve la bandera de los refuerzos pesados que en el club piensan cerrar.

Aunque la oportunidad no apareció hace mucho tiempo, a la vez se cocinó a fuego lento. Con estrategias. Incluso, dejando de lado algunos chispazos que andan dando vuelta alrededor de la directiva Xeneize y el entorno de Benedetto. Boca está por delante más que nunca y los redondos 15 años parecen considerarse suficientes puertas adentro para volver a ser felices, alzando la Copa Libertadores. Claro que Luis Vázquez no merece ser olvidado después de tantos goles ni lo será, pero esta búsqueda lleva años.

Alguna vez se llamó Roger Martínez, otra vez Miguel Borja y hasta no se trató de una utopía la posibilidad de Edinson Cavani, que desde Manchester United promete aún concretar el sueño de ser el “Manteca” Martínez moderno. No obstante, todo se está terminando de pulir en torno a otro gran artillero que hace días genera desesperación en los fanáticos por ver -al fin- el anuncio oficial de Boca en las redes sociales con su retorno. “En estos días se cierra”, le sentenciaron a LA NACION desde el Consejo de Fútbol, dando por hecho que “Pipa” tendrá su segundo ciclo en el club.

Su salida de Elche, de España, fue igual a un chasquido. Benedetto, además de haber estado en condición de préstamo durante el último año, es uno de los pequeños accionistas del club que gestiona su representante, Christian Bragarnik. Entonces, el único “gran” problema era negociar con Olympique Marsella, la institución que supo invertir 16 millones de euros a mediados de 2019 para sacarlo de Boca: lo accesible estuvo a partir del cartel de prescindible que le colocaron los franceses tras no haber colmado las expectativas y al no ser considerado por el entrenador argentino Jorge Sampaoli.

Los números que se están terminando de acordar para la compra aún no trascendieron. En Boca se manejó todo de manera hermética, aunque con un evidente entusiasmo que no se apagó en ninguna jornada y, en cambio, fue creciendo con el correr de las horas. Así las cosas, en las próximas horas ya podría ser oficializada la incorporación del hombre que convirtió 45 goles en 76 encuentros oficiales de su primera etapa en la Ribera.

“Se está trabajando a full con lo de Benedetto, que es prioridad y lleva su tiempo. Después seguimos con lo demás sin apuros”, repitieron durante los últimos días desde las cercanías a Riquelme. ¿A raíz de qué? El delantero se llevará todos los flashes, pero detrás existen intenciones de potenciar al plantel lo máximo que se pueda. Esta vez, con más jerarquía que la incorporada en los mercados pasados. Debido a las suspensiones de Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo para la etapa de grupos del certamen subcontinental (4 y 5 fechas, respectivamente) el Consejo tenía decidido ir a buscar un zaguero central y ya prácticamente lo tiene: le comprarán la mitad del pase a Nicolás Figal, que más allá de recalar desde la Major League Soccer tiene una buena edad (27) y la experiencia de haber jugado en un grande como Independiente. ¿Qué falta? Que la MLS apruebe una de las transferencias que necesita Inter de Miami para disminuir la masa salarial, que fue ampliamente superada con respecto a la permitida en la liga norteamericana.

“Son los tiempos normales. No estamos apurados ni ansiosos, pero su llegada ya está hecha”, le confirmaron a este diario. A propósito, Figal está entrenando hace varios días en Ezeiza de manera particular a la espera de poderse sumar al plantel de Battaglia. Incluso, ya alguno se anima a imaginar que es muy probable que sea titular en el debut por la Libertadores, teniendo en cuenta que también Lisandro López se iría a Tijuana, de México.

Otro apellido resurgió y le aportaría más calidad a la tropa boquense en caso de arribar. Ángel Romero, bien a su estilo, protagonizó varias fases en su negociación con el Consejo para llegar al club: ambas partes tenían todo arreglado para que se sumara como futbolista en libertad de acción, luego prefirió tomarse su tiempo para especular con la aparición de mejores ofrecimientos y destinos, pero en las últimas horas dio marcha atrás.

Según le confirmaron a LA NACION desde lo alto de la directiva de Jorge Amor Ameal, el entorno del paraguayo levantó el teléfono y se comunicó con Riquelme para reactivar las tratativas y que llegue a Boca. Claro, el vicepresidente está encantado, aunque les dejó en claro que hoy tienen una prioridad y los números ofrecidos anteriormente pueden modificarse. De todas maneras, dejó en claro que lo quieren en el club una vez lograda la compra de Benedetto.

Y todo no termina ahí. Por lo menos, hay un protagonista más por el que insistirán. Riquelme y compañía buscarán el tercer ciclo de Guillermo “Pol” Fernández, que culmina su vínculo con Cruz Azul recién en junio y tendría decidido marcharse libre desde México. Aun así, en Boca lo quieren también para este mercado: el volante interno por la derecha ha sido un verdadero problema para Battaglia y todos creen que el mediocampista -de 30 años- les volverá a aportar el salto de calidad que supo brindar durante 2020.

El Consejo y Battaglia quieren vivir el mejor mercado de pases de la gestión. Terminar de cerrar el regreso de Darío Benedetto daría la pauta de que pueden aspirar a lograrlo.

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